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Final Champions League | Real Madrid - Liverpool

Las armas del Real Madrid: un portero excepcional, el mejor delantero y los robos en campo rival

Por
Rodrygo o Valverde, ¿quién será titular en la final de Champions?

De remontada en remontada, el Real Madrid se ha colado en la final de la Champions League contra el Liverpool y ha descolocado los análisis futboleros: se habla de la suerte, de su idilio con el torneo, de la mística y de otros factores intangibles más que de su desempeño en el campo. Pero lo cierto es que el equipo blanco ha contado con algunas armas decisivas para avanzar en la competición: un portero excepcional, el mejor delantero, su capacidad para generar goles robando el balón cerca de la portería rival y, en última instancia, un rendimiento colectivo muy por encima del esperado a priori.

A lo largo de esta Champions, el Madrid ha ofrecido dos caras: la del equipo maniatado y sometido por el rival y la del jabalí herido que se revuelve, hasta hacerse más peligroso y temible cuando está por debajo del marcador. En la fase de grupos, perdió contra el modestísimo Sheriff Tiraspol en el Santiago Bernabéu y después, en las eliminatorias, perdió un partido contra cada uno de sus tres rivales, pero logró superar todas las rondas: hasta ahora, nadie había alcanzado la final con tres derrotas en los cruces.

Esa resiliencia se explica, al margen del desarrollo del juego, porque el Real Madrid ha sido muy eficiente donde se deciden los partidos, en las áreas. En la propia, porque ha encajado muchos menos goles de los esperados: el análisis de Stats Perform estimaba unos 18 goles en contra, pero solo ha recibido 14, por lo que es el segundo equipo que más ha mejorado su previsión, tras el Benfica. Y en el área rival, los casi 21 goles esperados se han convertido en 28, lo que le convierte en el equipo que más ha mejorado su rendimiento esperado en ataque.

Benzema, el mejor delantero de la Champions

Ese excepcional rendimiento en el área contraria se debe, en buena parte, al fenomenal desempeño de Karim Benzema, sin duda el mejor atacante de esta Champions League. No solo es el pichichi, con 15 tantos, sino que, al añadir sus dos asistencias, es el jugador que ha intervenido en más goles.


Según las estadísticas oficiales de la UEFA, es también el jugador que más disparos a puerta ha realizado, con 23. Su rival en París y referente ofensivo del Liverpool, Mohamed Salah, lleva ocho goles y 16 disparos. El madridista es líder destacado del ranking que elabora la UEFA sobre el rendimiento individual, con 802 puntos, por 442 del egipcio, que es cuarto.

Además de Benzema, el Real Madrid ha contado en el área rival con otro jugador sobresaliente, el brasileño Vinícius Junior. Con tres goles y seis asistencias, es el séptimo atacante más decisivo del torneo, casi al mismo nivel que Salah, y se ha aupado como otro de los pilares fundamentales del equipo.

Las paradas salvadoras de Courtois

La contribución del portero madridista ha sido crucial, a pesar de los once goles encajados en los últimos seis partidos, los de la fase eliminatoria. Ha realizado paradas decisivas, como el penalti que detuvo a Leo Messi en la ida de octavos, frente al PSG, una de sus ocho paradas en nueve tiros a puerta ese día.

En todo el torneo, el guardameta belga lleva 52 paradas en 63 tiros a puerta, un acierto del 77,8%, mientras Alisson, el portero del Liverpool, ha detenido 14 tiros de 27 recibidos, un 51,8%. Si el Real Madrid ha encajado cuatro goles menos de los que la estadística predecía, la mitad de ellos se deben a las intervenciones de Courtois.


Su seguridad contrasta con la de los porteros rivales: tanto Gianluigi Donnarumma, el del PSG, como Édouard Mendy, el del Chelsea, cometieron errores groseros en los cruces de octavos y cuartos de final, respectivamente, que significaron sendos goles en contra para sus equipos.

La presión en campo contrario, determinante

Esos errores fueron propiciados por otra de las armas principales del Real Madrid esta temporada, la presión en el campo rival que permite robar el balón en el último tercio del campo, generar ocasiones con la defensa rival desprevenida y, en última instancia, anotar goles. Aunque el Liverpool es el que lidera la clasificación de recuperaciones en zona alta, con 138 en doce partidos, solo consiguió tirar a puerta en 18 ocasiones, sin lograr anotar ni un gol.


Sin embargo, el Real Madrid ha sabido sacarle un enorme partido a esas acciones. El cuadro merengue es el cuarto en la clasificación, con 120 recuperaciones -por detrás de Bayern y Chelsea, que han jugado dos partidos menos-, pero, a cambio, ha generado con ellas 22 ocasiones de gol y cinco tantos. Tan solo el Ajax de Ámsterdam, eliminado en cuartos, iguala en número de goles y ocasiones al Madrid teniendo menos recuperaciones, un centenar.

Algunos de los tantos conseguidos de esa forma han sido fundamentales, como el mencionado robo a Donnarumma que significó el primer gol ante el PSG, el inicio de la primera remontada en la vuelta de los octavos de final. O la recuperación de Eduardo Camavinga ante el Chelsea que acabó, en la prórroga de la vuelta, con el gol de Benzema que daba el pase a los blancos.


Rodrygo y Camavinga, los revulsivos

Camavinga, el autor de ese robo, ha sido uno de los jugadores a los que Carlo Ancelotti ha recurrido para cambiar el signo de los partidos. Él y Rodrygo han sido quizás los más destacados, ya desde la eliminatoria contra el PSG. Entraron en el campo cuatro minutos antes del primer gol de la remontada y el brasileño robó el balón en el saque de centro que desembocó, en pocos segundos, en el 3-1 definitivo. Ambos han aportado energía y resolución, como demuestra que, habiendo jugado tan solo 292 minutos, Camavinga registra un total de 19 recuperaciones, un dato a tener en cuenta en comparación con el de su compañero Casemiro, líder en la Champions con 65 recuperaciones en 824 minutos.

La mitad de los goles del equipo en los seis partidos de las eliminatorias (ocho de 16) se marcaron con ellos dos saliendo desde el banquillo. Rodrygo ha jugado diez partidos y solo en cuatro ha sido titular, pero lleva nada menos que cinco goles y dos asistencias. Su aportación a la hora de cambiar la dinámica fue muy notable en la vuelta de cuartos contra el Chelsea -forzó la prórroga al rematar una excepcional asistencia de Luka Modric- y, sobre todo, en la de las semifinales contra el City, cuando anotó dos goles en el tiempo añadido que supusieron un valiosísimo tiempo extra en el Bernabéu.

Otros jugadores, como el incombustible Modric -a sus 36 años, es el segundo del equipo que más kilómetros ha recorrido, 114, solo por detrás de Vinicius-, el versátil Fede Valverde o el sólido Éder Militão, han apuntalado también al Real Madrid en sus momentos difíciles, que han sido muchos en esta Champions League. El próximo sábado, el equipo blanco volverá a desplegar esas armas para tratar de ampliar su leyenda con la decimocuarta Copa de Europa de su historia.