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Violentos incidentes en las protestas convocadas por la nueva sede del BCE en Fráncfort

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Violentos incidentes en las protestas convocadas por la nueva sede del BCE en Fráncfort

Grupos de manifestantes han protagonizado violentos enfrentamientos con el fuerte operativo antidisturbios desplegado en Fráncfort por la inauguración oficial de la nueva sede del Banco Central Europeo (BCE), que ha tenido lugar este miércoles. La policía ha detenido a 25 personas en las protestas, que además han dejado 14 agentes y 21 manifestantes heridos.

La policía de Fráncfort ha informado de que 14 de sus agentes han resultado heridos y que otros 80 tenían los ojos irritados tras haber sido rociados con gases irritantes. El movimiento Blockupy, el grupo que había convocado la protesta para reclamar el fin de las políticas de austeridad y más democracia frente a los mercados financieros, ha asegurado en su cuenta de la red social Twitter que 21 manifestantes han resultado heridos y que otros 107 sufrían irritaciones por el gas pimienta, recoge la agencia AFP.

Algunos de los manifestantes, encapuchados, se han enfrentado a los policías antidisturbios desplegados frente al edificio, lanzándoles piedras e incendiando contenedores. Las fuerzas de seguridad, por su parte, han hecho uso de cañones de agua a presión para tratar de contener a los grupos de jóvenes que, desde la madrugada pasada, habían empezado con estas acciones de protesta violentas.

Las autoridades de Fráncfort habían organizado un fuerte dispositivo policial -de entre 5.000 y 10.000 agentes- para proteger las inmediaciones del edificio del BCE, así como otros puntos potencialmente vulnerables en la ciudad.

Blockupy se distancia de los actos violentos

Blockupy se ha distanciado de los actos violentos y también ha responsabilizado parcialmente de ellos a la Policía. "Estoy decepcionado por la falta de autocontrol de algunos", ha dicho un representante de Blockupy, Thomas Occupy, según la agencia Efe.

"Nuestra protesta es contra el BCE que, como miembro de la troika, dificulta el trabajo del Gobierno griego. Y no ha sido elegido democráticamente. Queremos que las políticas de austeridad terminen", ha asegurado Ulrich Wilken, uno de los organizadores, a la agencia Reuters, a quien había dicho que el movimiento quería "una protesta ruidosa pero pacífica".

La portavoz de la policía de Fráncfort Claudia Rogalski ha descrito la actitud de la multitud como "agresiva". "Hemos tenido lanzamientos de piedras, incendios de contenedores de basuras y siete coches policiales resultaron dañados", ha asegurado en declaraciones a la misma agencia.

Manifestación pacífica por la tarde contra el BCE

En el intento de rodear la nueva sede del BCE, que ha tenido lugar por la mañana, han participado unas 6.000 personas, según los organizadores. El movimiento anticapitalista Blockupy -llamado así tras el movimiento Occupy Wall Street surgido en 2011- calculaba que al menos 10.000 personas, llegadas de toda Europa, secundarían su jornada de protestas.

Por la tarde, según la organización, unas 20.000 personas (el doble de lo previsto) marcharon para protestar contra la austeridad. La policía de Fráncfort, en su cuenta de Twitter, ha rebajado a 17.000 los participantes en la manifestación.

Muchos de los manifestantes habían viajado desde el resto de Alemania y otros países europeos. Una de ellas es Eleonora Forenza, eurodiputada italiana del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica, quien ha culpado al BCE de ser el "responsable de la alta tasa de desempleo" que sufre Italia, ha dicho a la agencia AFP.

Como muchos, ella también estaba allí para mostrar su solidaridad con Grecia, "la primera víctima de las políticas del BCE". "El objetivo común de todos los partidos de izquierda es combatir la austeridad", aseguraba a AFP Georgios Chondros, miembro de Syriza.

El eurodiputado de Podemos Miguel Urbano ha denunciado por su parte que en España "los recortes presupuestarios impuestos por el BCE como parte de la troika han llevado a miles y miles de personas a la exclusión social y la pobreza.

El BCE inaugura su nueva sede, "la casa del euro"

Mientras, a unos 500 metros de las protestas matutinas, el presidente del BCE, Mario Draghi, ha inaugurado de forma oficial la nueva sede que, asegura, será conocida inevitablemente como "la casa del euro". Ante un centenar de invitados, entre los que se encuentran los gobernadores de los bancos centrales nacionales de la zona euro, el banquero italiano ha dicho que la sede "proporciona un fundamento sano para que el BCE logre su mandato de estabilidad de precios para todos los ciudadanos de la zona euro".

"El euro, nuestra moneda única, se ha convertido en el símbolo más tangible de la integración europea, una pieza de Europa accesible y valioso para todos nosotros", ha añadido Draghi, quien ha asegurado: "El edificio es un símbolo de lo mejor que Europa puede lograr junta pero es también un símbolo de por qué no podemos arriesgar nunca de nuevo separarnos".

En su discurso, además, el presidente del BCE ha tenido un recuerdo para las víctimas del holocausto nazi. "Entre 1941 y 1945, más de 10.000 judíos de Fráncfort y cercanías fueron deportados desde aquí a los campos de concentración. Se ha construido un monumento en memoria en la parte este del edificio para recordarnos, y a los que vengan después de nosotros, que los hechos nunca se pueden olvidar", ha asegurado Draghi ante representantes de la comunidad judía en Alemania.

La sede del BCE, que tiene capacidad para 2.900 empleados, se encuentra en Ostend, en la zona este de Fráncfort, y ocupa el lugar del Grossmarkthalle -el antiguo mercado mayorista de fruta y verdura de Fráncfort-. El grupo vienés de arquitectos Coop Himmelb(l)au creó la nueva sede del BCE, un híbrido escultural de dos torres conectadas por un atrio y la antigua nave de la Grossmarkthalle, que es un edificio industrial de 1928 protegido y que ahora es la entrada principal al banco y área pública.

En la estructura, de 185 metros, se han desembolsado 1.300 millones de euros, un 30% más de lo presupuestado. Además, el BCE mantiene abierta la antigua sede (cuyo alquiler cuesta 200.000 euros al mes), lugar que ocupan los empleados que se dedican a la supervisión bancaria, informa el corresponsal de TVE en Berlín, Miguel Ángel García.