El presidente de Letonia veta la ley para salir del Convenio de Estambul que previene la violencia contra la mujer
- La decisión fue aprobada en el Parlamento letón el pasado jueves con 56 votos a favor, 32 en contra y dos abstenciones
- Miles de personas se han manifestado en Riga y han firmado una petición para que la ley sea reconsiderada
El presidente de Letonia, Edgars Rinkēvičs, ha vetado este lunes la ley aprobada la semana pasada por el Saeima (el Parlamento letón) para retirar al país del Convenio de Estambul, que previene y combate la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica. De haberse hecho la retirada efectiva, Letonia se habría convertido en el primer Estado miembro de la Unión Europea en abandonar este instrumento internacional.
"De acuerdo con el artículo 71 de la Constitución de la República de Letonia, solicito que sea reconsiderada la ley 'sobre la retirada del Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica'", ha explicado Rinkēvičs en una comparecencia ante los medios de comunicación.
Apenas un año y medio desde que el Convenio entró en vigor
En una carta dirigida a la presidenta del Parlamento, Daigai Mieriņai, Rinkēvičs ha recordado que en Letonia el Convenio entró en vigor el 1 de mayo de 2024 y que menos de dos años después el Saeima aprueba de forma "urgente" y en únicamente "dos lecturas" una ley para retirar al país de este instrumento internacional.
El presidente del país ha insistido en que "la retirada de Letonia de un Convenio del Consejo de Europa de protección de los derechos humanos sería un precedente" en Europa "que podría poner en riesgo la arquitectura jurídica europea".
Rinkēvičs también ha subrayado que Letonia sería el primer Estado miembro de la UE en retirarse de un tratado internacional de derechos humanos, "lo cual requiere valorar seriamente su compatibilidad con el principio de cooperación leal establecido en el Tratado de la Unión Europea, incluido el principio de igualdad entre mujeres y hombres" establecido en el mismo.
Una decisión aprobada en el Parlamento
El Parlamento aprobó el jueves pasado por la noche, después de un encendido debate con 56 votos a favor, 32 en contra y dos abstenciones la salida del país báltico del Convenio, pese a que un día antes unas 5.000 personas se manifestaran en Riga para rechazar este paso, en lo que los medios letones describieron como una de las mayores protestas de los últimos años.
El paso dado por el Parlamento generó también el rechazo de varios países comunitarios, entre ellos España. También del presidente de la Asamblea del Consejo de Europa (APCE), Theodoros Rousopoulos, y de ONG como Amnistía Internacional (AI), además de una gran parte de la sociedad letona, que ya ha convocado para este jueves otra manifestación.
Cartas pidiendo que la ley sea devuelta al Parlamento
Rinkēvičs destacó en su carta al Saeima que ha recibido varias misivas tanto antes como después de la adopción de la ley en la que se le solicitaba que la ley sea devuelta al Parlamento. "En la mayoría de los casos, los remitentes señalan que la aprobación de la Ley genera inseguridad jurídica, socava la confianza en las instituciones del Estado y debilita significativamente los mecanismos de protección de los derechos humanos en Letonia", ha indicado Rinkēvičs, que ha añadido que además de las cartas, aproximadamente 60.000 letones han firmado una petición para que la ley sea reconsiderada.
El presidente letón ha sostenido que el Saeima tiene la competencia para decidir sobre la retirada de Letonia de un tratado internacional ratificado, pero "preocupa" que no haya "evaluado adecuadamente la posición" del Gobierno, que debe aplicar el Convenio.
Rinkēvičs ha recordado que el Consejo de Ministros en este caso no solo apoyó la permanencia de Letonia en el Convenio, sino que incluso rechazó expresamente su retirada, y ha subrayado que los datos del Gobierno demuestran que la "actividad reforzada de las instituciones competentes en la prevención y lucha contra la violencia doméstica ha dado resultados".
A juicio de Rinkēvičs, la ratificación y posterior denuncia del Convenio dentro del mismo mandato parlamentario "envía un mensaje contradictorio tanto a la sociedad letona como a los aliados internacionales, poniendo en duda la disposición del país a cumplir de buena fe sus compromisos internacionales". "Tal incertidumbre e imprevisibilidad del Estado no es compatible con el espacio jurídico europeo", ha reiterado Rinkēvičs.
Hasta la fecha, Turquía ha sido el único país en abandonar el Convenio de Estambul. Lo hizo en 2021, 10 años después de firmarlo y de convertirse con esa rúbrica en el primer país en ratificar el tratado europeo. Tras su salida, miles de mujeres salieron a las calles para protestar por la salida y varias organizaciones señalaron que, aunque Turquía había adoptado el Convenio, este nunca se había aplicado en la práctica.