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El presidente de la Cámara de Diputados brasileña autoriza la apertura de un juicio político para destituir a Rousseff

  • Se trata de un juicio político con fines de destitución de la presidenta brasileña
  • Dilma Rousseff está acusada de irregularidades fiscales ocurridas en 2015
  • Rousseff, "indignada" ante la posibilidad de afrontar un juicio político

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La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se enfrenta a un juicio político por irregularidades fiscales.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se enfrenta a un juicio político por irregularidades fiscales.

El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, ha autorizado este miércoles la apertura de un juicio político con fines de destitución a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, tras considerar procedente una acusación contra la mandataria por irregularidades fiscales ocurridas en 2015.

Cunha ha anunciado su decisión en una rueda de prensa en la que ha aclarado que no encontró ninguna objeción para rechazar la acusación y en la que ha dicho lamentar haber autorizado un proceso al que, en su opinión, el país necesitaba enfrentarse.

"No hago esto por motivación política y la rechazaría (la acusación) si no estuviese de acuerdo con la ley", ha afirmado el presidente de la Cámara baja, un dirigente del oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) que en septiembre pasado se declaró "independiente" y que desde entonces viene apoyando causas defendidas por la oposición.

El presidente de los Diputados ha dicho que hasta ahora había rechazado 27 de 34 peticiones que recibió para autorizar el inicio de un juicio político contra la presidenta por considerarlas en desacuerdo con la ley o referirse a hechos ocurridos en el primer cuatrienio de Rousseff, que asumió su segundo mandato de cuatro años en enero pasado.

"Rechacé todas las peticiones que se referían a hechos ocurridos en el mandato anterior para respetar la Constitución pero tengo que aceptar esta solicitud porque su argumentación es correcta, no tiene errores formales y acusa a la mandataria de crímenes de responsabilidad ocurridos este año", ha asegurado.

La Constitución prevé celebrar juicios políticos

La Constitución brasileña prevé la celebración de juicios políticos contra un jefe de Estado siempre y cuando se comprueben razones jurídicas o los denominados "delitos de responsabilidad", lo que atañe a los manejos irregulares de las finanzas públicas.

La petición aceptada este miércoles por Cunha argumenta que Rousseff incurrió en ese tipo de delitos al avalar una serie de maniobras irregulares que permitieron maquillar los resultados fiscales del año pasado y que, según los órganos de contraloría, podrían haberse repetido este año.

Cunha ha admitido que la petición presentada por varios juristas, entre los cuales Helio Bicudo, uno de los fundadores del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), se refería a maniobras fiscales del año pasado, pero que sus autores presentaron un anexo para incluir en la acusación irregularidades supuestamente ocurridas este año.

"Mi responsabilidad es únicamente autorizar la apertura del proceso pero no la de proferir juicio de mérito sobre la acusación", ha aclarado Cunha.

El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, junto al diputado Jose Guimaraes

El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, junto al diputado Jose Guimaraes REUTERS

Ha agregado que el inicio oficial del juicio contra el jefe de Estado depende de que una comisión que la Cámara de Diputados creará esta misma semana se pronuncie sobre el mérito de la acusación.

Según el reglamento del Congreso, una vez acogida la acusación, la Cámara tiene un plazo de diez sesiones legislativas para notificar al jefe de Estado de la acusación y para crear una Comisión Especial de diputados que tendrá que emitir un parecer sobre si acepta o rechaza el inicio del proceso.

"No lo hago con felicidad"

El presidente de los Diputados ha lamentado su propia decisión y ha dicho que no consiguió ningún argumento técnico para desmontar la acusación presentada contra la mandataria. "No lo hago con felicidad, incluso porque se trata de una decisión delicada en momentos en que el país atraviesa una situación difícil, con la economía en crisis y una crisis política", ha afirmado.

Cunha ha dicho que el juicio político es un proceso que de cualquier forma tenía que ser enfrentado por el país, que no podía aplazarse por más tiempo, y ha destacado que Brasil cuenta con un Congreso "soberano" para hacerse cargo.

"Lamento profundamente lo que está ocurriendo y no tengo ninguna felicidad con el acto que estoy practicando. Espero que el país pase por este proceso", ha asegurado.

El presidente de la Cámara de Diputados ha anunciado su decisión precisamente el día en que el PT, el partido de Rousseff, ha informado de que apoyará la apertura de un proceso en el Consejo de Ética que puede despojar al legislador de su mandato.

Cunha enfrenta varias acusaciones en el marco del escándalo de corrupción descubierto en Petrobras y recientemente la Fiscalía le abrió un proceso por unas cuentas bancarias nunca declaradas que le descubrió en el exterior y que al parecer recibieron depósitos de recursos desviados de la petrolera estatal.

Rousseff "indignada" ante la posibilidad de afrontar un juicio político

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se ha declarado "indignada" ante la decisión del jefe de los Diputados, Eduardo Cunha, de promover un juicio político en su contra y ha asegurado que no existe ninguna base jurídica para ello.

"Recibí con indignación la decisión del presidente de la Cámara de Diputados contra un mandato democráticamente conferido por el pueblo brasileño", ha declarado Rousseff en un muy breve pronunciamiento en el Palacio presidencial de Planalto.