El presidente de Chile, José Antonio Kast, ha viajado a Buenos Aires solo dos días después de ganar las elecciones y la sintonía ideológica entre su homólogo, Javier Milei, es evidente, sobre todo en asuntos como el migratorio.
En ese sentido, Kast va a proponer un corredor humanitario para devolverlos a sus países de origen. Muchos de ellos, por cierto, son venezolanos y sobre una posible intervención militar contra este país por parte de Estados Unidos ha confirmado el apoyo de Chile en caso de esta llegara a producirse.
Sobre Argentina, Kast ha dicho: "Vamos a tener una muy buena relación entre Argentina y Chile, como nunca antes se ha visto", ha expresado a la prensa en la puerta de la Casa Rosada, la sede de Gobierno. En su corta declaración a los medios, el chileno también ha explicado que está "en un proceso de recorrer algunos países y viendo cómo llevar a Chile buenos ejemplos" en referencia a las políticas impulsadas por su homólogo Milei, que aboga por la motosierra como símbolo para efectuar el mayor número posible de recortes.
En Italia, un magnate griego pretende hacerse con La Stampa y La Repubblica, los dos periódicos más críticos con el gobierno de Giorgia Meloni. El empresario que quiere comprarlos, afín al presidente de EE.UU. Donald Trump, estuvo en la cena de gala que el presidente organizó hace unos meses en Catar.
2 de septiembre de 2025. Comienza la Operación Lanza del Sur, con hasta ahora más de 20 ataques y decenas de víctimas mortales. Sin presentar pruebas, la Casa Blanca asegura que eran narcoterroristas transportando drogas que terminan matando estadounidenses. Por eso lo llaman legítima defensa.
La Carta de las Naciones Unidas es clara. Prohíbe el uso de la fuerza armada en las relaciones internacionales, pero contempla dos excepciones. Una, las intervenciones autorizadas por el Consejo de Seguridad, que no es el caso. Y dos, la legítima defensa ante un ataque armado.
La Constitución americana dice que es el Congreso quien declara la guerra, pero allí no se ha votado el uso de la fuerza armada. No es la primera vez que este debate surge en el país. Ya hubo presidentes republicanos y demócratas que usaron drones en Pakistán, Yemen, Libia para matar a presuntos terroristas.
Quizá la diferencia es el descaro con el que Trump admite lo que muchos consideran ejecuciones extrajudiciales.
La semana pasada el presidente ruso Vladimir Putin estuvo de visita oficial en India, con el mandatario Narendra Modi, un aliado con el que Moscú quiere fortalecer todavía más sus relaciones especialmente en materia comercial y económica. Julieta Ramírez, doctora de la Universidad Autónoma de Puebla en México.
Varios manifestantes se han concentrado en el edificio del Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOP), lugar que resguarda las actas electorales de las elecciones presidenciales, después de que se sigue sin proclamar el vencedor de los comicios.
Por el momento, las autoridades electorales dan una mínima ventaja a Nasry 'Tito' Asfura, del Partido Nacional y apoyado por Trump, sobre Salvador Nasralla, del Partido Liberal. El partido en el poder, Libre, ha quedado en tercera posición con más de 700.000 votos de diferencia de la victoria.
La presidenta saliente, Xiomara Castro, ha impulsado estas manifestaciones y ha defendido el derecho de los manifestantes a protestar a favor de la transparencia de los resultados. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, permanece atenta al recuento especial que se lleva celebrando desde el pasado sábado.
Los autores del ataque contra la comunidad judía en Australia se inspiraron en los terroristas del Estado Islámico y viajaron a Filipinas para preparar el atentado. El primer ministro australiano, Anthony Albanese, ha indicado que las investigaciones, encabezadas por la Policía de Nueva Gales del Sur junto al Equipo Conjunto Antiterrorista, apuntan a una planificación detallada del atentado y a la ausencia, por ahora, de vínculos directos con otras células.
Son datos que se van conociendo de la investigación, que sigue en curso mientras surgen nuevas voces de testigos e historias de heroísmo de aquel día.
Washington continúa su ofensiva marítima contra el tráfico de drogas. En las últimas horas Estados Unidos ha lanzado tres nuevos ataques contra supuestas narcolanchas matando a ocho de sus tripulantes.
Esta vez ha sido en aguas del Pacífico, que son, según los expertos, la principal ruta para el contrabando de drogas hacia este país, que ya ha destruido en el Caribe la mayoría de la veintena de narcolanchas que ha bombardeado desde septiembre. Es una región de tráfico de cocaína, pero no la principal.
Según la propia agencia antidrogas de EE.UU., la mayoría de la coca transportada por mar desde Sudamérica viaja por el Pacífico y sólo una parte menor, por el Caribe. Por el aire, la proporción es similar. Aviones y avionetas cruzan más el Pacífico y Centroamérica con destino al norte que el mar Caribe.
Para los especialistas, el asesinato de más de ochenta personas que iban en las lanchas destruidas por la armada estadounidense tampoco supone un golpe a las estructuras del narco. 80.000 personas mueren por sobredosis cada año en Estados Unidos.
Y lo que más mata no es la cocaína, sino el fentanilo, una droga química producida artificialmente.
El Ejército de Estados Unidos ha anunciado tres nuevos ataques cinéticos contra presuntas narcolanchas en aguas internacionales del Pacífico oriental, cerca de Colombia, y en el que han muerto ocho hombres. "Información de inteligencia confirmó que los buques transitaban por rutas conocidas de narcotráfico en el Pacífico Oriental y se dedicaban al narcotráfico", ha declarado el ejército en una publicación en X.
El Gobierno de Estados Unidos no reconoce la legitimidad de Maduro en Venezuela y lo acusa de liderar el Cartel de los Soles, un supuesto grupo vinculado al narcotráfico, aunque funcionarios venezolanos como el ministro de Interior, Diosdado Cabello, consideran que se trata de un "invento".
Trump también ha anunciado el lunes que firmó una orden ejecutiva para declarar al fentanilo como un "arma de destrucción masiva", al considerar que ha causado estragos comparables a los de una guerra. Por el momento, la Administración no ha explicado que repercusiones legales tendrá la clasificación de esta droga como arma de destrucción masiva, una expresión reservada hasta ahora a armas "radiológicas, químicas, biológicas o de otro tipo destinadas a hacer daño a un gran número de personas".