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Entrevista a Enrique Álvarez Barreiro, alcalde de Vilamartín de Valdeorras (Ourense)

"Está desapareciendo el humo y nos estamos dando cuenta de la inmensidad del desastre"

España vive la peor ola de incendios forestales del siglo que ya está dejando un paisaje desolador en lugares como Vilamartín de Valdeorras (Ourense), conde han ardido miles de hectáreas, algunas de gran valor ecológico quemadas, e incluso núcleos poblacionales, como la aldea de San Vicente, han quedado arrasados por las llamas. El alcalde de la localidad, Enrique Álvarez Barreiro, ha explicado en Las mañanas de RNE con Lara Hermoso cómo todavía están "intentando encajar" lo que ha pasado. Una situación dramática, ya que "está desapareciendo el humo y nos estamos dando cuenta de la inmensidad del desastre", afectando al sentir de todos los vecinos, con "toda la gente llorando por las esquinas" al encontrar "un pueblo que no reconocen". Álvarez Barreiro ha explicado que era una situación que se veía venir, porque "queda muy poca gente en el pueblo" y es "prácticamente imposible" que se realicen las tareas de limpieza de montes necesarias. Por eso, ha pedido más medidas de prevención para evitar que la catástrofe se vuelva a repetir, empezando por frenar la despoblación que castiga a localidades como la suya.

Una de las zonas que sigue preocupando es el incendio de Jarilla en la extremeña provincia de Cáceres, en el Valle del Jerte. En Navaconcejo, el Canal 24 Horas ha podido contactar con uno de los vecinos del pueblo, Jorge Bermejo Martín, que es agricultor. El vecino de la localidad ha explicado que "de momento bien", pero sopla mucho viento. Explica que el fuego ya ha pasado, pero que "quedan algunos rescoldos que estamos apagando los agricultores".

Comenta que a causa del fuego ha perdido bastantes cerezos y castaños, pero "menos de lo que podría pasar porque teníamos la finca limpia". Añade que, dentro de lo que cabe, ha tenido pocas pérdidas, pero hay vecinos que han "perdido el 100% de los cerezos". Bermejo Martín explica que, un cerezo, "para que entre en producción tiene que estar al menos de seis a siete años". Durante este tiempo los agricultores no ingresan nada, por lo cual supone mucho para la producción de cerezas.

Por otro lado, el agricultor explica que consiguieron apagar el fuego con sus propios medios, porque al pueblo no vino nadie. "Esto se tenía que haber atajado mucho antes", asegura. Afirma que los vecinos de la localidad empelaron mochilas de agua y tractores. "Se centraron en la zona de Hervás, de Plasencia, y aquí hasta última hora no ha venido nadie", sentencia Bermejo Martín.

Afirma que anímicamente están muy mal pues ahora todas las perdidas tendrán que ser repuestas con gastos y mucho trabajo. Comenta que les recomendaron cerrar las ventas y tener cuidado con el humo, pero nadie les dijo nada de evacuar. Asegura que "a los agricultores, que este es nuestro medio de vida, no se lo puede decir" y que "nadie viene a ayudarnos".

Imagen: EFE / EDUARDO PALOMO

A la hora de investigar las causas de un incendio "los primeros instantes son los más importantes", según la jefa del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de Zamora, Isabel García. La investigación es importante para esclarecer las causas, llevar ante la justicia a los culpables. Además, añade que "el primer aviso de esa persona que ve una columna de humo" es importante para que los servicios de emergencia puedan personarse rápidamente "y tener en nuestras manos los primeros testimonios".

Es de este modo como comienza la batalla por descubrir cómo empezó y dónde comenzó. Intentan averiguar y buscan "algún vestigio, alguna prueba, algún artefacto incendiario". Explica que "empezamos por ver, por ejemplo, indicadores de dirección, miramos los elementos del terreno, que pueden ser árboles, ramas, piedras, cómo la temperatura incide y vamos marcando".

Pero hay casos en los que no hay un punto de partida. "Cuando no queda nada, y el punto de inicio lo determinamos en un sitio por las evidencias, ya no queda otra opción que la de aplicación directa de llama", un proceso de tratamiento térmico, señala el sargento Luis Miguelargulo.

Los encargados de la investigación aplican el método de evidencias físicas. Como explica García, "sobre qué cosas pueden ser" y cuáles no. En toda España ya son 33 los detenidos y 89 los investigados este verano por incendios forestales, siendo mucho más comunes los incendiarios que los pirómanos. Detrás de estas cifras hay montes arrasados y vecinos que lo han perdido todo.

Imagen: EFE / BRAIS LORENZO

Más de 30.000 personas han tenido que abandonar sus casas en las últimas semanas, salir corriendo de sus pueblos, ante el avance imparable de los incendios forestales. Y, en los casos más duros, han sido testigos a distancia de cómo se quemaban sus viviendas o su ganado o su modo de vida. Hoy, escuchamos testimonios tanto de personas que han sido evacuados por el fuego... como de quienes se ocupan de su bienestar físico y emocional.

