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50 años de la Intercontinental del Atlético de Madrid: la victoria más colchonera de todas

  • El 10 de abril de 1975 el equipo rojiblanco remontó al Independiente de Avellaneda argentino al ganar 2-0 en el Calderón
  • La renuncia del campeón de Europa, el Bayern de Múnich alemán, permitió a los colchoneros disputar el cetro mundial
El Atlético de Madrid ganó la Intercontinental al Independiente de Avellaneda
FELIPE FERNÁNDEZ

Una de las expresiones que se está poniendo más de moda en el deporte es la anglosajona lucky loser. Dícese de aquel perdedor en un evento clasificatorio, generalmente deportivo, que acaba clasificándose debido a la renuncia de algún otro clasificado.

Se cumplen ahora 50 años del lucky loser más destacado de la historia del deporte español, medio siglo de la hazaña del Atlético de Madrid: ganar la Copa Intercontinental sin haber ganado la Copa de Europa. Pocas cosas más “puro Atleti” que esa.

Sucedió un 10 de 1975. El equipo colchonero, subcampeón del máximo torneo europeo fue invitado a disputar la Intercontinental (trofeo que enfrentaba al campeón de Europa con el campeón de Sudamérica) tras la renuncia del Bayern de Múnich por incompatibilidad de fechas —y cierto miedo a las patadas de los argentinos—. Se midió al Independiente de Avellaneda argentino de los Bochini, Pavoni, Galván, Percy Rojas o Balbuena.

Por aquel entonces, la Intercontinental se disputaba a doble partido. Los rojiblancos cayeron derrotados en el choque de ida, jugado en Buenos Aires el 12 de marzo, en un estadio Libertadores de América a reventar. Un gol de Balbuena obligaba a resolver todo en el Vicente Calderón casi un mes después.

Cartel del partido de vuelta de la Final Intercontinental de 1974: Atlético de Madrid - Independiente de Avellaneda.

Cartel del partido de vuelta de la Final Intercontinental de 1974: Atlético de Madrid - Independiente de Avellaneda. RTVE.es

El Calderón se preparó como nunca antes para que el equipo contara casi con el primer gol antes de que sonara el silbato. El equipo dirigido por Luis Aragonés (había colgado las botas para coger la carpeta a mitad de la temporada tras el mal arranque del argentino Juan Carlos ‘Toto’ Lorenzo) lo conformaron Pacheco (habitual guardameta suplente de Reina), Melo, Eusebio, Heredia, Capón; Adelardo, Alberto, Irureta; Aguilar, Gárate y Ayala.

A los 21 minutos el Atlético igualó la final gracias al gol de Irureta de cabeza y hasta el 86 no se iluminaría el cielo de Madrid. ‘Ratón’ Ayala hizo desaparecer los nubarrones de un nuevo desempate al marcar el 2-0 definitivo.

Tras el pitido final del colegiado chileno Robles, la euforia se desató y el capitán Adelardo (que ese día había recibido una placa por cumplir 500 partidos como rojiblanco) alzó la Copa Intercontinental mientras sus compañeros le aupaban a hombros. Aquel triunfo ayudaría a los colchoneros a digerir mejor la saliva cada vez que se tuviera que volver a oír el nombre de Schwarzenbeck.   

El Atlético de Madrid no ha sido el único equipo que ha disputado una Intercontinental sin haber ganado la Copa de Europa (renunciarían también el Bayern otra vez al año siguiente, el Ajax (1971 y 1973), el Liverpool (1977), el Nottingham Forest (1979) y fue sancionado el Olympique de Marsella en 1993), pero sí ha sido el único capaz de ganarla. El mejor lucky loser posible.