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  • La mayoría de las familias presidenciales han contado con la compañía de una mascota en la Casa Blanca
  • Trump (2017-2021) fue la excepción y se convirtió en el primer presidente en un siglo que no tenía perro

Estados Unidos suma un nuevo festivo nacional a su calendario: el 'Juneteenth'. Una jornada de descanso con la que se conmemorará, cada 19 de junio. El día, en 1865, que se comunicó a los últimos esclavos en Galveston, Texas, que eran libres. Una oportunidad para reflexionar sobre el papel del racismo en la historia del país y de las heridas que todavía siguen abiertas.

El presidente de EE.UU., Joe Biden, firmó una ley que convierte 19 de junio en un nuevo día festivo nacional. "Este es un día de un profundo peso y de un profundo poder, un día en el que recordamos la mancha moral y el terrible precio que la esclavitud ha costado al país y que le sigue costando. Lo que he llamado durante mucho tiempo el pecado original de EE.UU.", manifestó Biden en un discurso en la Casa Blanca.

El "Juneteenth" conmemora la fecha en la que más de 250.000 esclavos negros recibieron por primera vez la noticia de que eran libres. En concreto, lo que ocurrió fue que el general de la Unión Gordon Granger entró en el puerto de Galveston (Texas) para anunciar la derrota de la Confederación en la Guerra Civil dos meses antes y para proclamar que todos los esclavos eran libres. Hasta entonces, los esclavos no sabían que habían sido liberados porque los esclavistas de Texas se habían negado a aceptar la orden que había dado hacía dos años el entonces presidente Abraham Lincoln para abolir la esclavitud.

La aprobación del "Juneteenth" como feriado se produce en un momento en el que EE.UU. está tratando de reflexionar sobre su turbulenta historia y tras las protestas contra el racismo que el año pasado siguieron a la muerte del afroamericano George Floyd, asfixiado por un policía blanco.

Mientras que en España nos encontramos en pleno debate sobre cuándo dejará de ser obligatorio el uso de mascarillas en espacios exteriores, en otros países del mundo la realidad es muy distinta. En nuestra Mesa del Mundo conoceremos cómo están el resto de países con respecto a este elemento que nos acompaña hace más de un año y, también, cómo avanza la desescalada de sus países. Para ello contaremos con nuestro equipo de corresponsales: Cristina Sánchez, corresponsal en Oriente Próximo; Fran Sevilla, corresponsal en Estados Unidos; Sara Alonso, corresponsal en Reino Unido; Paco Forjas, corresponsal en Francia; y Jordi Barcia, corresponsal en Italia.

Sonrisas y un apretón de manos. Así ha sido el saludo de Putin y Biden al inicio de la cumbre bilateral que había levantado expectación desde el mismo momento en que se anunció. Hay muchos puntos de fricción entre Estados Unidos y Rusia: desde los ciberataques hasta el respeto a los derechos humanos, con el encarcelamiento del opositor Navalny en Rusia. También escama la situación en Ucrania, desde que Moscú se anexionó Crimea con una invasión militar. Este miércoles se ha dado un discreto paso hacia el acercamiento: los embajadores vuelven a sus puestos.

Foto: El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, en la cumbre de Ginebra SPUTNIK/MIKHAIL METZEL/POOL VIA REUTERS

Abrimos nuestra mesa de corresponsales con el foco puesto en Hungría, pues el martes 15 de junio el Parlamento magiar aprobó un paquete legislativo impulsado por el Ejecutivo ultraconservador de Orbán que, entre otras cosas, prohíbe hablar sobre homosexualidad en los programas escolares. Estas medidas, decíamos, se han incluido dentro de un proyecto de ley contra la pedofilia en la que se prohíbe exponer a menores de 18 años a la pornografía y a cualqueir contenido que fomente el cambio de sexo o la homosexualidad. Lógicamente, la normativa ha desatado las críticas de la oposición, que la ha calificado como "homófoba". Analizamos este asunto y la legislación sobre derechos LGTBIQ+ en otros países europeos junto a Gabriel Herrero, corresponsal en Alemania; Jordi Barcia, corresponsale en Italia; Sara Alonso, corresponsal en Reino Unido; Paco Forjas, corresponsal en Francia; Cristina Sánchez, corresponsal en Oriente Próximo; y Fran Sevilla, corresponsal en Estados Unidos.

