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El mundo espera conocer el estilo de Brasil y la identidad de Corea

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Brasil afronta su partido aislada de todo

Alineaciones probables:

Brasil: Julio César, Maicon, Juan, Lúcio, Michel Bastos; Gilberto Silva, Felipe Melo, Elano; Kaká; Robinho y Luis Fabiano. Seleccionador: Dunga.

Corea del Norte: Ri Myong Guk; Cha Jong Hyok, Ri Jun Il, Pak Nam Chol, Ri Wang Chon; Ji Yun Nam, Hong Yong Jo, Mun In Guk, Choe Kum Chol; Pak Chol Jin y Kim Yong Jun. Seleccionador: Kim Jong Hun.

Árbitro: Viktor Kassai (HUN).

Estadio: Ellis Park, de Johannesburgo.

Hora: 20.30h

Tan desconocida como enigmática, Corea del Norte vuelve a un Mundial después de su primera aparición, hace 44 años, para someter a Brasil este martes a su primer examen por el sexto título, una conquista que pondría a Dunga en el selecto club de los que ya fueron campeones como jugador y entrenador [Brasil-Corea del Norte, en vivo a las 20:30h].

El partido en Johannesburgo entre el líder del ránking de la FIFA y la selección 105 de la misma clasificación cerrará la primera jornada del Grupo G del Mundial, pues antes se habrán enfrentado en Puerto Elizabeth las selecciones de Costa de Marfil y Portugal.

Para Brasil un triunfo contundente tendrá un positivo efecto múltiple, pues pondrá fin a una serie de triunfos magros en anteriores estrenos mundialistas (2-1 sobre Escocia en 1998 y sobre Turquía en 2002, y 1-0 frente a Croacia en 2006), además de disipar dudas sobre el real poder ofensivo del equipo y aliviar tensiones.

Dunga, enfrentado con la prensa por cerrar la puerta en los entrenos

La selección 'canarinha' llega estremecida por el conflicto entre Carlos Caetano Bledorn Verri 'Dunga' y la prensa, que se acentuó en la última semana al prohibir el seleccionador el ingreso de ésta a tres de los cuatro últimos entrenamientos. Los periodistas brasileños han interpretado el fin de la política de puertas abiertas, que era tradición en las selecciones de Brasil, como una represalia de Dunga por la divulgación de informaciones sobre presuntos enfados entre jugadores.

"Las críticas mayores se producen porque muchos de mis entrenamientos son privados, porque no hay entrevistas exclusivas o porque no ceno con cinco o seis periodistas", se defendió Dunga.

El último fue registrado con imágenes al colisionar el viernes en una jugada fortuita Daniel Alves con Julio Baptista. Una semana antes tuvo gran repercusión la presunta molestia de Kaká por una dura falta del centrocampista Felipe Melo, para quien este tipo de informaciones constituyen "una payasada".

Dunga dijo dormir tranquilo con sus decisiones, pese a que un grueso sector de la prensa las cuestiona, y garantizó que en el periodo en que su convocatoria como jugador a la selección 'canarinho' se hizo permanente, entre 1990 y 1998 "es la misma cosa: hay polémica, reproches".

El capitán de Brasil en la conquista del título Mundial de 1994 evitó hablar de "injusticia" en las críticas que recibe, pero matizó que hay "puntos de vista" muy diferentes al momento de analizar su trabajo.

Recuperar a Luis Fabiano y Kaká, contar con Robinho

El caso es que el entrenador ha tenido que multiplicarse para contener tras más de 20 días de concentración la ansiedad en un grupo de 23 jugadores en el que solo ocho acumulan un buen rodaje en el fútbol.

El debut contra 'los chollima' también plantea el primer examen para constatar la recuperación física y del olfato goleador de Luis Fabiano, que no marca con la selección desde septiembre pasado.

Kaká también está en deuda debido a los problemas físicos que minaron su temporada con el Real Madrid, y el guardameta Julio César busca mantener su nivel tras pasar la semana en algodones debido a un fuerte golpe en la región lumbar sufrido el 2 de junio.

