El rey advierte del peligro de los extremismos y la desinformación: "La convivencia es una construcción frágil"
- Felipe VI reivindica la Transición y destaca la apuesta decidida por los principios y valores de Europa
- Pide "especial ejemplaridad" a los poderes públicos en un momento de "hastío, desencanto y desafección" hacia la política
El rey Felipe VI ha advertido este miércoles, en su tradicional discurso de Navidad, del peligro de los "extremismos", el "radicalismo" y la desinformación, pues considera que son elementos que alteran la convivencia, que "es una construcción frágil". Así, ha defendido la importancia de cuidarla entre todos. "No basta con recordar que nosotros ya hemos estado ahí, que ese capítulo de la historia ya lo conocemos y que tuvo consecuencias funestas", ha avisado.
[Discurso de Navidad del rey Felipe VI, en pdf]
Lo ha hecho en el que es su duodécimo discurso de Navidad desde su coronación, y en esta ocasión, desde el Salón de Columnas del Palacio Real, mismo escenario que el año pasado, aunque en esta ocasión, se ha dirigido a los españoles de pie. Es la primera vez que el rey utiliza esta fórmula: ha entrado andando en el salón hasta quedarse de pie frente a la estatua de Carlos V, donde ha hecho su alocución.
Durante su discurso, de unos nueve minutos, ha incidido en que la convivencia "no es un legado imperecedero", por lo que ha apelado a que "todos debemos hacer del cuidado" de la misma "nuestra labor diaria". Así, ha defendido que "nos corresponde a todos preservar la confianza en nuestra convivencia democrática". "Preguntémonos, sin mirar a nadie, sin buscar responsabilidades ajenas, ¿qué podemos hacer cada uno de nosotros para fortalecer esa convivencia?, ¿qué líneas rojas no debemos cruzar?", ha planteado.
El rey ha apostado por el "diálogo", porque, como ha dicho, "las soluciones a nuestros problemas requieren del concurso, requieren de responsabilidad y el compromiso de todos". "Estoy hablando del respeto en el lenguaje y en la escucha de las opiniones ajenas. Estoy hablando de especial ejemplaridad en el desempeño del conjunto de los poderes públicos", ha añadido.
En este sentido, ha apelado al espíritu de diálogo de la Transición, de cuyo inicio se acaba de cumplir el 50 aniversario, un llamamiento que ya hizo también durante el acto de imposición del Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro de pasado mes de noviembre, en el marco de los 50 años de la reinstauración de la Monarquía en España.
El recuerdo a la Transición y la adhesión de España a la UE
Precisamente, el rey ha puesto como ejemplo de convivencia al proceso de la Transición en España y ha puesto el acento en que entonces, a pesar de sus "diferencias", los españoles "supieron salvar sus desacuerdos y transformar la incertidumbre en un sólido punto de partida". Y ha asegurado que aunque "los caminos fáciles no existen", los "nuestros no lo son ni más, ni menos que los de nuestros padres o abuelos".
Además, ha remarcado que aquella etapa y el "coraje" de entonces nos han enseñado "una de las lecciones más valiosas": "El de avanzar sin garantías, pero unidos". Para Felipe VI, la Constitución de 1978, que fue "fruto de aquel impulso", nos dio "un marco lo bastante amplio para que cupiéramos todos" y "toda nuestra diversidad".
También el rey se ha referido a la firma hace 40 años del Tratado de Adhesión por el que España (junto con Portugal) entró el 1 de enero de 1986 en la Comunidad Económica Europea, el germen de la actual Unión Europea, y que se firmó precisamente en el mismo salón donde ha pronunciado su discurso.
Esa adhesión, en palabras del monarca, "no solo trajo modernización y progreso económico y social, afianzó nuestras libertades democráticas". Y ha subrayado que sirvió para "cerrar una etapa marcada por un prolongado distanciamiento de una Europa, con la que compartimos principios y valores y un proyecto común de futuro".
El monarca ha reivindicado también que en estas cinco décadas que han transcurrido desde el retorno de la democracia, "España ha experimentado una transformación sin precedentes, que permitió consolidar las libertades democráticas, el pluralismo político, la descentralización, la apertura hacia el exterior y la prosperidad", si bien ha admitido que actualmente "vivimos tiempos ciertamente exigentes".
