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Alemania se impone y retrasa el supervisor bancario único en perjuicio de España

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Alemania impone el retraso del supervisor bancario único en perjuicio de España

Alemania se ha tomado la revancha. La canciller Angela Merkel ha impuesto su calendario y los líderes de la Unión Europea han acordado dilatar el supervisor bancario único  de la eurozona para que entre en funcionamiento "a lo largo de 2013" y no desde el 1 de enero, como estaba previsto, lo que dificulta la recapitalización directa de la banca  española.

De hecho, fuentes españolas ya han recordado que el Gobierno de Mariano Rajoy ya cuenta con que no podrá beneficiarse de esa fórmula para que el rescate bancario no se sume a su deuda pública. Los 40.000 millones de euros que, según el Ejecutivo, se inyectarán en los bancos españoles supondrán un 4% más de deuda, una cantidad que -a juicio del Gobierno- se puede "manejar esto sin problema", han añadido las fuentes.

Los líderes de los Ventisiete, reunidos en Bruselas en la enésima cumbre para salir de la crisis del eurohan pactado una modificación en el texto de las conclusiones. Es solo una palabra pero lo cambia todo. En el borrador inicial que llevaban al entrar en la reunión se  pedía "completar" las normas para crear un "sistema financiero integrado" a "finales de año". En el texto final se dice "acordar" el "marco legal" para que el BCE asuma el control de la supervisión bancaria. Traducido: retrasan la puesta en marcha del supervisor, a favor de las tesis alemanas y, en perjuicio de España e Irlanda, entre otros.

Según ha explicado el presidente del Consejo Europeo, Herman van  Rompuy, el nuevo objetivo es que ese “marco legal” para la creación del  supervisor bancario único esté listo antes del 1 de enero, pero su  implementación no comenzará inmediatamente sino que se realizará “a  lo largo de 2013”. Y solo cuando esa supervisión sea “efectiva”, el  Eurogrupo podrá decidir la recapitalización directa de los bancos a través del Mecanismo  Europeo de Estabilidad (MEDE).

En esa condición indispensable está la otra clave de la cumbre. Nadie ha aclarado qué significa que el mecanismo de  supervisión bancaria funcione de forma "efectiva", pese a las insistentes preguntas de los periodistas a Van Rompuy y Jose Manuel Durao Barroso. El político belga se ha limitado a señalar que el BCE tratará que sea  lo más pronto posible, quizás en 2013, pero no ha dado fechas.

Fuentes diplomáticas han indicado a la agencia Efe que "la supervisión bancaria única por parte del Banco Central europeo solo será efectiva en 2014".

Grietas en el eje franco-alemán

Merkel se ha remitido a las palabras del presidente del BCE, Mario Draghi, que explicó hace unos días que necesitaría un plazo de un año para adaptar sus  estructuras a la supervisión bancaria de toda la eurozona, lo que ampliaría la fecha hasta 2014. El presidente francés, François Hollande, ha hablado, por su parte, de "varias semanas o varios meses".

Ambos líderes habían escenificado sus diferencias sobre la unión bancaria ya antes de entrar en la   reunión de los Veintisiete, en un encuentro bilateral. El líder francés pidió a la canciller "responsabilidad" y   "cumplir lo acordado" en junio. Incluso, llegó a insinuar que las reticencias de su socia  para acelerar la supervisión bancaria única se deben a "calendarios electorales". Y, al final, Merkel se ha apuntado el tanto: no habrá ni recapitalización directa ni supervisión universal hasta después de septiembre de 2013,  su cita con las urnas. La canciller ha cedido para que el BCE controle las 6.000 entidades  financieras, y no solo las sistémicas, como ella quería, pero no será hasta 2014.

La relajación del calendario echa por tierras las ambiciones de la Comisión Europea que, junto a Francia, Italia y España, habían defendido darle un carácter de "urgencia" a la unión bancaria.

La propuesta de Jose Manuel Durao Barroso se basaba en un calendario gradual que comenzaba a partir de enero de 2013, cuando el BCE podría asumir la responsabilidad de aquellas entidades financieras que han recibido o solicitado ayudas públicas. En una segunda fase, a partir del 1 de julio, pasaría a controlar todos los bancos sistémicos. Y el período de adaptación se completaría en enero de 2014 cuando se sumarían todas las entidades, alrededor de 6.000.

La recapitalización directa no llega para España

El acuerdo de esta noche desnaturaliza los acuerdos de junio y desdibuja  las expectativas creadas en torno al principal pilar para la regulación financiera de la zona euro –uno de los grandes pecados de esta crisis.

Por un lado, vuelve a cuestionar la capacidad de la UE  para dar respuestas rápidas y eficaces en momentos de urgencia y, no rompe el círculo vicioso entre deuda soberana y financiera. Por el otro, en lo que concierne a España, la deja sin tiempo para recapitalizar directamente su banca y, por tanto, sin posibilidad de descontarse el lastre de la deuda y el déficit que lleva aparejado el rescate bancario.

Solo si se hiciera una excepción con España y se permitiera la recapitalización directa con carácter retroactivo, podría tener alguna opción, pero es improbable. Alemania, Finlandia y Holanda expresaron en un comunicado de forma muy explícita su negativa a que así fuera y el calendario no está a favor de Madrid, ya que el programa de rescate del sector financiero está previsto que concluya en junio de 2013.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, había hecho de la unión bancaria su caballo de batalla en esta cumbre, en parte para hacer olvidar los tambores de un nuevo rescate de España. Pero no ha conseguido ni lo uno ni lo otro.

"España ya tiene en cuenta el hecho de que no se beneficiará de una recapitalización directa de sus entidades financieras", han reconocido fuentes diplomáticas españolas en Bruselas, según informa la agencia France Presse. "Después de las pruebas de resistencia del sector bancario, se estima que el rescate de los bancos representan el 4% del PIB, lo cual no es mucho (...). "Podemos manejar esto sin problema", han añadido las fuentes.

Esto significa que los 40.000 millones de euros que el Gobierno español va a solicitar a la eurozona para costear la recapitalización bancaria elevarán la deuda pública española,y los intereses de ese préstamo computarán como déficit, haciendo más difícil que España cumpla con su compromiso de estabilidad.

Sobre el "otro rescate", poco antes de que comenzase la reunión de los Veinsiete, el presidente francés confirmaba que había discutido con Merkel y Mario Monti los detalles del mecanismo de ayuda diseñado para que España pueda mejorar sus condiciones de financiación.

Hollande ha defendido que si España solicita una nueva ayuda financiera no se le deben imponer "condiciones que añadan austeridad a la austeridad". Pero Rajoy ha asegurado que, por el momento, sobre el rescate "no hay nada de nada".