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Un hombre camina por la calle Lineros de Córdoba, junto a la presencia brumosa de un rio que ya no es el guardián de todas las promesas. Se protege del frío y la humedad bajo una gabardina y lleva una carpeta roja de la que sobresalen las cartas que va a echar a Correos. Mantiene afanosamente una correspondencia con distintos poetas españoles que parecen estar en esa latitud de la que nunca ha llegado, verdaderamente, a sentirse parte, más allá del instante memorable en que fundó una revista, Cántico, con sus amigos, o al ganar el Premio Adonáis, hace ya veinte años, con su libro Corimbo. No es el poeta joven que fue entonces y la vida le ha reservado, apenas, unas pocas respuestas, más allá de sus amigos, que siguen siendo los mismos, y una fe indoblegable en la poesía. Con los años, también ha ido incorporando a ese mundo íntimo y medular la pasión del flamenco. Él sigue creyendo que eso que todos llaman el mundo literario existe, y que está lejos de Córdoba. En Elegías de Sandua nos aparece el Ricardo total: aunque nos habla siempre de una doncella amada, el espejo real es un muchacho, al que se dirige en femenino, por las espesas cortinas morales de la ciudad discreta, con la feria dejada en ese carnaval de los sentidos que se viven de noche; o quizá en Trassierra, con todos esos paisajes naturales de una serranía en que se puede ser en amistad, o en el viejo escenario luminoso que acaba siendo Sandua, desde una plenitud de los recuerdos que son también una identidad, con el goce del cuerpo y del amor, añorado y vivido, con eco sentimental esteticista

Hoy en el famoso concurso Saber y Ganar pondremos a prueba las competencias digitales de nuestros concursantes gracias a Generación D. ¿Necesitan consultar alguna publicación antigua y no saben cómo hacerlo? Les presentamos la hemeroteca digital de prensa histórica.

Esta semana en "Los podcast de Villena", conocemos al escritor, poeta, ensayista y filósofo francés, principal representante de la llamada poesía pura, Paul Valery.

(Entrevista de Manuel Sollo). Con siete años, Severina tiene una revelación que la acompañará para siempre: todo es pérdida en la vida, nada de lo poco que tiene quedará. A partir de entonces, centra su único afán en relacionarse lo mínimo con los otros y ser autosuficiente. Una mujer rara, cuya existencia personal y familiar está ineludiblemente marcada por la guerra civil y la posterior dictadura franquista. Esta protagonista sustenta la nueva novela de Inma Monsó, La maestra y la bestia (Anagrama). Con trazos familiares propios, la autora aúna la memoria personal e histórica para narrar las experiencias de una niña que crece entre silencios y secretos, aferrada a una lectura compulsiva, las vivencias de una joven maestra que en 1962 ocupa su plaza en un pueblo delPirineo, donde aspira a conocer gente. Allí se irá desprendiendo de su coraza, cobrará conciencia de las represiones del Régimen y entenderá de la necesidad de los demás. Pero cualquier pueblo pequeño tiene mil ojos que cercenan la libertad. En esa sinuosa travesía apreciará la complicidad de un hombre extraño que le desata íntimas pasiones. Obra de poderosos personajes femeninos, de ausencias y descubrimientos, también la literatura y la música son alivio y refugio.

Javier Aguayo y Ángel Alonso llevan un tiempo recopilando anécdotas mensajes de vecinos en rellanos a través de su cuenta de (@liosdevecinos), que ha inspirado el libro homónimo, Líos de vecinos, editado por La esfera de los libros. En él, sus dos autores narran anécdotas de una forma desternillante y dan cuenta de muchos de esos carteles de quejas, a cuál más creativo, que han sustituido la comunicación directa entre vecinos. Y para profundizar en este curioso título, Chema García Langa ha charlado con Javier Aguayo.

Un estafador en Benidorm con 'El holandés' de Elisa Ferrer, una exposición que trae Mery Cuesta sobre el concepto de cultura popular en el IVAM comisariada por Pedro G. Romero, lo último del año Picasso en el Reina Sofía y el Festival Rizoma con su directora Gabriela Martí.

La periodista y escritora Sonsoles Ónega ha ganado elPremio Planeta 2023 con Las hijas de la criada, una novela sobre tres generaciones de mujeres gallegas. El finalista es Alfonso Goizueta con La sangre del padre, novela histórica sobre Alejandro Magno. Ambos autores han pasado por los micrófonos del informativo 24 horas de RNE.

Sonsoles Ónega destaca la contribución del Premio Planeta al fomento de la lectura: "Un ciudadano leído es un ciudadano que lleva un escudo. El poder y los poderosos nos quieren desleídos, nos prefieren en X que en los libros". En su novela, una circunstancia condiciona las vidas de toda una familia: "Es una consante en todas mis historias la imposición del destino, de las casualidades ante las que el ser humano tiene que reaccionar". Explica que se inspiró en una historia real que conoció durante su trabajo como periodista.

Alfonso Goizueta asegura que su interés por Alejandro Magno parte de su relación con el poder tiránico y el equilibrio con su juventud: "La novela también explora esos dos campos, el tirano que soporta al hombre". Reconoce que es una ventaja escribir sobre el siglo IV a.C., ya que no dispone de fuentes personales que condicionen la construcción del personaje: "No sabemos exactamente cómo pensaba Alejando, como sentía. Entonces eso queda en manos del novelista ficcionarlo".

Estamos poco habladores, comentamos el tiempo. Ese es el tema central del Festival CUÉNTALO de Logroño al que nos acercamos con su director, Juan García Calvo, y con dos escritores invitados: Violeta Gil y Miguel Ángel Hernández. Con Jesús Marchamalo nos vamos de paseo acompañados de Manuel Longares y con Conxita Casanovas conocemos los estrenos de la semana en las salas de cine. Terminamos rebuscando entre la colección del rojo y azul de los Beatles.

Hemos entrado en una sala de doblaje. Estamos en Joinville, en los estudios franceses de la Paramount. Son aún los años 30 y se fuma abundantemente. Sólo hay una mujer, que está doblando la voz de Marlene Dietrich. Algo hay en sus ojos de esa ensoñación bajo los cielos líquidos del amanecer que alumbrarán también, en ese poema en marcha que empieza a ser el cine, la presencia de luz de Marlene Dietrich. No es una presencia artificial, no es otra Mae West que haya continuado todo el repertorio de las rubias platino: algo hay en Marlene que nos seduce con la sensualidad de su misterio. Pero Marlene, en España, se encarnará en la voz de una mujer llamada Josefina de la Torre. Tiene talento para la interpretación, es actriz y sabe ocupar su escenario con ese fondo huidizo de sus ojos, desde una calidez que se despierta antes de ser tocada. Resultará perfecto el ensamblaje y, durante mucho tiempo, será la voz de Marlene Dietrich. Así, cuando Pablo García Baena vea por primera vez El ángel azul en un cine de Córdoba, escuchará la voz de esta mujer polifacética nacida en Las Palmas de Gran Canaria en 1907, activa en todas las vanguardias y muy próxima a la generación del 27. Melodiosa y grave, es una voz que toca la conciencia de la mujer que vemos en pantalla. Si nos adentramos en su timbre, podremos ir tocando los poemas que también se abrirán desde sus labios, porque en 1930 ya ha publicado un libro que ha tenido su recorrido crítico: Poemas de la isla. Cuatro años después, junto con Ernestina de Champourcín, serán las únicas mujeres incluidas en la famosa Antología de la Poesía Española de Gerardo Diego.