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JP Morgan & Chase y Goldman Sachs, en el punto de mira de la Reserva Federal de EE.UU.

  • Ambos bancos aprobaron con un raspado las pruebas de stress
  • La Reserva Federal alerta que calcular sus pérdidas es complicado
  • Al tiempo, el Senado investiga a JP Morgan por escándalo bursátil
  • Su consejero delegado promovió prácticas excesivamente arriesgadas

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La Reserva Federal de Estados Unidos se muestra preocupada por la debilidad y necesidad de "atención inmediata" de los planes de capitalización de JP Morgan & Chase y Goldman Sachs. Dos instituciones financieras de gran importancia en Wall Street que el pasado ocho de marzo recibieron un aprobado raspado a las pruebas de stress en un escenario de crisis generalizada como en 2008.

Esta situación de crisis virtual contemplaba nueve trimestres consecutivos de desempleo en torno al 12 %, una caída del Producto Interior Bruto (PIB) del 5 % y una caída en el mercado de valores de más del 50 %.

En este estudio, que suspendieron los bancos BB&T y el nacionalizado Ally Financial, JP Morgan & Chase consiguió un ratio de capital de calidad del 5,3% y JP Morgan del 5,6%. El límite fijado era del 5% en el ratio de capital de mayor calidad, pero a la Reserva Federal ha alertado que calcular sus pérdidas reales en un escenario adverso es complicado debido a los problemas detectados, que ya han sido discutidos con los directivos de ambos bancos.

El escándalo bursátil de JP Morgan

Además, una investigación del subcomité permanente del senado de Estados Unidos ha concluido en un informe de 300 páginas que JP Morgan & Chase intentó esquivar a los reguladores, mintió a los inversores e intentó ocultar las pérdidas desencadenadas por apuestas excesivamente arriesgadas por un corredor de Bolsa en Londres.

El senado apunta al consejero delegado de JPMorgan, Jamie Dimon, que promovió estas prácticas y rebajó las primeras revelaciones de la prensa en abril de 2012, pese a que conocía la importancia de los errores cometidos en una de las divisiones en Londres.

El informe asegura que la investigación "expone no solo el alto riesgo y abusos de JPMorgan Chase, sino también los problemas sistémicos en evaluación, análisis de riesgos, transparencia y supervisión" de los productos derivados que supuestamente eran seguros y que ocasionaron 6.200 millones de dólares en pérdidas.

El primer banco estadounidense "despreció el alto riesgo de las operaciones y las caracterizó como seguras", al tiempo que ocultó información a los reguladores y presionó a otros "traders" para que exageraran el valor de sus operaciones para ocultar las pérdidas.

El escándalo de las operaciones de JPMorgan, que gestionaba un responsable de operaciones conocido como "la ballena de Londres", costó el puesto a la ejecutiva que supervisó la operación,  Ina Drew, con más de 30 años de experiencia laboral en la compañía. Drew testificará este sábado en el senado para explicar estas prácticas de riesgo.