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El papa sancionará con multa o cárcel al personal del Vaticano que no denuncie abusos a menores

  • La ley del Vaticano se endurece para servir de ejemplo a las Conferencias Episcopales en la lucha contra los abusos
  • Los delitos prescribirán cuando la víctima cumpla 38 años y los condenados serán apartados de sus cargos

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El papa refuerza las leyes contra el abuso de menores en el Vaticano
El papa refuerza las leyes contra el abuso de menores en el Vaticano

El papa Francisco ha decidido endurecer las leyes para prevenir y combatir los delitos de abuso de menores cometidos por miembros de la curia o en el Vaticano. Este viernes se han publicado tres documentos al respecto, el más importante el "motu proprio" de Francisco, para reformar la ley del país.

Solo un mes después de la cumbre vaticana sobre los casos de pederastia, cuyas conclusiones no gustaron a las víctimas de abusos por parte del clero, el pontífice da un paso adelante en esta lucha.

Entre las medidas se incluye la ampliación de la prescripción de los delitos a 20 años desde que la víctima cumple los 18 o la obligación de denunciar si se conoce algún caso, informó el Vaticano.

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El Vaticano da ejemplo

Francisco quiere dar ejemplo sobre el comportamiento que deben seguir las Conferencias Episcopales en todo el mundo para eliminar los abusos por parte del clero.

El Vaticano publicó hoy tres nuevos documentos respecto a este tema de los abusos a menores: uno es el "motu proprio" de Francisco en el que se reforma la ley vaticana, el otro cómo queda la norma y un tercero en el que se dan las "líneas guías" para afrontar estos casos para aquellos religiosos que residen en la Ciudad del Vaticano.

El pontífice firma los tres documentos publicados, aunque su firma era indispensable solo en el "motu proprio". Francisco expresa en este documento papal que "madure en todos la consciencia del deber de señalar los abusos a las Autoridades competentes y de cooperar con ellas en la actividad de prevención y contraste".

"Estos actos refuerzan la protección de menores a través de la potenciación del cuadro normativo. El Santo Padre desea que, también gracias a estas normas que conciernen al Estado de la Ciudad del Vaticano y la Curia Romana, madure en todos la conciencia que la Iglesia deba ser cada vez más una casa segura para los niños y las personas vulnerables", ha informado el director de la oficina de prensa del Vaticano, Alessandro Gisotti.

La norma amplía la categoría de adultos vulnerables, cuyos casos deben ser tratados como los de los menores: "toda persona en estado de enfermedad, deficiencia física o mental o privación de la libertad personal que, de hecho, incluso ocasionalmente, limite la capacidad de comprender o de querer o de resistirse a quien le ofende". También obliga a perseguir de oficio otros abusos contra menores, como el maltrato.

Con esta nueva normativa, el papa quiere dar ejemplo desde el Vaticano sobre el comportamiento que tienen que tener el resto de Conferencias Episcopales en todo el mundo para eliminar la lacra de los abusos por parte del clero.

En su "motu proprio" Francisco explica su decisión de "fortalecer aún más el marco institucional y legislativo para prevenir y combatir los abusos contra los menores y las personas vulnerables por parte de la curia romana y en el Estado de la Ciudad del Vaticano".

Obligación de denunciar

Con estas nuevas normas se introduce "la obligación de denunciar los abusos a las autoridades competentes y cooperar con ellos en actividades de prevención y cumplimiento de la ley".

De este modo, con esta nueva legislación, que entrará en vigor el 1 de junio, con la que se reforma el Código Penal conocido como Zanardelli de 1889, el Papa impone una sanción para quienes omitan o retrasen la denuncia de casos de abusos a menores o personas vulnerables, excepto en casos de secreto de confesión.

Se ofrecerá, añade el pontífice, "atención pastoral adecuada a las víctimas y sus familias, apoyo espiritual, médico, psicológico y legal adecuado y el derecho a un juicio justo e imparcial".

Además, "la persona condenada por abusar de un menor o una persona vulnerable será apartada de su cargo", pero se le garantizará una rehabilitación psicológica y espiritual.

En todo caso, si es un sacerdote, todas las normas canónicas ya en vigor toman el relevo.

Mientras que se hará todo lo posible para "rehabilitar la buena fama de quien ha sido acusado injustamente".

20 años para prescribir

Estas nuevas normas reforman así la legislación del Estado de la Ciudad del Vaticano donde está aún vigente el Código Penal conocido como Zanardelli de 1889.

Se introduce por ello además una prescripción de 20 años para este tipo de delitos a partir de que la víctima cumpla mayoría de edad, 18 años, pues hasta ahora era de cuatro años.

Desde este momento todos los delitos relacionados con el abuso de menores, no solo los de naturaleza sexual, sino también, por ejemplo, el maltrato, serán "punibles por ley", incluso en ausencia de una denuncia si se tiene constancia del caso.

Esta ley se aplicará a todos los trabajadores del Vaticano, a la curia, y a todo el personal diplomático en las nunciaturas.

Acompañar a las víctimas

Se creará también, dentro de la Dirección de Salud e Higiene del Vaticano, un servicio de acompañamiento para las víctimas de abuso, que será coordinado por un experto calificado, donde se podrán dirigir para pedir ayuda, recibir asistencia médica y psicológica, y donde se les dará a conocer sus derechos y cómo hacerlos cumplir.

Novedad también en lo que respecta a la selección y reclutamiento de personal del Governatorato y la Curia Romana: se debe determinar la idoneidad del candidato para interactuar con menores.

Asimismo se han publicado "las líneas guías" para como comportarse ante estos casos en el vicariato de la Ciudad del Vaticano y que está dirigido a los pocos religiosos que se encargan de las dos parroquias presentes en el Estado pontificio, pero que sirve de ejemplo de lo que se debería adoptar en el resto de Conferencias Episcopales de todo el mundo.

Contacto con menores

Estas leyes serán aplicables a todos aquellos que trabajen en el Estado del Vaticano y por extensión en la Curia Romana, pero también entre el personal diplomático al servicio de las nunciaturas. Además las directrices pastorales se dirigen a los sacerdotes, diáconos y educadores del Preseminario San Pío X, a los cánones, párrocos y coadjutores de las dos parroquias, a los religiosos y religiosas que residen en el Vaticano, así como a "todos aquellos que trabajan en cualquier cargo, individual o asociado, dentro de la comunidad eclesial del Vicariato de la Ciudad del Vaticano".

También se especifica que estas personas deben estar siempre en lugar visible al público cuando estén en presencia de menores y que está estrictamente prohibido "establecer una relación preferencial con un solo menor, dirigirse a un menor de forma ofensiva o adoptar conductas inapropiadas o sexualmente alusivas, pedir a un menor que guarde un secreto, fotografiar o filmar a un menor de edad sin el consentimiento escrito de sus padres.