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MasterChef 11

MasterChef 11 | La fantasía de Luca: ser estilista de las hermanas Kardashian

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El sueño de Luca es ser estilista de las Kardashians

Luca destaca por ser una persona alegre, divertida y risueña. Con 18 años de edad ya acumula miles de seguidores en sus redes sociales, todo un sueño para él. Pero desde que entró a MasterChef 11 está dejando pistas de los sueños que le quedan por cumplir. Hace unas semanas ya supimos que le encantaría dar de comer a dos de sus referentes: Ana Obregón y Paris Hilton. Pero su última confesión tiene a las hermanas Kardashian como protagonistas. ¿Qué es? Lo analizamos.

En la prueba de exteriores en el espectáculo 'Bacanal', Luca vivió una montaña rusa de emociones. La primera "mala" noticia se la dio Fray Marcos, al elegirle como capitán para el equipo rojo. Por otro lado, y ya con el cocinado avanzado, el creador de contenido en TikTok aceptó la propuesta que le lanzó 'Lucifer' (el personaje maestro de ceremonias en 'Bacanal') y terminó trabajando en silencio con una mordaza en la boca. Esto le hizo pasar por momentos de bajón e incluso derramó alguna lágrima.

Pero los momentos malos se le olvidaron rápidamente cuando Samantha cumplió su promesa y le regaló su preciosa chaqueta azul celeste. Y es que la chef de Casa Taberna se comprometió a regalarle al aspirante la mencionda prenda si se salvaba de la expulsión. ¡Y así pasó! "No puedo estar más feliz. Me lo merezco", gritó Luca.

"Me gustaría ser el estilista de las Kardashian"

En la presentación de la segunda prueba, Luca quiso lucir el abrigo que le había regalado Samantha. "Estás divino con mi chaquetón", le dijo Samy. Luca, mientras desfilaba por el plató como si fuera la semana de la moda, reconoció que estaba "como si fuera una pasarela en Milán". "Hoy me creo un superstar", añadió. Y fue justo aquí cuando el creador de contenido desveló una de sus mayores fantasías: "En un futuro, más que modelo, me gustaría ser estilista, de las Kardashian. Les montaría unos outfit que temblaría el mundo entero".

Además de verle desfilar por la cocina de MasterChef, los jueces quisieron saber si se había recuperado del disgusto de la prueba por equipos. Luca, sin pelos en la lengua, reconoció que tuvo "una actitud un poco de niñato". Lo que si que quiso dejar claro es que las lágrimas fueron para sacarse de encima las malas vibraciones. "Ahora estoy recuperado y con muchísima fuerza", sentenció el aspirante.