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Minutos de locura que se saldan con justicia

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El colegiado del partido Carlos Batre tuvo un par de acciones muy desafortunadas.
El colegiado del partido Carlos Batre tuvo un par de acciones muy desafortunadas.

Mucha polémica desató la designación del colegiado de Guatemala Carlos Batres por parte de la FIFA para arbitar el partido de cuartos de final entre Paraguay y España. Todos los críticos coincidían en la poca entidad de la liga guatemalteca y que la falta de experiencia de este árbitro podría hacer que cometiese algún error grave que afectase al resultado final del encuentro.

El primero en saltar a la palestra para meter presión fue el ex jugador y capitán de los guaranís José Luis Chilavert. Pero lo cierto es que salvo el minuto de locura en la segunda parte, Batre ha estado bastante correcto.

El fatídico efecto mariposa se produjo entre el minuto 57 y el 59. Paraguay sacó su primer saque de esquina del partido y Piqué agarró del brazo a Cardozo, que entraba sólo en el segundo palo para rematar de cabeza. El guatemalteco no lo dudó y acertó de pleno en pitar penalti.

Pero el buen hacer del portero del Madrid evitó el desastre. Casillas averiguó el lanzamiento de Cardozo para alegría de todo un país. La jugada de saldó con un soplo de moral para una selección que pasaba por los peores momentos de los cuartos ante los guaranís.

En la siguiente jugada, un pase en profundidad a Villa acabó con el delantero del Barça derribado dentro del área por Alcaraz. Esta vez Batre no acertó y pico en la pillería del 'Guaje', que llegaba muy forzado al pase y metió el cuerpo entre el balón y el central para terminar en el césped.

Xabi Alonso fue el elegido para lanzar desde los once metros el que podría ser el primer tanto del partido. Se plantó delante de Justo Villar y lanzó un tiro cruzado que engañó al portero. Cuando toda España estaba celebrando el 0-1, el de Guatemala decidió repetir el lanzamiento por invasión del área antes de que el centrocampista golpease el balón.

Incomprensiblemente la pena máxima tuvo que volver a ser repetida, pero está vez a Xabi le tembló el pulso y decidió cambiar el lado del tiro y Villar despejó el Jabulani. Al rechace acudió Cesc,  y el portero le derribó en, esta vez sí, un claro penalti que no se atrevió a pitar. Sergio Ramos llegó a rematar en segunda línea, pero El central metió el pie para acabar con la 'moviola'.

Salvo ese percance, el colegiado ha estado correcto, y es que es muy difícil pitar un segundo penalti en la misma acción. Afortunadamente para el partido y para el fútbol, la jugada no afectó para el resultado del pase de España a semifinales.