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Rescate en el Mediterráneo

Italia ve "vergonzoso" que Francia y España "aleccionen" sobre inmigración tras las críticas de Macron

  • Hablará con las autoridades italianas, españolas y maltesas
  • Merkel: La UE debe dar una solución unitaria y no "unilateral" a migración
  • El Ejecutivo galo cree que se debería haber aplicado el derecho internacional
  • El primer ministro italiano responde que "no aceptará lecciones hipócritas"
  • Hungría y Eslovaquia elogian que Italia rechace a los migrantes del Aquarius

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El presidente francés, Emmanuel Macron, en una imagen reciente.
El presidente francés, Emmanuel Macron, en una imagen reciente.

El recién estrenado Gobierno italiano vive su primer enfrentamiento internacional directo por su gestión del barco de rescate Aquarius Tras impedir su desembarco en territorio italiano, con un ministro del Interior cantando "victoria" por el ofrecimiento de España a acoger a los 629 migrantes, el gabinete de Giuseppe Conte ha sido duramente criticado por el presidente francés, Emmanuel Macron, mientras España no descarta que "acaben existiendo responsabilidades penales internacionales" contra el país, según ha asegurado la ministra de Justicia española, Dolores Delgado.

El mandatario francés ha denunciado el "cinismo" y la "irresponsabilidad" de Italia en la gestión del barco y ha expresado su intención de hablar con las autoridades italianas, españolas y maltesas sobre la crisis europea abierta por el rechazo a los inmigrantes del barco.

La respuesta del primer ministro italiano no ha tardado en llegar, al cargar en un comunicado contra la "hipocresía" del Gobierno francés, que "siempre ha preferido dar la espalda en lo que se refiere a inmigración". También el vicepresidente, Luigi di Maio, ha considerado "vergonzoso" que Francia y España "den lecciones" a su país en materia inmigratoria.

Bruselas perfila responsabilidades en la crisis de los migrantes del Aquarius

Merkel: La UE debe dar una solución unitaria y no "unilateral" a migración

La canciller de Alemania, Angela Merkel, ha llamado este martes a la Unión Europea (UE) a dar una "solución unitaria" para la política migratoria y ha alertado contra toda respuesta "unilateral", al tiempo que ha insistido en la necesidad de lograr un reparto "equilibrado" de los refugiados.

"Hay total coincidencia en que necesitamos proteger mejor nuestras fronteras exteriores, así como en dar una respuesta unitaria a nuestros desafíos", ha afirmado Merkel en una comparecencia junto con su homólogo austríaco, Sebastian Kurz.

"Ningún país puede cambiar unilateralmente las reglas de asilo en la UE" ha añadido Merkel, advertencia a sus socios comunitarios, pero también a las presiones en su gran coalición para que cierre sus fronteras y adopte una línea más restrictiva, de acuerdo al modelo austríaco.

La jefa del Gobierno alemán y su homólogo austríaco han evidenciado de nuevo sus divergencias a este respecto, ya que mientras Kurz defendía ese rumbo más restrictivo con el objetivo de "detener" las corrientes migratorias, Merkel aludió al deber de prestar "auxilio humanitario" a quien lo precisa.

Pese a esas diferencias, ambos coincidieron en la necesidad de lograr un acuerdo a escala comunitaria sobre asilo e inmigración en la cumbre de la UE de finales de junio.

Francia acusa a Italia de no respetar el derecho internacional

El portavoz del Gobierno francés, Benjamin Griveaux, ha criticado "una forma de cinismo y una parte de irresponsabilidad" en la manera en que Italia ha gestionado esta situación, según ha indicado en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros galo.

A la pregunta de por qué Francia no se había propuesto para acoger el navío con 629 inmigrantes indocumentados, el portavoz ha respondido que "está descartado crear un antecedente" y señala que se debería haber aplicado el derecho internacional, que estipula que el puerto de acogida debe ser el más cercano al lugar del rescate.

"Hipocresía" de Francia y España

Horas después, el primer ministro italiano ha respondido a las acusaciones de Macron a través de un duro comunicado. "Los comentarios sobre el Aquarius desde Francia son sorprendentes y muestran una seria falta de conocimiento sobre lo que está ocurriendo realmente", dice en la nota.

También arremete contra las críticas del presidente francés, al destacar que "Italia no aceptará lecciones hipócritas de países que siempre han preferido dar la espalda en lo que se refiere a inmigración".

Di Maio se ha adherido a su tesis, al argumentar que "Francia y España han cerrado sus puertos desde hace tiempo [...], es vergonzoso que representantes de estos países vengan a darnos lecciones de moral por pedir a nuestros socios europeos repartir a los inmigrantes que llegarán en verano", ha criticado en Facebook.

En el caso de Francia, el vicepresidente ha asegurado que "expulsa cada día a inmigrantes", mientras que Salvini se ha reafirmado en Twitter en su consigna trumpiana: "España nos quiere denunciar, Francia dice que soy 'vomitivo'. Quiero trabajar serenamente por todos, pero con un principio: primero los italianos".

En cualquier caso, Italia ha lanzado un mensaje a Europa: "Hay un nuevo Gobierno y nada será como antes", para lo que han solicitado "modificar lo antes posible" el Reglamento de Dublín, que establece las normas de reparto de migrantes en la Unión Europea.

Hungría y Eslovaquia elogian a Italia

En cambio, los jefes de Gobierno de Hungría, Viktor Orbán, y Eslovaquia, Peter Pellegrini, han elogiado la decisión de Italia de no autorizar la entrada en sus puertos del buque Aquarius, con 629 inmigrantes a bordo.

"Cuando oí la noticia solo me expresé con un suspiro y dije: ¡Por fin!", ha declarado a la prensa en Budapest el nacionalista Orbán, tras su reunión con el socialdemócrata Pellegrini. Según Orbán, "durante mucho tiempo" se argumentó que las fronteras marítimas no se pueden defender. "Lo que faltaba era la voluntad y no la capacidad", ha agregado Orbán, conocido por su rechazo categórico a la inmigración y los refugiados, a quienes relaciona con el terrorismo y la criminalidad.

Por su parte, Pellegrini considera que actualmente si una persona "se lanza al agua puede estar seguro de que será llevado al territorio de la Unión Europea". "La decisión italiana es solo un comienzo que obligará a otros países a crear un sistema eficaz de defensa de las fronteras", opina el primer ministro eslovaco.

"No cambiaremos nuestra decisión de ser los que decidimos con quienes queremos convivir", recalca Pellegrini, y agrega que la gran mayoría de la población de Europa "está de acuerdo con lo que dice sobre el tema el Grupo de Visegrádo" (formado por Hungría, Eslovaquia, Polonia y la República Checa). Los países del Grupo de Visegrado se han opuesto a la reubicación de refugiados dentro de la UE y han rechazado las políticas de acogida.