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La huelga general en Bélgica paraliza el transporte público y obliga al cierre de numerosos comercios

  • Las quejas se centran en la reforma laboral anunciada por el Gobierno
  • Critican el retraso en la edad de jubilación hasta los 67 años
  • Y el endurecimiento de los requisitos para acceder a las prejubilaciones

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Aspecto de la principal estación de tren de Lieja durante la huelga de 48 horas convocada por los sindicatos ferroviarios el pasado enero
Aspecto de la principal estación de tren de Lieja durante la huelga de 48 horas convocada por los sindicatos ferroviarios el pasado enero.

La huelga general convocada este viernes en Bélgica por el sindicato socialista en contra de los recortes del Gobierno ha afectado ampliamente al transporte público en el país, aunque el sector privado también se ha visto perjudicado por la acción de los piquetes, que han obligado a numerosos comercios a cerrar, especialmente en la región de Valonia.

En Bruselas el transporte público se ha visto paralizado ya que ningún metro, tranvía o autobús ha funcionado, mientras que el servicio de trenes también se ha visto fuertemente perturbado y la red de autobús en las regiones de Flandes y Valonia también se han visto afectadas, especialmente en Flandes.

El Aeropuerto Internacional de Bruselas ha pedido a los pasajeros acudir con tiempo y que sólo trajeran equipaje de mano para evitar problemas por la huelga, que ha secundado el personal de asistencia en tierra de Swissport. Además, un centenar de militantes del sindicato socialista ha logrado bloquear por la mañana el acceso a la zona de carga del aeropuerto, perturbando fuertemente el transporte de carga hasta las 15:00 horas

En Lieja, numerosos piquetes huelguistas han provocado problemas en el aeropuerto regional de Bierset. La terminal de pasajeros de Lieja también se ha visto bloqueada por una quincena de huelguistas. Un vuelo procedente de Málaga no ha podido aterrizar y he tenido que ser desviado al Aeropuerto de Bruselas.

Comercios cerrados

Algunos comercios como supermercados han permanecido cerrados. El 50% de los supermercados del grupo Colruyt ha cerrado y en localidades como Lieja los supermercados de Cora y Carrefour tampoco han abierto sus puertas. Pero también las tiendas de muebles de Ikea han permanecido cerradas y las grandes plantas de producción se han visto igualmente paralizadas por los piquetes, sobre todo en las localidades de Lieja y Hainaut.

El sindicato socialista ha denunciado "la intervención brutal" de la Policía local en Amberes, que ha detenido al presidente local del sindicato y ha recurrido a cañones de agua para sofocar las acciones de protesta.

Las guardarías también se han visto afectadas por la falta de personal, mientras que en las escuelas apenas se ha notado la huelga. Los servicios postales también han secundado el paro de forma mayoritaria y el parque de atracciones de Walibi en Wavre también ha vivido una acción de protesta.

El servicio público belga ya se ha manifestado y protagonizado diversos paros en los últimos meses en contra de las políticas de austeridad del Gobierno. Las quejas se centran en la reforma anunciada por el Gobierno federal para "flexibilizar" el mercado laboral y en las políticas de austeridad que, según los convocantes, se han traducido en una pérdida del 2% en el poder adquisitivo. También critican el retraso en la edad de jubilación hasta los 67 años y el endurecimiento de los requisitos para acceder a las prejubilaciones.

El primer ministro belga, Charles Michel, ha acusado esta semana de "radicalismo sindical" a los promotores de la huelga general. El paro de este viernes forma parte de una agenda más amplia de movilizaciones, que incluye una gran manifestación el próximo 29 de septiembre y una nueva huelga general en octubre.