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El Supremo de Brasil autoriza juzgar al presidente de la Cámara de Diputados por corrupción en Petrobras

  • El tribunal ha admitido las denuncias presentadas contra Eduardo Cunha
  • Se juzgará el presunto cobro de comisiones en contratos de la petrolera
  • Será el primer presidente de la cámara baja que afronta un juicio penal

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El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, en una sesión parlamentaria
El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, en una sesión parlamentaria.

El Tribunal Supremo de Brasil ha admitido a trámite las denuncias presentadas por la fiscalía contra el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, que será juzgado por su supuesta implicación en una trama de corrupción en torno a la petrolera estatal Petrobras.

Esta decisión convierte a Cunha en el primer político que el Supremo lleva al banquillo de los acusados por este caso, así como el primer presidente de la cámara baja brasileña que, en el ejercicio de su cargo, afrontará un juicio penal. "La decisión se ha tomado por unanimidad", ha declarado el presidente del Tribunal Supremo, Ricardo Lewandowski.

El tribunal deberá juzgar la presunta participación de Cunha en el amaño de los contratos para la compra de dos buques petroleros que le habrían rendido comisiones por "al menos" cinco millones de dólares. Otro medio centenar de políticos, incluido el presidente del Senado, Renán Calheiros, están implicados en la trama, que según la propia empresa supuso la malversación de unos 2.000 millones de dólares.

Indicios "robustos" de corrupción

La Corte Suprema ha rechazado todas las alegaciones de la defensa de Cunha, que incluso esgrimió que merecería "trato de jefe de Estado", ya que como presidente de la Cámara de Diputados es el segundo, por detrás del vicepresidente, en la línea sucesoria en caso de una renuncia o destitución de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.

El encargado de instruir el caso ha sido el magistrado Teori Zavascki, quien en una sesión realizada este miércoles recomendó al pleno del Tribunal Supremo que diera luz verde a la investigación. "Hay indicios robustos" para aceptar la denuncia, señalaba Zavascki, un argumento que este jueves ha recibido el respaldo de los otros diez miembros del tribunal.

El magistrado Celso de Mello, decano de la corte, ha hecho un duro pronunciamiento al emitir su voto y se ha declarado "sorprendido" por "estos episodios criminales, estos fragmentos de la delincuencia que componen un vasto y osado panel de asalto y tentativa de captura del Estado por parte de una organización criminal".

Cunha no deja su cargo

Seguiré ejerciendo mis funciones con normalidad, porque será muy fácil demostrar mi inocencia

Tras conocer la decisión del Supremo, Cunha ha recalcado que el hecho de estar procesado "no supone culpa" y que tampoco le obliga a dejar la presidencia de la Cámara de Diputados. "Seguiré ejerciendo mis funciones con normalidad, porque será muy fácil demostrar mi inocencia", ha declarado a la prensa, a pesar de que se han multiplicado las voces de parlamentarios de todas las tendencias políticas que exigen su renuncia al cargo.

Cunha, un ferviente evangélico, pertenece al oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que lidera el vicepresidente del país, Michel Temer, pero el año pasado anunció su decisión "personal" de pasar a la oposición, de forma que se convirtió en el principal rival político de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.

En su condición de presidente de la Cámara de Diputados, en diciembre de 2015, tras haber rechazado casi una treintena de denuncias anteriores, autorizó la apertura de un juicio político contra Rousseff para evaluar si debe ser destituida por presuntas irregularidades fiscales, en las que el Gobierno habría maquillado sus resultados en 2014 y 2015. El proceso llegó a comenzar, pero fue suspendido por el Supremo debido a unos "errores de procedimiento" y se retomará en las próximas semanas.