"A lo largo de estos 50 años nuestro país ha demostrado reiteradamente que sabe responder a los desafíos internos y externos cuando hay voluntad, perseverancia y visión de país. Lo vimos en crisis económicas, en emergencias sanitarias, ante catástrofes naturales y también lo vemos cada día en el trabajo callado y responsable de millones de personas. España ha progresado cuando hemos sabido encontrar objetivos que compartir. Y la raíz de todo proyecto compartido es necesariamente la convivencia", ha subrayado.
Además, ha incidido en que "el miedo solo construye barreras y genera ruido", algo que impide "comprender la realidad en toda su amplitud".
"Las ideas propias nunca pueden ser dogmas, ni las ajenas, amenazas"
Al igual que otros años, el rey ha hecho un llamamiento a rebajar la "tensión en el debate público", porque, ha advertido, "provoca hastío, desencanto y desafección" en la población. Y ha admitido que las "sociedades democráticas atraviesan una inquietante crisis de confianza", algo que ha considerado que afecta al "ánimo de los ciudadanos y a la credibilidad de las instituciones".
Ya en su discurso de 2024 llamó a la "serenidad" ante una "contienda política atronadora"; en 2023 instó a evitar el "germen de la discordia", y en 2022 alertó de la "erosión de las instituciones" y el "deterioro de la convivencia", ideas en las que también ha incidido en esta ocasión.
Felipe VI ha remarcado que los "extremismos, radicalismos y populismos" son los que están detrás y "se nutren" de dicha "falta de confianza", así como también "de la desinformación, de las desigualdades y del desencanto con el presente".
Asimismo, ha defendido que en democracia "las ideas propias nunca pueden ser dogmas, ni las ajenas, amenazas", y que para llegar a acuerdos, también son necesarias "renuncias", sin "correr a costa de la caída del otro".
No obstante, se ha mostrado convencido de que "con la memoria de estos 50 años", se puede hacer frente a todos estos "desafíos". "Tenemos un gran activo: nuestra capacidad de recorrerlos juntos. Hagámoslo con confianza", ha aseverado.
La vivienda y el clima, desafíos sociales
También Felipe VI ha hecho referencia a diferentes problemas que afronta la sociedad actual, como las dificultades que sufren "muchos ciudadanos" por el "aumento del coste de la vida", algo que, entiende, "limita sus opciones de progreso", así como a "los fenómenos climáticos", que ha dicho que son "un condicionante cada vez mayor y en ocasiones trágico", en una alusión a la dana que asoló el año pasado Valencia y se cobró 230 vidas.
Un año más se ha referido también al problema de "acceso a la vivienda", pues ha recordado que "es un obstáculo para los proyectos de tantos jóvenes", y ha mencionado, además, los problemas de conciliación de las "responsabilidades laborales, personales y familiares" que tienen "generaciones de adultos" actualmente.
"Vivimos tiempos ciertamente exigentes, muchos ciudadanos sienten que el aumento del coste de la vida limita sus opciones de progreso, que el acceso a la vivienda es un obstáculo para los proyectos de tantos jóvenes, que la velocidad en avances tecnológicos genera incertidumbre laboral. O que los fenómenos climáticos son un condicionante cada vez mayor y en ocasiones trágico", ha afirmado.
Como otros años, al final de su discurso, Felipe VI ha sostenido que España es "un gran país", que está lleno de "iniciativa y de talento". "El mundo necesita más que nunca de nuestra sensibilidad, de nuestra creatividad, y nuestra capacidad de trabajo, de nuestro sentido de la justicia, equidad y de nuestra apuesta decidida por Europa, sus principios y valores", ha reiterado.
Además, ha subrayado que "España ha progresado cuando hemos sabido encontrar objetivos que compartir". "Podremos lograr nuestros objetivos con aciertos y errores si los emprendemos juntos, participando todos orgullosos de este gran proyecto de vida en común que es España", ha concluido.
El discurso de Felipe VI ha terminado con la felicitación navideña en las cuatro lenguas cooficiales de España y la proyección, sobre el himno nacional, de imágenes de la Familia Real, tanto del rey y de la reina Letizia, así como de la princesa de Asturias y la infanta Sofía, en diferentes actos de este año.