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Kaká, el atleta de Dios

  • Un accidente que pudo costarle la carrera fortaleció sus creencias

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Kaká es el primer refuerzo de la segunda era Florentino.
Kaká es el primer refuerzo de la segunda era Florentino.

Ya es oficial. Kaká es el primer fichaje -de campo- del Real Madrid de Florentino Pérez para la temporada 2009-2010. 65 millones para el Milan y 9 netos por año para él han pesado más que las protestas de los hinchas 'rossoneri'.

Pero algo más que el dinero ha debido pesar en el ánimo de las partes, puesto que en enero club y jugador rechazaron una mareante oferta del jeque propietario del Manchester City: 100 millones.

Ricardo Izecson Dos Santos Leite cumplió 27 años el pasado 22 de abril. Su sobrenombre, Kaká, es una abreviatura de su nombre que le puso su hermano Rodrigo. Precisamente, las malas lenguas aseguran que las connotaciones de su nombre en España frustraron su fichaje por el Madrid en 2003, cuando terminó recalando en el club milanista por tan sólo 6 millones de euros.

Y eso que un accidente estuvo a punto de frustrar su carrera deportiva cuando se rompió una vertebra al saltar de un trampolín. Kaká tiene claro el porqué de su recuperación milagrosa: Jesús.

El brasileño es un evangelista confeso y no ha dudado en mostrar sus creencias a la hora de celebrar sus trinufos, mostrando una camiseta con el lema "I belong to Jesus" ("Pertenezco a Jesús").

Y la mayor parte de esas muestras llegaron durante su etapa en el Milan, donde explotó como uno de los tres mejores futbolistas del planeta (compitiendo con Cristiano Ronaldo y Messi).

El palmarés lo dice todo: Liga y Supercopa de Italia en 2004 y, sobre todo, su mejor año en 2007 con la consecución de la Champions, la Supercopa de Europa y el Mundialito de Clubes de la FIFA. Ese año copó los tres grandes trofeos individuales, que son el Balón de Oro, el FIFPro y el FIFA World Player.

En el Madrid no podrá coincidir con su antecesor en el Balón de Oro, Fabio Cannavaro, pero su sucesor, Cristiano Ronaldo, parece que está por venir.

 

Ya dijo Florentino Pérez en la presentación de su candidatura que iba a aprender la lección de errores pasados. Quizá se refería también a Kaká quien, por el nombre o no, estuvo sobre una bandeja de plata en la mesa del entonces presidente del Madrid.

Entonces era más joven y aún no se había consagrado, pero ya traía bajo el brazo un supercampeonato paulista en Brasil (2002) y un Mundial con su selección.