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EE.UU. condena a 30 años de cárcel al 'príncipe de Marbella' por intentar vender armas a las FARC

  • Fue detenido en Madrid en 2007 cuando, según él, iba a reunirse con la inteligencia española
  • EE.UU. prometió a España no aplicar al extraditado ni cadena perpetua ni pena de muerte
  • A su socio, el chileno Luis Felipe Moreno Godoy, le han caído 25 años

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El traficante sirio Monzer Al Kassar, conocido como el 'príncipe de Marbella', ha sido condenado este martes a 30 años de cárcel en un tribunal federal de Estados Unidos por acordar la venta ilegal de armas a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según ha informado la Fiscalía federal de Manhattan en Nueva York.

A su socio, el chileno Luis Felipe Moreno Godoy,  le han caído 25 años. Ambos fueron declarados culpables el pasado 20 de noviembre de tráfico de armas.

Al Kassar, que tiene deudas pendientes con la Justicia en Argentina, fue detenido en 2007 en el aeropuerto madrileño de Barajas al caer en una trampa por la que varias personas se hicieron pasar por miembros de la guerrilla interesados en comprar 12.000 armas para atacar a agentes estadounidenses en Colombia. Según él, iba a reunirse con la inteligencia española.

El 'príncipe de Marbella', de 63 años, estaba dispuesto a vender a las FARC cargamentos valorados en millones de dólares de misiles tierra-aire, lanzagranadas, toneladas de explosivos, miles de ametralladoras y cuantiosa munición. También prometió facilitar campos de entrenamiento en Siria y proporcionar 1.000 hombres para luchar con ellos contra los militares norteamericanos.

"Desde su lujosa residencia en la Costa del Sol, Al Kassar dirigía una red internacional de tráfico de armas y poseía cuentas bancarias distribuidas por todo el planeta", ha afirmado la Fiscalía.

 

El detenido, que fue extraditado y enviado a Nueva York el pasado junio, argumentó que tanto él como Godoy Moreno eran titulares de una empresa legal de venta internacional de armas y creían que el trato que se les ofreció antes del arresto también era legal.

El ciudadano sirio aseguró que desconocía que las armas fuesen para las FARC, porque, "de haberlo sabido, lo hubiera denunciado inmediatamente", según explicó en España en 2007, donde incluso dijo haberlo consultado con un inspector de policía, quien, según él, le comentó que no había problema alguno.

Como parte del proceso de extradición, EEUU garantizó al Gobierno español que no pediría ni cadena perpetua ni pena de muerte para el empresario sirio.

Antes de su extradición, Al Kassar pidió que no fuera entregado porque estaba convencido de que en EE.UU. no tendría garantía de un juicio justo "por ser árabe".

Aseguró que no cometió "ningún delito" y que lo reclaman por una "venganza política" debido a unas declaraciones críticas que realizó en una entrevista contra el entonces presidente estadounidense, George W. Bush.

En Argentina, Al Kassar fue acusado de cometer irregularidades en la tramitación y la obtención de la ciudadanía de ese país, que logró en tan sólo 24 horas.

Pena mínima

Sus abogados reclamaban para él la sentencia mínima, 25 años de cárcel. Alegaron en su propio informe que era un vendedor de armas legítimo y que tan sólo habría cometido "crímenes de codicia, no de terrorismo".