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Trichet asegura que no negoció con Zapatero la reforma de la Constitución para limitar el déficit

  • El expresidente del BCE afirma que España e Italia "estaban en juego"
  • Trichet: "Se ha evitado una crisis peor que la Gran Depresión de 1929"
  • Critica que la eurozona no aplicó correctamente el Pacto de Estabilidad

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El expresidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude  Trichet, ha justificado la carta que envió en agosto de 2011 al expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la que  reclamaba importantes reformas económicas alegando que la situación  de la eurozona era "absolutamente dramática" y que España e Italia  "estaban en juego", pero ha negado que negociara la reforma de la  Constitución para limitar el déficit público.

Así lo ha recordado Trichet en su intervención ante la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo (PE).

El resto del mundo estaba apostando masivamente por el colapso de España e Italia

"En esta carta dije lo que pensaba que, desde mi mejor análisis de la situación, serían las mejores cartas en manos de España para salir de esa situación absolutamente dramática", ha dicho Trichet, en respuesta a una pregunta del eurodiputado de CiU Ramón Tremosa.

La carta, de la que se conocía su existencia pero no su contenido hasta su reciente publicación por parte de Zapatero en un libro de memorias, ha sido relacionada con la aprobación de la reforma de la Constitución española para introducir la conocida como "regla de oro" del equilibrio presupuestario, ha recordado Tremosa.

Trichet ha justificado que "el episodio más intenso" de la crisis se dio en el verano de 2011, cuando España e Italia, que representan en torno al 40% del Producto Interior Bruto (PIB) de la zona del euro, "estuvieron en riesgo", al tiempo que ha señalado que entonces el BCE decidió actuar.

En agosto 2011 se vivía "una situación absolutamente dramática"

"Desde nuestro punto de vista, se podía ver claramente el drama absoluto, igual que se veía desde Madrid el drama absoluto, porque el resto del mundo estaba apostando masivamente por el colapso de España e Italia y, después, contra el resto de la zona del euro", ha explicado.

En agosto 2011 se vivía "una situación absolutamente dramática" y el BCE decidió intervenir con la compra de bonos de España e Italia para frenar la escalada de la prima de riesgo en ambos países, según Trichet. "Decidimos intervenir para restaurar una correcta transmisión de la política monetaria, pero también pensamos que si interveníamos y fallábamos a los ojos del resto del mundo, perderíamos la credibilidad del BCE, del país en cuestión y de toda Europa", ha afirmado Trichet.

En este contexto, el francés decidió trasladar a Zapatero qué medidas consideraba necesarias para alejar a España del foco de las tensiones del mercado. "Consideramos que era importante -no solo yo, sino también el consejo del BCE y el gobernador del Banco central español- que era absolutamente necesario decir lo que estábamos viendo y en conexión lo que estábamos viendo en el resto del mundo y de Europa", ha dicho.

Trichet ha defendido que "la experiencia ha demostrado que lo que se ha hecho ha demostrado ser efectivo para sacar a España fuera del drama sin un programa completo del Fondo Monetario Internacional (FMI)".

"Impedimos la gran depresión, pero no evitamos la gran recesión"

Por otra parte, el expresidente del BCE ha dicho que, gracias a la respuesta de los bancos centrales y los gobiernos, se ha evitado una crisis "peor" que la Gran Depresión de 1929, aunque ha reconocido los altos costes que han supuesto las medidas adoptadas.

Trichet ha manifestado que esta es "la peor crisis" desde la II Guerra Mundial" y que en ese contexto se debe evaluar el trabajo de la troika. "Si los bancos centrales del mundo no hubieran sido muy audaces y muy ágiles en sus decisiones, y si los Gobiernos no hubieran sido también muy audaces y muy ágiles, habríamos tenido la peor crisis desde la Primera Guerra Mundial", ha asegurado.

El expresidente del BCE ha señalado de manera reiterada que es necesario juzgar las decisiones tomadas teniendo en cuenta el contexto de urgencia y ha pedido que no se subestime las dificultades que tuvieron que afrontar las instituciones ante la crisis.

"Impedimos la gran depresión que se dejaba entrever, pero no evitamos la gran recesión, y por supuesto hay un gran precio que ha sido pagado por todas las economías avanzadas", ha admitido Trichet, quien ha reconocido también que la respuesta dada quedó "lejos de lo óptimo".

La zona euro no aplicó correctamente el Pacto de Estabilidad

Además, Trichet ha criticado a los socios de la moneda única, especialmente a "los grandes", que no aplicaron correctamente el Pacto de Estabilidad europeo. "No gobernamos correctamente la zona del euro y Europa en general, no se aplicó el Pacto de Estabilidad como deberíamos, ni seguimos los indicadores de competitividad", ha dicho Trichet, quien ha subrayado la necesidad de tomar medidas para "volver al equilibrio" presupuestario, algo sin lo que "no había salida posible".

Alemania y Francia incumplieron antes de la crisis en varias ocasiones la regla que limita a un 3% del PIB el déficit público que puede acumular un país, ha recordado Trichet,  lo que "no dio muy buen ejemplo" a otros países que acumularon un déficit excesivo, como Portugal o Grecia.

En el caso de España e Irlanda, que sí cumplían con el citado límite antes del inicio de las turbulencias económicas, el expresidente del BCE ha apuntado a la pérdida de competitividad acumulada y a sus burbujas inmobiliarias.

Una de las principales críticas de los eurodiputados a la troika es el que no se rinda cuentas ante los ciudadanos de sus decisiones, lo que supone, en palabras del diputado socialista francés Liem Hoang Ngoc, un "problema de legitimidad democrática". Trichet se ha referido a la dificultad de actuar teniendo en cuenta las tensiones de los mercados y, a la vez, seguir los procesos democráticos, dado que "Europa no es una federación".