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'Retrato de una mujer en llamas': curiosidades y final explicado de una historia de amor prohibido

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Curiosidades de la película 'Retrato de una mujer en llamas'
Adèle Haenel interpreta a Héloïse en la escena que da título a la película.

Retrato de una mujer en llamas es una de esas películas que logran un éxito silencioso, ganando adeptos día tras día dentro y fuera del colectivo LGTBIQ+. De la cinta de Céline Sciamma se ha dicho de todo, y todo bueno. Se analizan su impacto en la historia del cine actual por su novedosa forma de abordar el amor entre mujeres y su obsesión por evitar la cosificación del cuerpo de la mujer. "Es un manifiesto sobre la mirada femenina", dice la directora. La película rompe con estereotipos, desterrando la violencia y el vampirismo con los que a veces se dubuja a los personajes. Y también evita cualquier trazo que pueda invitar a mirar a la mujer como un objeto sexual.

El ritmo lento, muy bien medido, permite hacer un retrato intimista de los personajes y el guion es sublime, sobre todo en las escenas en las que Marianne y Héloïse se miran de cerca y verbalizan sus pensamientos. La banda sonora de la película brilla por su ausencia y la directora ambientó su historia con los sonidos de la naturaleza o los que surgen en las estancias, como el sonido del lápiz deslizándose sobre el papel o el roce del tejido de un vestido.

Argumento de la película

Marianne está dando una clase de pintura, posando para sus alumnas, cuando ve un cuadro que la perturba. "¿Cómo se titula?", dice una de ellas. "Retrato de una mujer en llamas", dice, mientras la visión de la obra hace que viaje al pasado, a la vez que lo hace el espectador. Es entonces cuando vemos que llega en barca a una isla. La han contratado para que pinte un retrato. Así conocemos a Héloïse, una joven de la nobleza francesa del siglo XVIII que acaba de salir de un convento y se ve obligada a casarse por su madre. Antes de la boda, y siguiendo las costumbres de la época, tiene que enviar un retrato a su prometido. Para hacerlo se contrata a Marianne, experta en este género. Pero la artista antes tiene que aceptar una condición: hacerse pasar por acompañante para que Héloïse no sepa el motivo de su presencia.

Las actrices Noémie Merlant y Adèle Haenel interpretan los papeles protagonistas, Marianne y Héloïse

Reparto: quién es quién

Las actrices Noémie Merlant y Adèle Haenel interpretan los papeles protagonistas, Marianne y Héloïse. Junto a ellas vemos a Luana Bajrami que hace el personaje de Sophie, la criada. En el reparto destaca Valeria Golino, que interpreta a la condesa, la madre de la joven casadera. Golino es una de las actrices italianas más conocidas dentro y fuera de su país, que ha trabajado en Hollywood en películas tan conocidas como Rain Man, Leaving Las Vegas o Four Rooms. Es, además, una de las más aclamadas del cine europeo y ha ganado premios importantes como el David di Donatello por La guerra di Mario o La Copa Volpi de Venecia por Per amor vostro.

'Retrato de una mujer en llamas' está ambientada en la Francia del siglo XVIII RTVE

Apuntes y notas

La película es una oda a la mujer que ama y a la mujer que crea, por eso las pinturas y bocetos tienen mucho protagonismo en esta historia. Todos los realizó Hélène Delmaire, a quien la directora conoció por los cuadros que comparte en su cuenta de Instagram. La artista trabajó pintando una media de 16 horas al día y se dejó grabar las manos en acción para algunas de las escenas. El rodaje se llevó a cabo en la localidad costera de Saint-Pierre-Quiberon, en Bretaña (Francia) y también y en un castillo en la localidad La Chapelle-Gauthier, en Seine-et-Marne, en el norte del país galo. La película se grabó en 8K "para conseguir un estilo más contemporáneo y una gran dinámica de colores, mientras que en 35 mm no se conseguía este mismo efecto", dijo la directora.

Curiosidades de la película 'Retrato de una mujer en llamas'

Héloïse no quiere aceptar el destino que le traza su madre RTVE

La artista de referencia

Mucho se ha escrito sobre la influencia de Élisabeth Vigée-Lebrun en el personaje de Marianne. Se trata de una de las pocas artistas de la época que ha gozado de cierto reconocimiento, tanto en vida como posteriormente. En 1779 pudo realizar del natural el retrato de la reina María Antonieta con traje de satén y una rosa en la mano. La gran dama de los retratos, de la que se pueden ver dos obras en el Museo del Prado. No es el único guiño histórico.