Palencia, Mario Pereira y Borja Rivas.

Los fuegos activos en España han provocado hasta el momento la destrucción de más de 340.000 hectáreas. En Jerte, Extremadura, la preocupación es total, y La Hora de la 1 ha podido hablar a través de una llamada telefónica con Felisa Cepeda, alcaldesa de Jerte, y ha comentado que "el frente de llamas está en la ladera que se encuentra en frente del monte de los Papúos, y quiero puntualizar que la ladera contraria, donde está la reserva natural La Garganta de los Infiernos, no se ha visto afectada. Para lanzar un mensaje de tranquilidad en ese sentido".

Las previsiones que se tienen para las próximas horas son que el viento está complicando todo, dado que, a última hora de la tarde, la zona de los Papúos estaba controlada y hubo una reactivación debido al viento. Es lo que preocupa en estos momentos. "La preocupación de los agricultores y los vecinos de Jerte, que su principal método de vida son los cultivos, ven amenazado que el incendio empiece a afectar a las zonas de cerezos" comenta Cepeda.

También, quiere mandar un mensaje de tranquilidad diciendo que "el núcleo de población, en principio, no se encuentra en peligro. Los núcleos de población no corren peligro".

EFE / EDUARDO PALOMO

España continúa padeciendo la oleada de incendios, que ya ha dejado más de 340.000 hectáreas quemadas, miles de personas evacuadas y varias víctimas mortales. En el informativo '24 Horas de RNE' ponemos el foco en las consecuencias de esta catástrofe natural en el campo. Para ello, hemos hablado con Álvaro Lobato, apicultor de Felechares de la Valdería (León) y doctor en Ciencias Ambientales, cuyas colmenas se han visto dañadas por las llamas: "Todavía no he tenido capacidad de analizar el daño", ha asegurado el entrevistado, y ha añadido que "hay que focalizar el daño sobre el medio natural". Además, en la zona se encuentra nuestro compañero de RTVE Noticias, Daniel Rivas, que nos ha comentado cómo es la situación en la zona.

El Día Mundial de la Prevención de los Incendios Forestales llega en medio de una ola de fuegos que asola la península. José Manuel Alonso, portavoz de la Plataforma de Asociaciones y Sindicatos de Bomberos y Forestas Forestales asegura en Las Mañanas de RNE que estamos ante una situación muy fuera de lo común. "Este es un caso súper excepcional porque es una concatena de incendios constantemente, entonces los servicios están extenuados, ya no dan más de sí, y eso conlleva accidentes"

Alonso protesta sobre las condiciones en las que se encuentran los bomberos forestales. "Es vergonzoso que a una persona que lleva 12 o 14 horas le den un bocadillo, no es una comida para una persona que se está desgastando como un atleta. Mucha gente cae desplomada por falta de alimentación". Además, manifiesta que la situación no es nueva. "Llevamos años denunciando que no existimos solo en verano, existimos todo el año y deberían de estar los cuerpos de bomberos forestales dimensionados para todas estas actuaciones", denuncia José Manuel Alonso.

Más de 350 personas han muerto en Pakistán en las últimas 48 horas debido a las fuertes lluvias del monzón que han provocado inundaciones y deslizamientos de tierra, especialmente en la provincia noroccidental de Khyber Pakhtunkhwa, donde se han registrado al menos 328 fallecimientos. La zona montañosa, que abarca 11 distritos, se ha convertido en el epicentro de la catástrofe, afectando a 3.817 personas, según ha informado el portavoz provincial Muhammad Ali Saif.

Las autoridades y los equipos de rescate luchan por llegar a las áreas más remotas, donde se teme que decenas de personas sigan atrapadas, mientras que las riadas han destruido viviendas y puentes, dificultando las labores de asistencia. Desde el inicio de la temporada del monzón, el pasado 26 de junio, Pakistán acumula 645 muertos y más de 900 heridos.

El Departamento Meteorológico de Pakistán (PMD) ha advertido que las corrientes del monzón se intensificarán hasta el jueves, con lluvias muy fuertes previstas en Cachemira y Punjab, lo que podría provocar nuevas inundaciones y desbordamientos de ríos. La autoridad de gestión de desastres de Punjab ya ha emitido alertas rojas en varios distritos ante el aumento del nivel de los ríos, alimentados por lluvias y deshielo de glaciares en el norte.

En Ourense es difícil escapar de la devastación del fuego. Las llamas acechan y amenazan viviendas, que los vecinos consiguen salvar por los pelos.

Las imágenes aéreas permiten apreciar la magnitud de la devastación. Hay más de 50.000 hectáreas arrasadas y un paisaje que se ha teñido de marrón.

Miles de efectivos luchan contra un fuego que no les da un respiro. Mientras continúa la investigación, hay dos nuevos detenidos. Para uno de ellos han decretado prisión provisional. Igual que para el acusado de desbrozar con un tractor y provocar el incendio de Oímbra.

Foto: Brais Lorenzo/EFE — Un vecino trabaja en labores de extinción del incendio forestal de Cualedro (Ourense)