Tres millones de niños en España son hijos de madre o padre de origen migrante, según un informe
- El Consejo Económico y Social ha presentado el Informe sobre la realidad migratoria en España
- La finalidad de este documento es establecer prioridades para las políticas públicas del Gobierno
Tres millones de niños en España son hijos de madre o padre de origen migrante, según se desprende del Informe sobre la realidad migratoria en España: Prioridades para las políticas públicas, elaborado por el Consejo Económico y Social (CES).
El departamento que dirige Elma Saiz solicitó el estudio al CES "para que contribuyese a la realización de diagnósticos sobre esta realidad y aportase propuestas de actuación con el objetivo de lograr una migración ordenada, segura y regular". El documento ha sido presentado este miércoles en la sede del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, en Madrid.
En concreto, subraya que la inmigración ha servido para "amortiguar" el "declive demográfico". Asimismo indica, citando los últimos datos del Padrón, que 9,5 millones de habitantes en España (el 19% de la población) ha nacido en algún país extranjero, y el 14% posee nacionalidad distinta de la española. A esta cifra hay que añadir los tres millones de hijos de madre o padre de origen migrante, "lo que incrementa significativamente su contribución demográfica en España", según los autores del documento.
“🔴Los más de nueve millones de migrantes en nuestro país provocan un efecto multiplicador en la economía española, según un informe de@CESEspana
— Radio 5 (@radio5_rne) November 12, 2025
▪️Su actividad es esencial para la sostenibilidad de las pensiones, pero no constituye una solución estructural
🎙️@isa_jdandres pic.twitter.com/A9eYXQzzUo“
"La inmigración ha venido a amortiguar el impacto demográfico de la amalgama de circunstancias sociales, culturales y económicas que han transformado el tamaño y la composición de la población española, de manera especial desde finales de la década de los años 90, siendo la principal responsable del crecimiento poblacional", recalcan.
También reflejan que en la actualidad viven en España 9,5 millones de personas de origen extranjero, pero apuntan que no se dispone de una cifra exacta de menores "porque muchos de ellos disponen de nacionalidad española y han nacido en España". Además, expone que las mujeres nacidas en el extranjero representan el 52% de la población inmigrante en España.
Riesgo para las mujeres migrantes
En cuanto a las mujeres migrantes, el estudio indica que se enfrentan a una "confluencia de desventajas y riesgo de discriminación", por la doble condición de ser mujer y migrante, junto a una "mayor vulnerabilidad" frente al riesgo de violencias de género.
Si bien, señala que las mujeres hoy en día emprenden la movilidad internacional "de manera más autónoma e independiente de lo que lo hacían en épocas pasadas". En este sentido, el informe refleja que España destaca como el país de destino con mayor porcentaje de mujeres inmigrantes, "un rasgo relevante por la importante contribución de las mujeres en sectores tradicionalmente muy feminizados como el sanitario, la atención a la dependencia y actividades de servicio doméstico, pero también cada vez más actividades de otro tipo como la hostelería o el comercio".
En la misma línea, el CES revela en el estudio que la distribución de la población de origen extranjero es "asimétrica", coexistiendo territorios de alta presión demográfica, como la franja mediterránea, y otros que "apenas" reciben flujos migratorios internacionales.
Mientras, añade que el patrón de asentamiento es urbano, con concentraciones "muy destacables" en algunos barrios de las grandes capitales, Madrid y Barcelona. En las zonas rurales, apunta que la inmigración ha cobrado "relevancia creciente".
"Protagonismo desproporcionado" de menores migrantes solos
Respecto a las llegadas irregulares de migrantes por vía marítima, recalca que, aunque representan "una parte mínima" dentro del "elevado dinamismo" de la inmigración y del conjunto de entradas, han derivado en un "protagonismo desproporcionado" en el debate, especialmente en lo referido a menores no acompañados. Esta situación la achaca a las "dificultades de coordinación de las distintas administraciones" y a la "instrumentalización partidista".
"Más allá de su distribución territorial, existe un problema de fondo que debe afrontarse: la necesidad de reforzar el sistema de protección de menores y los recursos de acompañamiento, emancipación e inserción laboral al llegar a la mayoría de edad, fundamentales para prevenir situaciones de vulnerabilidad y marginalidad", subraya.
Imagen de archivo de un cayuco, ya vacío, después de llegar al puerto de La Restinga (El Hierro). GELMERT FINOL / EFE
Por otro lado, el CES pide reforzar las políticas universales de protección a la infancia y a los hogares con niños; dotar de mayores recursos al sistema de protección de menores; facilitar el acceso a la regularidad administrativa de estos últimos cuando carezcan de ella; apoyar con programas y recursos específicos la transición a la vida adulta de los jóvenes, especialmente de los más vulnerables, y apostar por la educación inclusiva y la convivencia intercultural en la escuela.
De la misma manera, apuesta por fomentar la igualdad efectiva de oportunidades y la no discriminación por razón de su origen de la juventud de ascendencia migratoria, con especial hincapié en la mejora de sus trayectorias educativas y de inserción laboral.
Sobre los hijos de padres migrantes, llamados de "segunda generación", el informe revela que trabajan mayoritariamente en ocupaciones "de mayor cualificación" que sus progenitores. No obstante, indica que "la mejora intergeneracional no se traduce todavía en una plena equiparación con las personas trabajadoras autóctonas".
Pacto de Estado por la convivencia
Por último, el CES reclama un Pacto de Estado por la convivencia y aboga por "impulsar una visión común equilibrada y realista que reconozca y normalice la aceptación de la inmigración como un fenómeno estructural" que "ponga en valor la convivencia en la diversidad de orígenes" frente a las "corrientes xenófobas".
"Ello no implica ignorar sus desafíos sociales, culturales o de cualquier índole, sino abordarlos en un marco de diálogo y de búsqueda de consenso, esenciales para garantizar la durabilidad de un proyecto de política de integración social y convivencia a largo plazo, al margen de la volatilidad de la opinión pública, los ciclos económicos o la coyuntura política", asegura.
En la presentación del estudio, el presidente del CES, Antón Costas, ha definido la inmigración como "elemento de enriquecimiento de la sociedad" para la "diversidad social y cultural". Asimismo, ha indicado que el Pacto es "más necesario que nunca" y ha abogado por apostar "de forma efectiva" por la existencia de vías de entrada "seguras y eficaces".