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Incertidumbre por el futuro de Puerto Rico tras el primer impago de una deuda "insostenible" de 72.000 millones de dólares

  • No pagó 58 millones de dólares a la Corporación para el Financiamiento Público
  • Puerto Rico no puede acogerse a la ley de quiebras federal que rige en EE.UU.
  • El secretario del Tesoro, a favor de que la isla pueda acogerse a la ley de quiebras

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Primer impago de deuda de la historia de Puerto Rico

La decisión del Gobierno de Puerto Rico de no hacer frente al vencimiento de pago de una de sus corporaciones públicas crea incertidumbre sobre el resto de la deuda pública de la isla que asciende a 72.000 millones de dólares.

Las consecuencias del impago de 58 millones de dólares a la Corporación para el Financiamiento Público (PFC por sus siglas en inglés) de una emisión que venció el pasado fin de semana es todavía una incógnita. Se trataría del primer impago de la historia del Estado Libre Asociado, territorio estadounidense desde 1898 que cuenta con cierto grado de autonomía y una constitución propia.

Elías Gutiérrez, uno de los economistas de más prestigio en la isla, apunta que la decisión de no pagar la deuda de la PFC es resultado de un cálculo recomendado por asesores del Gobierno, que han concluido que los tenedores de deuda de dicha corporación tienen una posición débil para hacer frente legalmente al Ejecutivo.

Gutiérrez recuerda que el Gobierno anunció recientemente que su situación de liquidez mejoró y que por ello podrá mantener operaciones hasta noviembre del corriente año, gracias a que un puñado de sus corporaciones públicas fueron forzadas a emitir el pasado viernes deuda a corto plazo por una cantidad estimada en 400 millones de dólares.

La pasada semana, el secretario de Gobernación, Víctor Suárez, anunció un esfuerzo para reunir liquidez y saldar los vencimientos de deuda más inmediatos de agosto, aunque matizó que quedaba fuera el de la PFC, subsidiaria del Banco Gubernamental de Fomento de Puerto Rico, que justificó por falta de liquidez.

Puerto Rico no puede acogerse a la ley de quiebras federal que rige en EE.UU.

Suárez fue el encargado de abordar el asunto en ausencia del gobernador García Padilla, quien viajó a Washington para recabar apoyo entre los legisladores del Congreso para que Puerto Rico pueda acogerse a la ley de quiebras federal que rige en Estados Unidos.

El Ejecutivo de la isla buscaba recabar apoyos de los congresistas en Washington al proyecto HR 870, medida ya presentada ante el Legislativo estadounidense para que se incluya a Puerto Rico en el Capítulo 9 de la Ley de Quiebras federal.

Puerto Rico fue excluido hace años del Capítulo 9, por lo que su Gobierno no tiene potestad para autorizar a sus corporaciones públicas a solicitar esa protección provista por la ley federal. Desde San Juan se piensa que una bancarrota ordenada por un juez permitiría llegar a un acuerdo con los acreedores que evite una batalla judicial de consecuencias impredecibles.

A este respecto, el secretario del Tesoro, Jacob Lew, se mostró la pasada semana a favor de que Puerto Rico pueda acogerse a la ley de quiebras federal porque "necesita un proceso ordenado de reestructuración de unos pasivos insostenibles". Aunque también afirmó que las autoridades estadounidenses no acudirán al rescate financiero de la isla.

"Cualquier esfuerzo para que Puerto Rico regrese al camino económico sostenible debe comenzar con el desarrollo de un plan fiscal integral a largo plazo que aborde los desafíos financieros de Puerto Rico", subrayó Lew.

El plan fiscal también debe ser complementado con una estrategia de crecimiento económico realista y sólida que fomente nuevas inversiones privadas, aumente la competitividad de Puerto Rico y fortalezca su economía, apuntó.

La incertidumbre sobre que pasará con la deuda de Puerto Rico coincide con la publicación del Índice de Actividad Económica, que cayó en el último año fiscal un 1,6% debido a la pérdida de empleos y la bajada del consumo de gasolina y cemento.