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Australia vincula el atentado de Bondi a la ideología del Estado Islámico

  • En el vehículo de uno de los atacantes se encontraron dos banderas del grupo terrorista y explosivos improvisados
  • Ambos sospechosos, un padre y un hijo, viajaron meses antes a Filipinas, aunque se desconoce el motivo
Personas posan tras depositar flores en el monumento conmemorativo junto al Pabellón Bondi en Bondi Beach el 16 de diciembre de 2025 en Sídney
Personas depositan flores en el monumento conmemorativo tras el ataque del martes junto al Pabellón Bondi en Sídney, Australia. GETTY
RTVE.es / Agencias

El primer ministro australiano, Anthony Albanese, ha afirmado este martes que el atentado terrorista cometido en Bondi, Sídney (Australia), estuvo motivado por la ideología del Estado Islámico (EI), un extremismo "de odio", y ha subrayado que, según la información preliminar, los autores actuaron solos.

"Parece que estuvo motivado por la ideología del Estado Islámico. La ideología que ha existido durante más de una década y que condujo a esta ideología de odio y, en este caso, a la disposición para cometer asesinatos en masa", ha dicho Albanese en una entrevista con la cadena pública ABC.

El mandatario ha calificado el ataque, perpetrado presuntamente por un padre y su hijo, como un acto "meticuloso, calculado y a sangre fría", que ha conmocionado al país y golpeado uno de los lugares más emblemáticos de Australia. "No es quienes somos como nación. Somos un país que abraza la tolerancia y el respeto", ha señalado.

Una planificación detallada

El jefe del Gobierno ha indicado que las investigaciones, encabezadas por la Policía de Nueva Gales del Sur junto al Equipo Conjunto Antiterrorista, apuntan a una planificación detallada del atentado y a la ausencia, por ahora, de vínculos directos con otras células. No obstante, ha remarcado que la investigación sigue abierta con la participación de la Policía Federal Australiana, la agencia de inteligencia interna ASIO y socios internacionales del grupo Five Eyes, alianza internacional de inteligencia.

Albanese ha confirmado que el hijo, identificado como Naveed Akram, de 24 años, y actualmente en coma, fue investigado en 2019 por posibles vínculos con el Estado Islámico, aunque entonces no se le consideró una amenaza activa. "ASIO lo investigó y no quedó sujeto a monitoreo continuo. Si hubo una radicalización posterior, eso es parte de lo que se está analizando ahora", ha agregado. El padre, Sajid, también había sido entrevistado entonces, según Albanese.

Ambos viajaron meses antes a Filipinas

El jefe de la Policía de Nueva Gales del Sur, Mal Lanyon, ha confirmado este martes en una rueda de prensa que ambos sospechosos habían viajado en meses anteriores a Filipinas, aunque no indicó el motivo de su viaje. Posteriormente, las autoridades de inmigración filipinas han detallado que el padre entró con un pasaporte indio y el hijo con uno australiano.

Según detallaron medios locales, podrían haber recibido entrenamiento militar en la nación asiática. Las autoridades informaron de que en el vehículo del joven atacante han sido halladas dos banderas del Estado Islámico de fabricación casera, así como artefactos explosivos improvisados, según ha indicado el comisionado Lanyon.

La investigación sigue en curso para esclarecer los motivos del ataque. "Seguimos trabajando para determinar qué motivó esta tragedia y es fundamental que los investigadores dispongan del tiempo necesario para hacerlo", ha afirmado.

El primer ministro ha concluido que el ataque tuvo un componente antisemita y ha defendido las medidas adoptadas por su Gobierno para combatir el odio, entre ellas la prohibición de símbolos nazis, la creación de un enviado contra el antisemitismo, un registro nacional de delitos de odio y el refuerzo de los controles migratorios para detectar actitudes extremistas. "Queremos erradicar el antisemitismo. Ese es el objetivo", ha agregado.

26 personas continúan hospitalizadas, 12 en estado crítico

El ministro de Salud de Nueva Gales del Sur, Ryan Park, ha informado este martes que 26 personas continúan hospitalizadas, de las cuales 12 permanecen en estado crítico. Las autoridades sanitarias hablan de un proceso de recuperación largo y complejo para varias de las víctimas.

Park ha señalado que algunos de los heridos deberán someterse a "cirugías continuas por lesiones devastadoras como resultado de este horrendo ataque", y ha subrayado que el sistema de salud del estado sigue movilizado para atender la emergencia, según ha informado en una intervención en la cadena Nine.

El ministro también se ha referido a Ahmed Al Ahmed, reconocido públicamente por su actuación heroica durante el incidente, asegurando que enfrenta "algunos desafíos por delante". No obstante, ha destacado que el paciente se encuentra ingresado en el hospital Saint George (sur de Sídney), donde, según ha afirmado, "recibirá la mejor atención posible".

Paralelamente, la solidaridad ciudadana se ha volcado en apoyo a las víctimas y sus familias a través de una campaña en la plataforma GoFundMe, que en las últimas horas ha recaudado fondos destinados a cubrir gastos médicos, rehabilitación y apoyo a largo plazo para los afectados.

Australia anuncia el endurecimiento de las leyes de armas

El suceso ha reactivado el debate sobre el control de armas en Australia pese a que cuenta con una de las legislaciones más estrictas del mundo. En ese sentido, Albanese ha anunciado el martes que su Gobierno impulsará un endurecimiento de las leyes sobre armas de fuego con el foco mejorar el sistema de control de licencias.

Entre las medidas figuran la aceleración del Registro Nacional de Armas, un mayor uso de inteligencia criminal para la concesión de licencias, la posible limitación del número de armas por persona y la revisión de los tipos de armas permitidas. Albanese ha afirmado que se trata de "cambios de sentido común", mostrándose dispuesto a afrontar la resistencia del lobby armamentista e insistiendo en que las reformas deben aplicarse de manera coordinada en todo el país.

El tiroteo se produjo sobre las 18.40 hora local (8:40 hora peninsular) del domingo, cuando el padre e hijo armados con rifles abrieron fuego contra la multitud congregada en el parque Archer, junto a la popular playa de Bondi, una de las más concurridas y turísticas del país. En el lugar se celebraba un acto por el inicio de la festividad judía de Janucá al que asistían cerca de un millar de personas.

Tras los primeros disparos, agentes policiales acudieron rápidamente al lugar y se produjo un intercambio de fuego en el que dos policías resultaron heridos. El padre murió tras ser abatido por la policía, mientras que el hijo, de 24 años, fue trasladado al hospital bajo custodia policial con heridas críticas, aunque estables.

Catorce personas murieron en el lugar de los hechos y otras dos fallecieron posteriormente en el hospital, con edades comprendidas entre los 10 y los 87 años. Entre ellas se encuentra una niña de diez años, un rabino nacido en Reino Unido, un oficial de policía retirado, un superviviente del Holocausto y un ciudadano francés.