La protagonista se llama Marianne, símbolo de la Revolución Francesa, la mujer que ondea la bandera de la libertad, la igualdad, la fraternidad y la razón. La protagonista de la película no guiará al pueblo, pero si ayudará a dos mujeres de distinta clase social a tomar las riendas de sus vidas en un momento dado. Luego está Héloïse, nombre de la famosa abadesa del siglo XII que fue una mujer de letras, en la que Jean-Jacques Rousseau se inspiró, seis siglos después, para su Julia, o la nueva Eloísa.

Héloïse y Marianne, las protagonistas de 'Retrato de una mujer en llamas' RTVE

Curiosidades, del mito de Orfeo a Vivaldi

La película traza un paralelismo entre la historia que viven las protagonistas y la historia de Orfeo y Eurídice, y en una escena vemos a Héloïse, Marianne y Sophie leyendo la obra de Ovidio: Después de perder a su amante Eurídice, Orfeo tiene la oportunidad de recuperarla de entre los muertos, con la condición de que no se gire a mirarla hasta que salgan del inframundo. Orfeo no se puede resistir: se gira, la mira y ella desaparece para siempre. Marianne interpreta este mito como la elección de Orfeo de quedarse solo con el recuerdo de su amante e inmortalizarlo a través de la poesía. "No decide como un enamorado sino como un poeta", dice. Héloïse, en cambio, cree que Eurídice podría haberlo provocado a Orfeo. "Quizá fue ella quien le dijo: ¡Gírate!". Si cambiamos los nombres del mito por los de las protagonistas de la película y la poesía por la pintura entendemos mejor Retrato de una mujer en llamas. Y sobre todo el momento de la despedida, cuando tras un fugaz abrazo Héloïse sale detrás de Marianne y le dice: "¡Gírate!".

Marianne, una mujer independiente que guía el destino de dos mujeres RTVE

Las escenas de sexo

La directora utiliza la palabra, e incluso el silencio, para potenciar la sensualidad de algunas escenas y la ola de erotismo que invade a las dos mujeres. En la película hay desnudos, tratados siempre con naturalidad, y también hay escenas de sexo, que surgen con esa misma naturalidad, alejando la cámara del momento, en lugar de encajarla en el acto íntimo, como si formara parte de él. El cuerpo desnudo no se trata como mero trozo de carne, es más bien el envoltorio del deseo, el puente para llegar al corazón.

Música y final explicado (spoiler)

La película tiene una pequeñísima banda sonora, pero la música tiene un papel importante: el coro de mujeres cantando a capela Fugere non possum junto a la hoguera es embriagador y envuelve el momento que da título a la película. Sciamma juega con los sonidos y los silencios, y utiliza El verano, de Las cuatro estaciones de Vivaldi, en dos momentos concretos. Primero la toca Marianne en el viejo piano que hay en la casa, creando uno de los primeros momentos de intimidad entre las dos mujeres.

Luego tiene un protagonismo especial al final de la cinta. Marianne acude al teatro y cuando se sienta en el palco ve a Héloïse entre el público. La dos están solas, pero separadas por el patio de butacas. "Ella no me vio", dice la voz en off para dar paso a los acordes de Vivaldi y emocionan a una Heloïse, que en ese momento, con los ojos cerrados, quiere volver a ver a la mujer que, sin que ella lo sepa, la está mirando. Las lágrimas se le escapan de los ojos mientras intenta que el corazón no se le salga del pecho.

Héloïse busca la libertad en el mar RTVE

Una cinta premiada

A la buenísima recepción del público se sumó la de la crítica especializada. Retrato de una mujer en llamas ganó el premio a mejor guion en el Festival de Cannes y en este mismo festival ganó la Queer Palm, siendo Céline Sciamma la primera mujer en recibir este galardón. El galardón a mejor guion se repitió en los Premios del cine europeo y Claire Mathon ganó el Premio César a la mejor fotografía y los de Nueva York, Boston y Los Ángeles en el mismo apartado. En los premios RNE Sant Jordi ganó en la categoría de mejor película extranjera.

La película está disponible para ver gratis en RTVE Play, plataforma que ha ampliado su catálogo con nuevos títulos, como Barrio, Mataharis o Barrio Mataharis La montaña rusaAdemás, la serie documental Pacto de silencio, que cuenta las claves del caso de El Nani.