Será la oportunidad para que Robinho comience a mostrar talla de astro, o ratifique que es un jugador de chispazos que pasó con más ruido que brillo por Santos, Real Madrid y Manchester City.

La decimonovena edición del Mundial plantea para Brasil un hito histórico: por primera vez se habla más de la solidez de su defensa y no de su poder ofensivo, que para muchos está bajo sospecha.

Corea del Norte, esa (gran) desconocida

De la República Democrática Popular de Corea poco o nada saben los brasileños. El centrocampista pistón Ramires dijo esperar a que el técnico suministre los detalles para saber cómo encarar a los de Kim Jong Hun, en tanto que el titular Elano admitió tener a mano vídeos del rival, en cuyo último partido amistoso cayó por 3-1.

El lateral Maicon espera un rival "veloz, con característica física muy fuerte", aunque en realidad la complexión y la talla de los norcoreanos es inferior a la de los brasileños.

De los veintitrés convocados por Kim Jong Hun, quien en su época de jugador fue un discreto defensor central, siete pertenecen a las Fuerzas Armadas del país, y apenas dos juegan fuera del país.

El creativo Hong Yong-Jo, del Rostov ruso, resulta ahora una incógnita y muchos no verían con sorpresa si comienza el partido en el banco. Pero todo parece indicar que los brasileños aún no conocen el potencial del ariete Jong Tae-Se, que destaca en el Kawasaki Frontale japonés y es conocido como el 'Wayne Rooney de Asia'.

Con la misma determinación de la estrella del Manchester United, Tae-Se ha dicho que su selección, pese a ser la peor en el ránking de la FIFA entre las 32 clasificadas al Mundial, puede derrotar a Brasil y así dar razón al apodo de 'Chollima', sobrenombre que alude a un caballo indomable de la mitología asiática.

Así en el fútbol como en la política

Los aficionados al fútbol saben bien qué pie calza Kaká, cómo es la novia de Cristiano Ronaldo o cuál es el libro favorito de Iniesta, pero no saben nada o casi nada de los internacionales norcoreanos porque Corea del Norte nada quiere que sepan.

Corea del Norte es como el país al que representa: opaco, misterioso, inaccesible

Lleva la selección de Corea del Norte diez días en Johannesburgo y hasta la víspera de su debut sólo han aparecido en la prensa de manera tangencial, como cuando se produjo una estampida a las puertas del estadio donde jugaba frente a Nigeria, o como sujeto de especulaciones acerca de lo que esconde su hotel de concentración.

A primera vista, Corea del Norte es un equipo que encarna las mismas características que distinguen al país al que representa: opacidad, misterio, inaccesibilidad.

Su hotel de concentración, el Protea, a unos cuarenta kilómetros de Johannesburgo, es como sus fronteras con China o como el paralelo 38 que separa a las dos Coreas: permanentemente vigilado por la policía, vedado a la prensa, sellado a cal y canto a la mirada de los curiosos y rodeado de verjas, alambre de espino y modernos sistemas de alarma y seguridad.

Allí acuartelados, los jugadores que dirige Kim Jong Hum parecerían tener una naturaleza fantasmal si no fuera porque la FIFA obliga a todos los equipos a asomar de vez en cuando la nariz.

Una única aparición mundialista

Dicen los analistas que los norcoreanos no quieren prodigarse en sus apariciones públicas para mantener vivo el factor sorpresa, ese mismo que le sirvió en Inglaterra 1966, en su única participación mundialista, para llegar a cuartos de final.

El mundo ha cambiado tanto desde entonces como poco parece haber cambiado Corea del Norte, que si en 1966, en plena Guerra Fría, era tan esquiva como podía serlo la Unión Soviética, hoy es el país menos conocido del planeta como así lo es su selección de fútbol.

Los nombres de sus jugadores continúan siendo tan impronunciables para los occidentales como entonces, aunque, al menos, algunos disputan ligas extranjeras como la japonesa, una señal de que también algo está cambiando en el interior de las fronteras del país que comanda Kim Jong Il.

Ahora ya se ven obligados a descorrer el telón. Sólo falta conocer si su capacidad de sorpresa y el fútbol que practican es suficiente para erigirse en la revelación del Mundial.