Una de las imágenes del día, una foto para la historia. El apretón de manos entre Joe Biden y Vladimir Putin, presidentes de Estados Unidos y Rusia, en Villa La Grange, una mansión del siglo XVII en Suiza, ha representado la cumbre entre mandatarios en la que ha habido tensión, pero no hostilidad. Ambos se han emplazado a mejorar las tensiones tras tratar cuestiones como el equilibrio nuclear, el ártico, los ciberataques, la cuestión ucraniana y tantos otros asuntos. El enviado especial de Radio Nacional de España, Fernando Martínez, nos acerca el resultado final de esta reunión.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, se han saludado con un apretón de manos en una cumbre histórica en la ciudad suiza de Ginebra. Cuando han posado para los fotógrafos, Putin ha afirmado a Biden que espera que la reunión sea productiva, a lo que el estadounidense ha contestado diciendo que es mejor verse cara a cara. Se espera que la reunión dure entre cuatro o cinco horas y se lleva a cabo en un momento en el que Moscú y Washington están en uno de los peores momentos de sus relaciones.

FOTO: EFE/EPA/MIKHAIL METZEL/SPUTNIK/KREMLIN POOL / POOL

Las relaciones entre Rusia y EE.UU. siempre han sido de cordial enemistad. A veces más y a veces menos. Ha habido momentos en los que se intentó partir de cero, volver a empezar, y para muestra un botón: el que Hillary Clinton, entonces secretaria de estado, presentó como regalo a su colega ruso Sergei Lavrov. En marzo de 2009, en Ginebra, Clinton propuso resetear las relaciones y Lavrov aceptó el botón rojo con mucho humor. Prometió colocarlo en su escritorio. Pero se quedó en un mero gesto, porque durante la presidencia Obama hubo mucha tensión entre Washington y Moscú. El entonces presidente de EE.UU. nunca ocultó su falta de sintonía con Vladimir Putin, especialmente desde 2014.

En 2016 todo cambió. Donald Trump había ganado y no paraba de repetir lo agradable que sería tener buenas relaciones con Rusia. Putin fue de los primeros en celebrar el triunfo de Trump, y hay sospechas de injerencia rusa en su victoria electoral. En 2020 Biden ganó las elecciones y su relación con Putin es gélida. No se fía nada, como ha dicho en varias ocasiones.

La cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, ha arrancado este miércoles en Ginebra. Los líderes se han saludado con un apretón de manos al inicio del encuentro.

FOTO: EFE/EPA/ALEXANDER ZEMLIANICHENKO / POOL

Carlota García Encina, investigadora principal de Estados Unidos y Relaciones Transatlánticas del Real Instituto Elcano, ha asegurado en Las Mañanas de RNE con Íñigo Alfonso que hay“pocas expectativas” puestasen la reunión que Biden y Putin celebran este miércoles en Ginebra. “No se esperan grandes logros, lo que se busca es rebajar la tensión, quizá con pequeños progresos como que las delegaciones diplomáticas vuelvan a las embajadas", ha explicado la investigadora, que cree que el objetivo de Estados Unidos es tener unas relaciones previsibles y estables con Rusia para poder centrarse en China, que “sigue siendo su mayor prioridad”. Carlota García Encina considera que cada nueva Administración de Estados Unidos es una nueva oportunidad para España. “La relación de España y EE.UU. va mas allá de una foto. Tiene un potencial que no se ha sabido aprovechar desde hace mucho tiempo y que hay que trabajar”, ha afirmado.

Mauricio García de Quevedo, director General de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) ha asegurado en Las Mañanas de RNE con Íñigo Alfonso que el sector está muy contento con la suspensión de aranceles que la UE y EE.UU han acordado para los próximos años. “Cinco años es un plazo suficientemente amplio para que la Comisión Europea y EE.UU lleguen a un acuerdo definitivo y resuelvan sus disputas”, ha explicado de Quevedo, que ha cifrado en 200 millones de euros las pérdidas que ha tenido el sector durante este tiempo. “Y eso se lo han llevado competidores nuestros como Italia o Turquía. Ahora nos toca recuperar mercado y volver a ganar cuota”.