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La música del rescate inminente a España eclipsa a la letra de la cumbre de la revancha alemana

  • La danza diplomática entre Madrid, Berlín, París y Roma sobrepasa a la cumbre
  • Las alianzas de poder cambian tras la alianza de Rajoy y Monti hace tres meses
  • Hollande y Rajoy insisten en aplicar lo acordado entre la reticencia alemana
  • Se debate la agenda de Van Rompuy pero no habrá decisiones hasta diciembre
  • Repasa el análisis de las cumbres europeas en nuestro gráfico interactivo

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Una cumbre con dos agendas y en la que la posible petición de rescate de España centra la atención

Hace apenas tres meses, los medios europeos hablaban de la "derrota" de la canciller alemana, Ángela Merkel, frente a un nuevo eje formado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el primer ministro italiano, Mario Monti, con el apoyo tácito del presidente francés, François Hollande.

La larga noche de aquel consejo europeo del 28 de junio logró torcer la voluntad de Alemania en la recapitalización directa, como quería Rajoy, y también esbozó el mecanismo para la compra de deuda por parte del fondo de rescate de manera más flexible, tal y como pedía Monti.

Sin embargo, el consejo que empieza este jueves muestra hasta qué punto la batalla ganada por España e Italia no supuso una victoria en la 'guerra': Alemania va ganando la lucha para retrasar la entrada en vigor del supervisor único europeo -previsto en principio para principios de 2013- y se niega a que la deuda asumida por España para salvar a sus bancos pase de manera retroactiva al Mecanismo de Estabilidad Permanente (MEDE) cuando esto ocurra.

Esto podría provocar que los 40.000 millones que el gobierno estima que tenga que pedir al MEDE en los próximos meses se conviertan en deuda pública y que la recapitalización directa, que se reservaba solo para España, se quede en agua de borrajas.

Más aún, mientras Monti acudió a la cumbre con su propuesta de 'escudo anti spread', una especie de intervención automática en los mercados para bajar los diferenciales de los países en problemas, ahora lo que está encima de la mesa es que España e incluso Italia pidan un rescate precautorio, con memorándum de entendimiento y condiciones macroeconómicas para que el BCE inicie compras ilimitadas en el mercado secundario.

Para cerrar el círculo, la propia evolución de los acontecimientos desde la última cumbre han colocado a España e Italia en posiciones distintas: mientras desde Roma no se oculta ya que el rescate a España es necesario para salvarse del rescate, el Fondo Monetario Internacional e incluso Alemania empiezan a compartir de la idea de que Roma también debería unirse a la petición española para cerrar de manera definitiva la crisis de deuda soberana.

La 'rescatología' anima la cumbre

Las declaraciones del Ministerio de Economía a medios internacionales el pasado lunes y la decisión de mantener la nota soberana de España por la agencia de calificación Moody's dando por hecho que pediría ayuda europea han creado un ambiente previo en el que se da por hecho que Alemania ha suavizado su negativa a aprobar ahora la ayuda, cuyos términos incluso se podrían acordar en la reunión de jefes de estado y de gobierno aunque no se materialice posteriormente.

"Se están moviendo hacia una petición pero no ocurriría ni hoy ni mañana ni esta esta semana", aseguraba una fuente europea anónima al Financial Times, que confirmaba que "Alemania se está moviendo y el calendario depende de la saga griega".

En declaraciones a Afp otro diplomático europeo abundaba en esta idea, que descartaba que, salvo un golpe de efecto, España pidiese oficialmente ayuda el jueves o el viernes, aunque apuntaba a la semana próxima como posible fecha.

Eso sí, España buscaría en esta cumbre "explicitar las condiciones que serían exigidas en intercambio de una ayuda", añadía la fuente.

Esas condiciones serían, según España, las ya existentes en el semestre europeo y el cumplimiento del proceso de déficit excesivo, pero otras fuentes europeas citadas por Reuters hablan de acabar con la reforma del sistema de pensiones y su subida anual de acuerdo con la inflación.

"Se están produciendo los preparativos técnicos. Alemania y España aún tienen diliemas pero necesitamos movernos hacia adelante y estabilizar la eurozona" decía esta fuente.

Los fondos del rescate podrían proceder de lo sobrante del rescate bancario y en todo caso la petición sería una formalidad para la intervención del BCE en el mercado secundario, de forma que se trataría de una especia de rescate 'virtual', donde solo en última instancia se acudiría esos fondos europeos para financiar emisiones de deuda en el mercado primario.

Italia, en la encrucijada

Según la teoría de la agencia británica, aunque las condiciones quedasen esbozadas en la cumbre, la petición formal no llegaría hasta la reunión del Eurogrupo del 12 de noviembre, dando la oportunidad a Alemania a agrupar diferentes situaciones como la resolución de la situación en Grecia, el rescate a Chipre o, incluso, la entrada en ese paquete de Italia.

En este sentido, las declaraciones del economista jefe del Fondo Monetario Internacional, Olivier Branchard, en las que apunta a que España e Italia deberían pedir ayuda de manera conjunta para calmar definitivamente a los mercados caen como un jarro de agua fría para el gobierno de Mario Monti, que ha estado azuzando para que España pidiese el rescate y beneficiarse del efecto tranquilizador que esto supondría para salvarse de la petición de ayuda.

"Hay dos líneas de pensamiento.  Una dice que los especuladores, como una manada de lobos, se moverán a otros países, pero si el sistemas existe y funciona, imagino que esto haría la especulación del mercado menos agresiva", decía Monti a los periodistas la pasada semana.

Pero la idea de la manada de lobos parece que gana peso en otros países a medida que se da por hecho que España ha aceptado que tiene que pedir otro rescate y fuentes alemanas apuntan a que para Merkel sería más fácil 'vender' a nivel interno un paquete global de ayuda a todos los países de la periferia.

De esta forma y como viene siendo habitual en las últimas cumbres europeas, las negociaciones entre los países del euro han eclipsado la agencia oficial de la cumbre de octubre, considerada de transición de cara al consejo de diciembre y en la que deberían concretarse los elementos de la unión bancaria y de una mayor integración económica y fiscal.

Supervisor bancario e integración económica, en la agenda

La carta del presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, a los líderes de la UE, establecía que el trabajo en el supervisor bancario y la integración económica e ideas como un presupuesto para la eurozona serían los temas del debate (no la situación de España, como se ha encargado de reiterar la Comisión).

Sin embargo, también en estos temas las posiciones están enfrentadas: mientras Berlín quiere que el supervisor bancario se establezca paso a paso, tanto Francia como Italia y España demandan que se haga lo antes posible y que se cumplan los acuerdos del consejo europeo del 28 de junio.

"Hemos tomados buenas decisiones en la cumbre del 28 y el 29 de junio y debemos aplicarlas rápidamente", decía el presidente francés, François Hollande, en declaraciones a cinco periódicos europeos.

En el otro lado, Alemania desea una mayor integración fiscal, con la idea retomada por el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schauble, de un supercomisario del euro con capacidad para vetar presupuestos, una cesión de soberanía que rechaza París.

También en el presupuesto de la eurozona, una idea que ha sido bien recibida en París y Berlín, la visión es opuesta: si para Alemania es una manera de incentivar las reformas estructurales en los países miembros condicionando la inversión, para Francia es un vehículo últil de solidaridad para los países en problemas.