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Fenerbahçe vence al Mónaco en la final y conquista su segunda Euroliga ocho años después

  • Los de Estambul ganaron al Mónaco tras deshacerse en semifinales del Panathinaikos
  • Saras Jasikevicius se convierte en la primera persona en ganar la Euroliga como jugador y entrenador
Fenerbahce vence al Mónaco y conquista su segunda Euroliga ocho años después
Los jugadores del Fenerbahce celebran el triunfo contra el Mónaco y la segunda Euroliga de su historia AFP
RTVE.es / EFE

Fenerbahçe vuelve a reinar en el baloncesto europeo. El conjunto turco venció en la gran final de la Euroliga al Mónaco gracias a una gran segunda parte. El hombre del partido fue un inspirado Marko Guduric, quien se echó el equipo a la espalda en los momentos clave y acabó siendo una de las piezas claves para los de Jasikevicius logren la victoria en la Euroliga ocho años después.

El escolta serbio fue el encargado de anotar los últimos ocho puntos para acabar de certificar la victoria de Fenerbahçe contra un Mónaco que se enfrentaba a su primera final en su segunda participación en una Final Four de la Euroliga.

En su tercera final, el equipo turco, campeón en 2017, llegaba como favorito; por su experiencia previa, por venir de eliminar al vigente campeón y por su buena fase regular. Para el cuadro monegasco, en cambio, era su primera incursión en el prestigioso club de los finalistas de la máxima competición europea, tan exclusivo que solo ocho clubes distintos habían disputado el partido por el título en las últimas dieciocho ediciones.

La diferencia de presión se notó en el arranque. Al igual que sucediera en semifinales contra el Olympiacos salió el Mónaco desprovisto de complejos, dispuesto a aprovechar su condición de 'tapado'. Piel de cordero para disfrazar a un 'viejo lobo' como James, quien estaba probablemente ante el partido más importante de su vida, la opción de estrenar palmarés en una competición en la que es el máximo anotador histórico.

Suyos fueron los primeros destellos dentro del cara a cara individual de estrellas contra Nigel Hayes-Davis, quien engordaba sus cifras desde la línea de tiros libres, un factor desequilibrante en el primer cuarto toda vez que a los de amarillo les señalaron nueve a favor y a los de negro ninguno.

Poco le importó a estos últimos, centrados en seleccionar muy bien sus lanzamientos desde el perímetro. Cuatro en cinco intentos anotaron durante los diez primeros minutos, de los cuales se fueron dejando una sensación mejor de la que reflejaban los dos puntos de renta favorable que obtuvieron a esas alturas (20-18, m.10).

Un triple de Wade Baldwin IV tras dos minutos de barbecho en la vuelta al parqué le dio al Fenerbahce su primera ventaja desde el 0-2. Acabó siendo lo único que se llevó a la boca el bando otomano en casi cinco minutos y medio del segundo acto. En ese tramo aprovechó el rival para abrir algo de distancia de la mano del intenso Alpha Diallo, si bien no la suficiente como marcharse por delante al descanso. La culpa la tuvo Devon Hall, quien en las dos últimas canastas de la primera parte dejó un mate de concurso y un 2+1 mientras se precipitaba al suelo (33-35, m.20).

En el retorno de los vestuarios, comenzaron a cobrar protagonismo las defensas. Serios ambos a la hora de proteger su aro, el parcial era de 10-13 disputados seis minutos y medio. Y entonces, frenesí. Jaron Blossomgame abrió una serie de cuatro triples en tres minutos, dos por cabeza, que agitaron el enfrentamiento de nuevo pese a no desequilibrar en exceso el resultado a la media hora (51-54, m.30).

Llegó entonces el último cuarto de la temporada 2024-2025 de la Euroliga, inaugurado con dos libres de Hayes-Davis, a esas alturas claro vencedor del pulso con un James opacado por la excelente defensa de Devon Hall y sobrepasado por la responsabilidad, intentando muchos tiros que no tocaban. Le siguieron un triple de Baldwin IV y un 2+1 de Errick McColum para un 0-8 de parcial en tres minutos y medio que comenzó a desnivelar de verdad el choque (51-62, m.34).

Pese a estar sobrepasado y desbordado, pudo reengancharse el Mónaco en una acción donde Baldwin IV puso el pie debajo de Matthew Strazel tras un triple generando tres tiros libres y posesión. De ese viaje se marchó el equipo con solo dos puntos, botín menor que dio aire a un Fenerbahce que puso la puntilla con un triple de Marko Guduric para levantar el trofeo.

Un logro colectivo que también trasciende lo individual en casos como el del mítico Nicolo Melli, el jugador en la actual Final Four que más partidos había disputado en el torneo sin ganarlo, o el de Sarunas Jasikevicius, que se convierte en el cuarto hombre que es campeón de Europa de corto y como entrenador, el primero tras Svetislav Pesic en el 2003