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PSG - Tottenham

El PSG sufre pero remonta al Tottenham para forzar los penaltis y levantar su primera Supercopa de Europa

  • El conjunto londinense vencía por 0-2 en el 85'
  • Los de Luis Enrique empataron en el último minuto (2-2) y se impusieron en la tanda
PSG – Tottenham: resumen y resultado
El PSG celebra la victoria tras el penalti de Nuno Mendes REUTERS
Diego Martínez

El PSG logra la primera Supercopa de Europa de su historia abonándose a la épica. Desde el principio del encuentro, el actual campeón de la Champions League acusó la falta de rodaje tras un verano atípico. Enfrente, un Tottenham que tuvo contra las cuerdas durante casi todo el partido a los de Luis Enrique a pesar de llegar como la 'cenicienta' a la cita.

Un Tottenham eléctrico

El conjunto londinense salió bien armado en defensa, con una línea de cinco a la que nos acostumbraremos esta temporada. Van de Ven, Romero y Danso formaron el trío de centrales, que durante toda la primera parte evitaron que el juego interior del PSG fructificara en ocasiones de peligro.

Entró al partido con más ímpetu el Tottenham, bien engrasado tras un mes de pretemporada y seis amistosos a sus espaldas. Los primeros diez minutos fueron de una presión asfixiante sobre un PSG que llegaba al encuentro con solo una semana de entrenamiento, sin ritmo de partido (el último que disputaron fue el de la final del Mundial de Clubes ante el Chelsea, el 13 de julio). La falta de rodaje se notó.

Una vez los de Luis Enrique consiguieron liberarse de la presión, el balón comenzó a pasar cada vez más tiempo en las botas de los parisinos mientras los ‘Spurs’ esperaban bien juntitos atrás. La pizarra de Thomas Frank era clara: robo y salida rápida para pillar desarmado al PSG.

Marquinhos, Pacho y compañía tuvieron que hacer grandes esfuerzos recuperar la posición y cortar las conducciones eléctricas y verticales de Richarlison y de un Kudus que fue de lo mejor del partido. Justamente el brasileño dio el primer aviso serio a los de Luis Enrique, con un potente disparo tras una gran conducción vertical del inagotable Kudus. Chevalier respondió sacando una buena mano para enviar el balón a córner. El guardameta francés no lograría evitar el primero del Tottenham tan solo unos minutos más tarde.

En el 39’, Vicario botó al área un centro a balón parado desde el medio campo. Tras un rechace que no despejó con contundencia el PSG, Chevalier realizó una parada imposible al disparo a bocajarro de Palhinha. El balón se estrelló en el larguero tras la estirada del francés y Van de Ven recogió el rebote para empujarla al fondo de la portería. Aunque los parisinos dominaban claramente la posesión, los ataques eran lentos, estáticos, sin buscar la espalda ni desbordes por fuera ante un Tottenham muy cómodo, hundido en su área. Poco quedaba del ritmo de juego asfixiante del PSG que dominó Europa la temporada pasada

El despertar de la bestia

El segundo gol de los londinenses no se hizo esperar. Otra vez a balón parado, Pedro Porro la colgó desde la línea de tres cuartos para que Romero rematara libre de marca. El cabezazo picó en el césped ante un Chevalier que no calculó bien el bote y vio como el balón se le colaba en la portería.

El PSG no levantó cabeza tras el gol, acosado por las internadas y múltiples centros de los londinenses. A la hora de partido, los de Luis Enrique no habían rematado ni una sola vez a portería, pero con la calidad individual que atesora la escuadra gala no te puedes relajar ni un segundo. En el ecuador de la segunda parte Barcola, tras una jugada plagada de rechaces, logró rematar dentro del área y colarla dentro de la portería de Vicario, pero la jugada fue anulada por fuera de juego.

Con el paso de los minutos al Paris Saint-Germain le entraron las urgencias y empezaron a sucederse las llegadas de verdadero peligro, aprovechando el desgaste del Tottenham. “A ver si metemos”, se pudo leer en los labios de Luis Enrique a falta de cinco minutos. Y, como si lo hubiera invocado, apareció el ansiado tanto de la esperanza. Kang-In Lee recogió un rechace al borde del área y disparó con potencia entre un mar de piernas. El balón se clavó en el lateral de la red ante la estirada estéril de Vicario.

Llegó la épica

El Tottenham sufrió de lo lindo durante los últimos minutos, en especial cuando vieron como la tablilla del cuarto árbitro marcaba seis minutos de prolongación. Lo que no había hecho en todo el partido el PSG comenzó a ponerlo en práctica, y el segundo terminó por caer.

A falta de un minuto para que terminara el partido, Dembelé puso un centro escandaloso para que Gonçalo Ramos, que estaba donde tenía que estar un delantero centro, la empalara de cabeza al fondo de la portería. El Tottenham dejó vivir al PSG muy cerquita del área y terminó pagándolo. Los penaltis decidirían al nuevo rey de Europa.

Vitinha comenzó errando la primera pena máxima de los parisinos, con un disparo muy desviado impropio de la calidad del portugues, pero Chevalier acudió al rescate más adelante. El sorprendente sustituto de Donnarumma se rehízo del fallo en el segundo gol y atajó el disparo de Van de Ven. Acto seguido, Mathys Tel mandó directamente fuera la cuarta pena máxima de los londinenses y Nuno Mendes no falló el quinto y definitivo para darle al PSG su primera Supercopa de Europa.

El Tottenham tuvo dos veces el partido en el bolsillo: durante los 90 minutos y en los penaltis. Pero en el fútbol el aspecto físico no lo es todo. A pesar de llevarle tres semanas de ventaja en cuanto a preparación al Paris Saint-Germain, los de Luis Enrique supieron confiar hasta el final sin rendirse en ningún momento. A un campeón de la Champions League nunca lo debes dar por muerto.