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La Comisión propone que el BCE controle a los bancos con ayudas desde enero de 2013

  • Esto abriría la puerta a una recapitalización directa de la banca
  • El proceso de supervisión será gradual y finalizaría en 2014
  • El supervisor único es el embrión de la futura unión bancaria

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La Comisión Europea ha presentado este miércoles su propuesta para que el Banco Central Europeo se convierta a partir del próximo 1 de enero de 2013 en el supervisor bancario único de la zona euro, como piedra angular de la futura unión bancaria.

El comisario de Mercado Interior, Michel Barnier, ha afirmado que el proyecto es "fundamental para la integración económica y financiera" y ha explicado que este proceso será gradual una vez que el Consejo Europeo y la Eurocámara lo aprueben a finales de este año.

Como primer paso, a partir del 1 de enero de 2013, el BCE podrá asumir, si así lo decide, la responsabilidad total de supervisión de cualquier entidad financiera y, en especial, de aquellas que han recibido o solicitado ayudas públicas. En una segunda fase, a partir del 1 de julio, pasará a controlar todos los bancos sistémicos. Y el período de adaptación se completará en enero de 2014 cuando se sumen todas las entidades, alrededor de 6.000.

Hacia la recapitalización directa de la banca

Para España es esencial que entre en funcionamiento la primera fase ya  que es uno de los requisitos indispensables para una posible recapitalización directa de la banca por parte del fondo de rescate permanente.

Los líderes europeos acordaron en la cumbre de junio que una vez el BCE asuma la supervisión de los bancos rescatados, estos podrían pedir directamente dinero a los fondos de rescate, sin necesidad de que los programas de ayuda se carguen a cuenta de los Estados y engorden sus problemas de deuda.

Mientras que la propuesta de la Comisión ha sido recibida de forma positiva por la mayor parte de las capitales de la eurozona y la Eurocámara, Alemania ha reiterado su oposición a que el BCE supervise toda la banca.

Para el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, la iniciativa "es una buena base", si bien ha exigido que prime la "calidad sobre la cantidad" en esos controles y ha recalcado que "por razones prácticas, no es imaginable que el BCE pueda a corto plazo asumir adecuadamente el control de 6.000 bancos".

Una pieza "clave" para restaurar la credibilidad

Barnier ha respondido que precisamente esta es "una condición de credibilidad esencial y una de las principales lecciones de la crisis" ya que "bancos grandes y pequeños han creado graves y pequeños problemas al sistema".

Esto mismo ha defendido el presidente de la Comisión Europea en su discurso anual en el debate sobre el estado de la Unión. Ante el pleno de Parlamento Europeo, Barroso ha presentado las líneas fundamentales del proyecto y ha insistido en que el BCE debe poder vigilar a las 6.000 entidades existentes en los 17 países del euro.

Para restaurar la credibilidad en la UE ese supervisor, ha afirmado Barroso, "debe poder mirar todo" el sistema bancario del área de la moneda única porque "los riesgos pueden estar en todos los lugares".

El papel de apoyo de los supervisores nacionales

No obstante, el comisario europeo ha explicado en una rueda de prensa en Estrasburgo que, aunque el BCE sea el responsable último, "los supervisores nacionales seguirán desempeñando un papel importante" en el día a día "por su proximidad, conocimiento y recursos técnicos y humanos". Por su parte la Autoridad Bancaria Europea (EBA) se reserva el diseño de los estándares técnicos, de las directrices y de las recomendaciones para la zona del euro y el conjunto de la UE.

El objetivo último de la propuesta, ha señalado, dejar de utilizar el dinero de los contribuyentes para rescatar a los bancos. "Son los accionistas y acredores quienes deben pagar las crisis", ha señalado.

El BCE pasará a ser responsable de tareas como conceder y retirar la licencia bancaria; velar por el cumplimiento de los requisitos de capital,  apalancamiento y liquidez, y llevar a cabo la supervisión de los  conglomerados financieros. Asimismo, podrá adoptar medidas de  intervención temprana cuando un banco incumpla o corra el riesgo de  incumplir los requisitos reglamentarios de capital, exigiendo a los  bancos que adopten medidas correctoras.

Los diez Estados miembros de fuera del euro podrán participar en el  mecanismo si lo desean, pero el comisario Barnier ha preferido no adelantar más detalles aunque, ha afirmado, le consta que "algunos países están realizando una profunda y seria reflexión sobre esta posibilidad".

Separación entre política monetaria y supervisión

Sobre el fondo común de depósitos y el mecanismo para liquidar entidades, la CE todavía no ha perfilado sus propuestas. En el primer caso, asegura que primero habrá que avanzar en el plano nacional, y sobre la liquidación de entidades planea creación de un organismo diferenciado que pueda liquidar entidades  de una manera ordenada y asegurando  los ahorros depositados.

Para que la tarea de supervisión del BCE esté claramente separada de la política monetaria, se creará un consejo  de supervisión (elegido por el Consejo de Gobierno del BCE) que tendrá que rendir cuentas al Parlamento europeo. Estará compuesto por un presidente y un vicepresidente, cuatro representantes de  la institución y un miembro de cada uno de los supervisores nacionales-  y se financiará con tasas de los bancos.