Kast, recién electo presidente de Chile, se reúne con Milei en su primer viaje en plena ola ultraderechista en Latinoamérica
- Ambos mandatarios han expresado su voluntad de mantener una "muy buena relación"
- Kast ha confirmado su disposición a apoyar a EE.UU. en caso de intervención militar en Venezuela
El presidente electo de Chile, José Antonio Kast, se ha reunido este martes en Buenos Aires con el presidente argentino, Javier Milei, anticipando una muy buena relación entre ambos países. "Vamos a tener una muy buena relación entre Argentina y Chile, como nunca antes se ha visto", ha expresado Kast a la prensa en la puerta de la Casa Rosada, la sede de Gobierno. En su corta declaración a los medios, Kast también ha explicado que está "en un proceso de recorrer algunos países y viendo cómo llevar a Chile buenos ejemplos".
Poco después el nuevo Jefe del Estado chileno ha asegurado su apoyo a una intervención de Estados Unidos en Venezuela para resolver "problemas" en una situación "puntual generada por un narcodictador". "No nos corresponde a nosotros solucionarlo, pero el que lo haga va a contar con nuestro apoyo", ha dicho Kast al ser preguntado por una eventual intervención militar de Estados Unidos en el país caribeño.
Por su parte, Milei ha felicitado a Kast por su "glorioso" triunfo electoral del pasado domingo y ha anunciado que pondrán en marcha una hoja de ruta para el trabajo conjunto a partir de marzo "en materia de seguridad regional y fronteriza y lucha contra el crimen organizado transnacional", entre otros aspectos. Además, ha destacado que la primera visita internacional de Kast tras los comicios haya sido a Argentina, algo que "da cuenta de la importancia estratégica de la relación bilateral, que ingresará en una etapa de renovado impulso y compromiso frente a los principales desafíos de la agenda común, así como de los asuntos regionales y globales".
Asimismo, la Presidencia argentina también ha señalado en un comunicado que Milei participará en la ceremonia de transmisión de mando presidencial en Chile el próximo 11 de marzo y ha anticipado su voluntad de "avanzar en la construcción y el afianzamiento de una relación fructífera y moderna, que potencie el desarrollo económico y la prosperidad" de ambos países.
"Los principios rectores que guiarán esta nueva etapa del relacionamiento bilateral serán, ante todo, la defensa de la libertad, la vida y la propiedad privada, en un espíritu de cooperación y confianza mutua, y con la decidida voluntad política de inaugurar un camino sostenido de crecimiento para ambos países y de mayor seguridad en la región", rezaba el texto.
Durante su visita a la Casa Rosada, Kast también ha mantenido un encuentro con Luis Caputo, ministro de Economía argentino, y saludó a Karina Milei, hermana del mandatario y secretaria general de la Presidencia.
La agenda ultra prolifera en Latinoamérica
El encuentro mantenido entre el chileno José Antonio Kast y el argentino Javier Milei se ha convertido en uno de los ejemplos más claros del giro a la derecha —y en algunos casos a la ultraderecha— que atraviesa parte de América Latina, en un contexto marcado por el desgaste de los partidos tradicionales, la frustración económica y la desconfianza hacia las instituciones.
Ambos dirigentes comparten un discurso frontal contra el Estado, al que responsabilizan de la ineficiencia económica y de la corrupción. Milei, presidente de Argentina desde finales de 2023, ha hecho de la motosierra su símbolo político: recortes drásticos del gasto público, eliminación o vaciamiento de ministerios sociales, liberalización de precios y una confrontación directa con sindicatos y movimientos sociales. Kast, líder del Partido Republicano en Chile y figura clave de la oposición conservadora, defiende un programa de reducción del Estado, endurecimiento de las políticas de seguridad y una revisión crítica del consenso social surgido tras el fin de la dictadura de Pinochet.
Partidarios de Kast celebrando su victoria en las elecciones presidenciales de este domingo Raul BRAVO / AFP
En el terreno ideológico, ambos coinciden en una agenda ultraconservadora en valores. Kast, padre de nueve hijos, ha construido buena parte de su perfil político sobre el rechazo a la ampliación de derechos reproductivos, la oposición al matrimonio igualitario y una defensa sin matices del orden y la autoridad. Milei, aunque centra su relato en lo económico, ha adoptado posiciones similares, cuestionando el feminismo, las políticas de género y el cambio climático, al que ha calificado de “invento del socialismo”, alineándose con discursos de la nueva derecha global.
El ascenso y la visibilidad de Kast y Milei refleja una derechización más amplia en la región, alimentada por el hartazgo social y la polarización. Sus propuestas, que rompen con los consensos políticos de las últimas décadas, han logrado movilizar a sectores que se sienten excluidos o amenazados por los cambios sociales y económicos, pero también han generado una fuerte resistencia y protestas. El pulso entre este nuevo proyecto ultraliberal y ultraconservador y las fuerzas progresistas se perfila como uno de los ejes centrales del debate político latinoamericano en los próximos años.