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Obama busca apoyos dentro del G8 para actuar en la guerra de Siria pese a la oposición de Rusia

  • Rusia ha vuelto a poner de manifiesto sus diferencias sobre Asad
  • La cumbre coincide con las revelaciones de Edward Snowden
  • Economía y transparencia, también en la agenda

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Comienza la cumbre del G8 en Belfast centrada en Siria

La intervención o no en la guerra de Siria para frenar la sangría de muertes de civiles, al menos 93.000 en los últimos dos años según la ONU, se ha convertido en el centro de las reuniones de los líderes del G8.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, llega a la cumbre de Belfast precedido por la afirmación de su administración de que Bachar al Asad habría usado armas químicas contra los rebeldes, una "línea roja" que podría llevar a Washington a intervenir en el conflicto. El primer ministro británico, David Cameron, apoya esta posición mientras el ruso Vladimir Putin sigue expresando rechazo frontal a cualquier intento de desestabilizar al régimen sirio.

El primer ministro británico y anfitrión de la cumbre ha manifestado que Reino Unido aún no ha “tomado una decisión sobre el suministro de armas a la oposición, pero tenemos que poner en práctica la conferencia de paz y la transición para que la población en Siria pueda tener un gobierno que la representa, en lugar de uno que trata de matarlo", ha añadido, según AFP.

Cameron ha manifestado que su país también está preocupado por los elementos extremistas de la oposición. "Seamos claros, estoy preocupado como todos por algunos elementos de la oposición siria, que son extremistas y apoyan el terrorismo y son un gran peligro para nuestro mundo", ha dicho. Por eso Cámeron ha insisitido en la importancia de celebrar la cumbre de paz promovida por EE.UU. y Rusia.

“Lo que tratamos de hacer aquí es hacer que el G8 más presión para celebrar una conferencia de paz y la transición necesaria para poner fin a este conflicto", ha dicho Cameron. Este domingo Cameron y Putin mantuvieron un encuentro en Londres en el que aseguraron que buscarán acercar posiciones en la cumbre del G8, y el presidente ruso mantendrá otra reunión bilateral con Obama con la crisis siria como telón de fondo.

Rusia: "No permitiremos una zona de exclusión aérea"

Mientras, Rusia, miembro del Consejo de Seguridad de la ONU con derecho a veto, ha asegurado que no permitirá la creación zonas de exclusión aérea para en Siria, según ha manifestado el portavoz de de Exteriores Alexander Lukashevich dijo el lunes. "No permitiríamos este escenario," ha dicho Lukashevich en una conferencia de prensa en Moscú, según Reuters.

El ruso Vladimir Putin sigue expresando rechazo frontal a cualquier intento de desestabilizar al régimen sirio. Putin consideró este domingo tras reunirse con Cameron que la reunión del G8 tendrá una "influencia positiva" para buscar una salida al conflicto, pero insistió en que esta debe ser "política y diplomática".

Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha asegurado este lunes que "la mejor y única" manera de resolver el conflicto en Siria es a través de un proceso de negociación, al tiempo que descartó rotundamente la vía "militar". La Unión Europea (UE) se muestra "convencida" de que se está "en un punto crítico" de la guerra civil que azota al país árabe desde hace dos años, que está causando "decenas de miles de muertos" y "millones de desplazados y refugiados".

La propuesta de lanzar unas conversaciones de paz próximamente en Ginebra, ha reiterado el presidente del Consejo Europeo, es la "mejor y única posibilidad que tenemos para parar un conflicto que no tiene una solución militar". La situación en Siria, ha advertido Van Rompuy, está provocando la "radicalización" de su sociedad y amenaza, además, la estabilidad de toda la región".

Los jefes de Gobierno de los países más industrializados agrupados en el G-8 se reúnen este lunes y martes en Irlanda del Norte para tratar, desde posiciones diversas, el conflicto en Siria y la situación económica mundial.

Entre fuertes medidas de seguridad, los primeros ministros o presidentes de Estados Unidos, Japón, Francia, Italia, Canadá, Alemania, Rusia y el anfitrión Reino Unido  comienzan en la tarde del lunes en Lough Erne una cumbre de apenas 24  horas, con una agenda muy apretada, que incluye asuntos como la lucha  contra el terrorismo, la evasión fiscal y la liberalización comercial.

El escenario es un lujoso y aislado hotel  al borde de un lago donde se han desplegado más de 8.000 policías que tratarán de que nadie se acerque al complejo, protegido por una valla de siete kilómetros.

Además de la intervención en la guerra siria, el encuentro ha empezado en medio de una polémica por las revelaciones del diario The Guardian sobre las actividades del centro de escuchas británico GCHQ durante la cumbre del Grupo de los Veinte (países ricos y emergentes) celebrada en Londres en 2009.

The Guardian publica que en la cumbre del G20 del 2009 se espió a los asistentes

Según la información, el Gobierno británico de entonces -a cargo del laborista Gordon Brown- ordenó espiar los teléfonos y ordenadores de las delegaciones que participaron en esa cumbre.

Diferencias con Merkel

La cumbre del G8, ensombrecida en los últimos años por el G20, celebrará también una sesión sobre la situación económica global, en la que la alemana Angela Merkel, el japonés Shinzo Abe y el francés François Hollande evidenciarán sus diferencias.

Especialmente el primer ministro nipón, que ha impulsado una agresiva política de flexibilización monetaria y un aumento del gasto público en busca de revitalizar el crecimiento que choca con los planes de austeridad dominantes en Europa.

Más tarde, después de una ronda de contactos bilaterales, los ocho líderes hablarán en la cena de política exterior, donde de nuevo aflorará el conflicto sirio.    El martes será el turno de la política antiterrorista una vez se  reanude la cumbre después de una nueva sesión de encuentros bilaterales.

Además, los líderes del G8 hablarán de transparencia, comercio e impuestos en el almuerzo, al que ha asistirá el presidente de México, Enrique Peña Nieto, como un invitado especial.

Son los tres temas que el anfitrión David Cameron quiere impulsar en este G8, especialmente un acuerdo para luchar contra el fraude y la evasión fiscal que ya protagonizó una reciente reunión en Londres de los ministros de Finanzas del G7 (del que está ausente Rusia).

La cumbre del G8 de Irlanda del Norte concluirá el martes con una rueda de prensa de Cameron prevista para las 14.30 GMT, seguida de las habituales comparecencias del resto de líderes ante sus delegaciones.

Será entonces el turno de que David Cameron entregue el testigo a Vladimir Putin ya que la presidencia del G8 será asumida por Rusia.