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Gallardo reconoce la debacle del PSOE en Extremadura tras un mínimo histórico, pero no dimite: "El resultado es muy malo"

Gallardo reconoce el pésimo resultado del PSOE en las elecciones en Extremadura: "El resultado es muy malo"

Como en Juego de Tronos, en uno de sus feudos históricos, las encuestas venían avisando al PSOE en Extremadura: "Winter is coming" (Se acerca el invierno), un lema que es una advertencia para prepararse para tiempos difíciles. La alerta se ha confirmado, y no porque el hemisferio norte haya recibido en la tarde de este domingo al invierno. Que también. Si no por el batacazo de los socialistas extremeños, con Miguel Ángel Gallardo a la cabeza, que logra mínimo histórico, pierde casi la mitad de los votos respecto a 2023, se deja diez escaños y se queda con 18 asientos en la Asamblea de Extremadura, con algo más del 25% de votos.

"El resultado del PSOE es muy malo, sin paliativos", ha calificado el propio Gallardo al valorar los resultados, antes incluso de que se completase el escrutinio total. El PSOE ha quedado segunda fuerza, lejos de los 29 diputados que ha logrado el PP, ganador de la noche en número de votos. No ha confirmado si dimitirá, pero Gallardo ha informado de que ha convocado "de urgencia" al comité del partido en Extremadura este lunes para valorar los resultados y tomar las decisiones. "Lo que menos me preocupa es mi futuro político, lo que más me ocupa es que el PSOE tome la mejor decisión, por eso he convocado a la ejecutiva y podremos analizar", ha señalado en declaraciones a los medios de comunicación. "Por encima de Miguel Ángel Gallardo está el PSOE de Extremadura, a partir de mañana hablaremos", ha añadido dejando la puerta abierta a una posible salida.

Por el camino, desde 2023, Gallardo ha pasado de ser primera fuerza a dejarse más de 110.000 votos, y por primera vez en la historia baja de la barrera de los 20 diputados en la Asamblea de Extremadura. Hace dos años y medio lograron 242.659 votos (39,90%) y 28 escaños. Ahora, 135.732 votos (25,73%) y 18 escaños con el 99,71% del voto escrutado. Hasta ahora, el PSOE nunca había bajado del 39% de votos y solo en unas elecciones no había sido primera fuerza.

En su Villanueva de la Serena natal, dónde ha gobernado durante más de dos décadas, se ha desplomado 19,5 puntos y el PSOE se ha quedado segunda fuerza. De las tres grandes ciudades, el PSOE ha sido tercera fuerza tras ser superado en Cáceres y Badajoz por PP y VOX. En Mérida ha perdido 20 puntos y el PP le ha duplicado en votos.

Con semblante serio desde la sede del PSOE en Mérida, Gallardo ha asegurado que la "forma de estar ajustado a la realidad y tener los pies en el suelo es destacar cuando los resultados son adversos", como en esta aciaga y fría noche para los socialistas extremeños. La primera del invierno al que todavía le quedan dos noches electorales más próximamente, en Aragón y Castilla y León.

Unos comicios marcados por la imputación de Gallardo

En unas elecciones marcadas por la imputación de Gallardo en la investigación sobre la contratación del hermano de Pedro Sánchez cuando presidía la Diputación de Badajoz, la situación le ha pasado factura y el electorado ha dado la espalda al candidato socialista. Además, se daba la circunstancia de que por primera vez un cabeza de lista concurría a una cita electoral estando procesado por supuestos delitos de tráfico de influencias y prevaricación administrativa.

Para Gallardo, la pregunta en esta noche electoral no es si debe dimitir, sino "para qué" ha convocado este adelanto electoral María Guardiola, que no ha logrado la mayoría absoluta que pretendía, pierde 10.000 votos, solo logra un escaño más y volverá a depender de un Vox al alza, que ha subido 6 escaños que se traducen en 11 asientos en la asamblea extremeña y sigue teniendo la llave de gobierno.

"El experimento claramente ha fallado, Extremadura tiene más bloqueo e inestabilidad [...] se ha producido un engorde de la ultraderecha", ha señalado Gallardo en la rueda de prensa. Para el líder de los socialistas extremeños, desde este domingo hay "mayor extremismo para la región". "El experimento de Feijóo ha fallado", ha calificado.

Ferraz admite que el resultado es "malo"

En cuanto han cerrado los colegios electorales y se iba escrutando poco a poco el voto, el mensaje desde el equipo de Gallardo era escueto, pero rotundo y sin paños calientes: "mal, claramente". "Qué horror", admitían otros socialistas extremeños.

La propia secretaria de Organización del PSOE, Rebeca Torró, ha admitido que el resultado ha sido "malo" y lo ha achacado a que no han sido capaces de movilizar al votante socialista y ha asegurado que "analizarán los resultados en profundidad" en la cúpula del partido.

Sin embargo, no ha aclarado la posición de la dirección federal sobre la continuidad de Gallardo. "Por nuestra parte vamos a seguir ayudando a nuestros compañeros de Extremadura para que los extremeños tengan un proyecto de futuro y de oportunidades para la mayoría", ha zanjado.

Fuentes de Ferraz han asegurado a RTVE que van a esperar a que este lunes Gallardo reúna a su ejecutiva antes de dar pasos desde Madrid por si tienen que pedirle o no la dimisión. De cara a las próximas elecciones autonómica, en Aragón, donde los pronósticos tampoco son muy halagüeños, en el PSOE piden ir "partido a partido", aunque hacen autocrítica. "Habrá que reformular cosas de campaña: el cómo llegan a la gente los mensajes. Hay cosas que habrá que repensar para movilizar a los progresistas", han añadido.

Tras las elecciones, el presidente del Gobierno y secretario General del PSOE, Pedro Sánchez, ha llamado a Gallardo para agradecer el trabajo durante la campaña. Sin embargo, esa llamada "no significa respaldo", apuntan desde Ferraz, que no quieren hacer lecturas nacionales porque "estos resultados no interpelan al presidente".