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La ONU sospecha que la oposición siria ha usado gas sarín, pero los rebeldes lo niegan

  • Declaraciones de la magistrada suiza Carla del Ponte 
  • "Existen sospechas fuertes (...) pero no pruebas incontestables" 
  • Turquía realiza pruebas sanguíneas a los refugiados sirios 

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La ONU sospecha que la oposición siria ha usado gas sarín, pero los rebeldes lo niegan

La ONU no tiene evidencias claras pero sospecha que grupos rebeldes sirios podrían haber usado armas químicas, concretamente gas sarín,  según ha declarado la magistrada suiza Carla del Ponte, miembro de la  comisión especial creada por Naciones Unidas para investigar los  crímenes perpetrados en Siria.

"Disponemos de testimonios sobre la utilización de armas químicas en particular de gas sarín. No por parte del Gobierno, sino de los opositores", ha declarado Del Ponte, según un despacho de la agencia de noticias suiza ATS recogido por Efe.

La ex procuradora general de Suiza, quien también actuó como fiscal en  los tribunales internacionales para la antigua Yugoslavia y Ruanda,  formuló inicialmente estos comentarios en una entrevista a la televisión pública suizo-italiana, RSI.

Según Del Ponte, la comisión que integra todavía tiene mucho que investigar sobre el supuesto uso del gas sarín. "Existen sospechas fuertes y concretas, pero todavía no hay pruebas incontestables", ha recalcado.

Del Ponte sostiene que los magistrados que conforman la comisión  investigadora de la ONU, apoyados por un equipo de trabajo, deben  todavía profundizar en sus indagaciones, verificarlas y confirmarlas  mediante más testimonios. La comisión debe presentar un nuevo informe en  la próxima sesión del Consejo de Derechos Humanos, que tendrá lugar en  Ginebra en junio próximo.

Más cauto que Del Ponte, el presidente de la Comisión de Investigación de la ONU sobre Siria, Paulo Sergio  Pinheiro, ha clarificado que no dispone de "evidencias concluyentes" de que alguna de  las partes en conflicto en ese país haya usado armas químicas.

El portavoz de la Comandancia Suprema del rebelde Ejército Libre Sirio (ELS), Qasem Saadedin, ha negado a Efe que su grupo haya usado armas químicas. 

El gas sarín es una substancia extremadamente tóxica, incluso en  pequeñas dosis, y es considerado como un arma de destrucción masiva  desde 1991 por Naciones Unidas. Su inhalación o el contacto con la piel  bloquea la transmisión nerviosa y provoca la muerte por parada  cardiorrespiratoria. La dosis letal es de medio miligramo por adulto.

Turquía realiza pruebas de sangre a los refugiados

En este sentido, la agencia AFP informa que las autoridades turcas han realizado pruebas sanguíneas a los refugiados sirios heridos en los combates, a fin de determinar si han sido víctimas de armas químicas.

"Las muestras han sido efectuadas a personas heridas en Siria y transportadas a Turquía", ha declarado a AFP una fuente sanitaria bajo la cobertura de anonimato.

Los resultados de los tests, realizados por médicos turcos en la  frontera siria y enviados a Ankara, no son aún conocidos, ha precisado.

En los últimos meses se han multiplicado las denuncias tanto de los grupos opositores armados, como del régimen de Bachar Al Asad, sobre el uso de armas químicas por parte del bando contrario, pero sin que se hayan recogido evidencias irrefutables.

El Gobierno sirio invitó a la ONU a enviar un equipo de especialistas para corroborar las acusaciones. Sin embargo, el gobierno de Damasco impide hasta ahora la entrada de una comisión de este tipo, ya que la ONU ha advertido que investigarán no solo las alegaciones del gobierno sirio, sino también las de la oposición.

Por este motivo, gran parte de su investigación se basa en testimonios recogidos en los países vecinos entre refugiados, heridos, exsoldados y opositores.