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La mejor alternativa al azúcar blanco

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La mejor alternativa al azúcar blanco

Todos tenemos claro que el azúcar no es bueno para nuestra salud y por eso, cuanto menos consumamos, mejor, aunque tampoco queremos renunciar a ese sabor que tanto nos atrapa. Por eso, incluso cuando preparamos postres en casa buscamos otros ingredientes para endulzar nuestras elaboraciones como por ejemplo, el puré de frutas. Aunque si hablamos de opciones como la panela, el azúcar moreno, la miel… ¿Tenemos claro cuál es mejor para nuestra salud? Para intentar encontrar la mejor alternativa al azúcar blanco le hemos pedido a Roberto Vidal, El Coach Nutricional, que nos explique cuáles son las más saludables. ¡Esto es lo que nos ha contado en Saber Vivir!

Empezamos con la miel

Tenemos la idea de que la miel es más natural, está menos procesada que el azúcar blanco y por lo tanto, es más saludable, pero no es así exactamente. Muchas veces incluso se utiliza como reclamo para vender algunos productos, pero en realidad no deja de ser un sirope muy concentrado y cargado de azúcares libres, compuesto principalmente por fructosa y glucosa en un 80-85%. Sí es cierto que contiene ciertos nutrientes como vitaminas, minerales y antioxidantes, pero en una proporción tan baja que para que resultaran realmente interesantes tendríamos que consumir una cantidad desorbitada de este producto.

Así que, aunque sea una de las primeras opciones que se nos viene a la cabeza, no, no es la mejor alternativa al azúcar blanco. Pero, ¿entonces deberíamos dejar de comer miel? No se trata de eso sino, simplemente, de ser conscientes que estamos consumiendo un “jarabe” de azúcares libres y que por lo tanto tenemos que hacerlo con mucha moderación. Disfrutarlo cuando lo hagamos pero no excedernos en las cantidades ni en la asiduidad.

Sirope de agave y de arce, azúcar moreno…

Respecto al sirope de agave o el sirope de arce, nos pasa algo similar al caso de la miel. Asumimos que todo lo natural tiene que ser necesariamente más sano pero ocurre prácticamente lo mismo: la concentración de azúcares libres en estos productos está en torno al 70-80%. Y el azúcar moreno no deja de ser azúcar blanco mezclado con melaza, lo que le otorga ese color, ese ligero matiz en el sabor y una cantidad muy baja de vitaminas, minerales y antioxidantes, aunque no en una cantidad relevante.

La panela, por otra parte, se obtiene a partir del jugo de la caña de azúcar, que se evapora y de la que luego se obtienen unos bloques sólidos que se rallan. Y nos pasa exactamente lo mismo: la concentración de azúcares libres sigue siendo demasiado alta y aunque sí que contiene ciertos nutrientes, tendríamos que comer una cantidad inmensa para llegar a los niveles que nos aportaría, por ejemplo, una fruta.

¿Qué pasa con los edulcorantes?

Lo interesante de los endulzantes acalóricos, como por ejemplo la estevia, es que nos permiten endulzar nuestras preparaciones sin añadir calorías a nuestra alimentación, como dice su nombre. Es cierto que pueden ser una opción aceptable para reducir nuestro consumo de azúcares libres pero la mejor alternativa al azúcar blanco siempre será acostumbrarse al sabor natural de los alimentos.

Para ello tenemos que ser realistas: no puede ser que de un día para otro pasemos de consumir grandes cantidades de azúcar a no hacerlo, porque nos puede acabar generando mucha frustración y que por el contraste tan grande de sabor acabemos por no cumplir nuestro objetivo. Lo mejor es hacerlo con progresión, si por ejemplo sueles tomarte el café con tres cucharadas de azúcar intenta bajar a dos. Aunque al principio te costará un poco, solo es cuestión de dejar que tu paladar se acostumbre y poco a poco podrás bajar a una cucharada y después incluso a tomártelo solo. Y este consejo es algo que podemos extrapolar a todo lo que comemos o bebemos, ya verás como antes de que te des cuenta no echas en falta el azúcar o incluso te dejan de gustar los productos excesivamente dulces.