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Los agentes sociales intentan desbloquear la reforma laboral con el plazo casi agotado

  • UGT y CC.OO. creen que hay "grandes dificultades" para el acuerdo
  • Salgado insiste en que el Gobierno legislará si no hay pacto

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La negociación entre Gobierno y agentes sociales para cerrar la reforma laboral está llegando a su recta final, tras expirar este lunes el plazo oficial dado por el Ejecutivo, sin que se hayan producido avances importantes este fin de semana que permitan aventurar que va a haber acuerdo.

En esta jornada se celebra una nueva reunión que podría ser la definitiva: si la reforma se desbloquea, la negociación podría continuar unos días más. Si, por el contrario, se comprueba que las distancias son insalvables, se podría dar carpetazo al proceso, lo que provocaría una reforma por decreto que el Gobierno aprobaría en un par de semanas.

De momento, el Ejecutivo ha dicho que negociará hasta el final y apurará hasta el último segundo para que haya una reforma laboral consensuada. La vicepresidenta económica, Elena Salgado, ha subrayado que, en caso contrario, "antes de que termine junio" el Gobierno pondrá en marcha la reforma laboral.

Así lo dijo durante la clausura de la XXVII Asamblea Anual de Socios del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), donde señaló que "si no hay resultados en la negociación que mantienen los agentes sociales, la pondrá en marcha en Gobierno en muy corto plazo".

"Grandes dificultades"

Los secretarios de Acción Sindical de CC.OO. y UGT, Ramón Górriz y Toni Ferrer, han reconocido en Radio Nacional que hay "grandes dificultades" en la  mesa de negociación, aunque no dieron este episodio por cerrado. "Mientras haya negociación, hay posibilidades de acuerdo", subrayan.

Los sindicatos insisten en su voluntad de acuerdo, pero admiten que la situación es compleja, sobre todo por las posiciones de la patronal. "Estamos aún en el momento de la negociación, se va agotando, y la voluntad de alcanzar un acuerdo se mantiene intacta. Pero la realidad es que con las posiciones de la CEOE en la mesa, es imposible el acuerdo hoy por hoy", señala Ferrer.

Tampoco el Gobierno está ayudando mucho, según Górriz, pues el decreto de medidas antidéficit ha hecho "un flaco favor" a la negociación sobre la reforma laboral. Además, el número dos de CC.OO. entiende que el Ejecutivo tendría que haber sido "más diligente y proactivo" durante el proceso negociador.

Amenazan con la huelga general

Ambos dirigentes sindicales consideran que "no es el momento" de imponer decretos, por eso quieren el acuerdo y destacan que lo han querido desde el principio, actitud que, a su juicio, no han tenido otras partes negociadoras, en alusión a la CEOE. "Nuestra actitud siempre ha sido trabajar por el acuerdo, los que han incumplido en este periodo son otros", denuncia Górriz.

En todo caso, los sindicatos avisan de que si finalmente la negociación termina sin acuerdo y el Gobierno impone una reforma por decreto que sea "lesiva" para los derechos de los trabajadores, la huelga general estaría servida.

Las reformas impuestas tienen escaso éxito

Sobre qué considerarían "lesivo" para los trabajadores, Ferrer y Górriz apuntan, por ejemplo, a que se impusiera una reforma que "descausalizara" la contratación temporal, o a que se reduzcan las causas del despido y se incremente el poder empresarial a la hora de expulsar a los trabajadores del mercado laboral.

Los secretarios de Acción Sindical de CC.OO. y UGT advierten además de que las reformas impuestas "tienen escaso éxito" y señalan que por mucho que se haga una reforma laboral, no se creará empleo mientras no se reactive la actividad económica y llegue el crédito a familias y empresas. "La reforma laboral no es el bálsamo que lo cura todo", concluye Górriz.