La fiesta de un pueblo de Burgos en la que saltan por encima de bebés
- El Colacho en Castrillo de Murcia es una fiesta de más de 400 años de historia en la que un personaje enmascarado toma las calles del pueblo
- El capítulo ‘Castrillo de Murcia’ de Beatus Ille se adentra en este municipio para mostrar cómo celebra la gente del pueblo la fiesta del Colacho
El escudo de Castrillo de Murcia, localidad de la provincia de Burgos, incluye el rostro de una figura encapuchada y con máscara. Se trata del Colacho, el protagonista de la celebración más importante del pueblo. Su presencia en el emblema oficial expresa la relevancia que tienen este personaje y la celebración para esta pequeña villa en torno a él.
La fiesta del Colacho se celebra cada año coincidiendo con el Corpus. Durante una semana, este personaje caracterizado con un traje de colores muy llamativos y una máscara amarilla centra la atención de todos los habitantes. En esta tradición de más de 400 años, el Colacho representa al mal y ejerce un rol de contraposición a la celebración religiosa. Es por ello que el pueblo se enfrenta a él en un ejercicio de honra al Santísimo Sacramento.
El Colacho saltando bebés ante una multitud. RTVE Catalunya
Saltar a los bebés para alejar el mal
El acto central de la fiesta del Colacho es el salto de bebés. El día de celebración del Corpus, el pueblo se viste de gala y tiene lugar una procesión religiosa. En ella, los bebés nacidos el último año se colocan en colchones para recibir la bendición. El Colacho precede a la comitiva y su función es saltar por encima de los colchones. El simbolismo de este acto es el del mal (el Colacho) huyendo del bien (la procesión) y, en consecuencia, alejar el mal de los niños.
El salto de los recién nacidos es el acto más conocido de las fiestas del Colacho. Familias de toda la provincia de Burgos traen a sus bebés para que sean saltados. Para los vecinos de Castrillo de Murcia es como un bautismo y es un acto ineludible.
La actividad alrededor del Colacho va mucho más allá de los saltos. Durante toda la semana se celebran lo que se conoce como vueltas. Varias veces al día, este personaje hace un recorrido por el pueblo durante el cual los vecinos del pueblo le provocan y le increpan. Es un acto más de enfrentamiento al mal que representa. En las vueltas, el Colacho lleva un instrumento fustigador con el que azota a aquellos que se oponen a él.
Para los habitantes de Castrillo de Murcia el Colacho es una seña de identidad. Todo el año se vive por y para esta celebración. Es un elemento de unión a nivel comunitario y motivo de orgullo para el pueblo. Si las calles de la localidad siguen teniendo vida es en parte gracias a este personaje pintoresco y a todo lo que genera a nivel social.