Nobel de Economía para Mokyr, Aghion y Howitt por demostrar que la innovación impulsa un mayor progreso
- Aghion y Howitt ya recibieron en 2020 el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento por el mismo motivo
- El galardón se entregará en una ceremonia que tendrá lugar el próximo 10 de diciembre en Estocolmo
Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt han sido reconocidos este lunes con el Nobel de Economía de 2025 por demostrar que la innovación impulsa un mayor progreso o, lo que es lo mismo, que el avance tecnológico experimentado en los últimos dos siglos se ha traducido en "un crecimiento económico sostenido", lo que "ha sacado a un gran número de personas de la pobreza y ha sentado las bases de nuestra prosperidad".
"El estancamiento económico, y no el crecimiento, ha sido la norma durante la mayor parte de la historia de la humanidad. Su trabajo demuestra que debemos ser conscientes de las amenazas al crecimiento continuo y contrarrestarlas", ha justificado la Real Academia Sueca de Ciencia en un comunicado.
El galardón, formalmente conocido como el Premio Sveriges Riksbank en Ciencias Económicas en Memoria de Alfred Nobel, es el último que se entrega este año —tras concederse la semana pasada en las disciplinas de Medicina, Física, Química, Literatura y de la Paz— y está dotado con 11 millones de coronas suecas (cerca de un millón de euros).
En este caso, la mitad del premio ha sido otorgado a Mokyr "por haber identificado los prerrequisitos para un crecimiento sostenido a través del progreso tecnológico" y la otra mitad conjuntamente a Aghion y Howitt "por la teoría del crecimiento sostenido a través de la destrucción creativa".
Los galardonados suceden a Daron Acemoglu, Simon Johnson and James A. Robinson, que consiguieron el Nobel en 2024 por estudiar "cómo se forman las instituciones y cómo afectan a la prosperidad" de los países y poner el foco en las causas de la desigualdad entre países que derivan en muchos casos de los tiempos coloniales.
Estudios sobre la llamada "destrucción creativa"
El estadounidense Joel Mokyr es profesor en la Universidad de Northwestern, en Illinois (Estados Unidos); el francés Philippe Aghion trabaja en el Collège de France e INSEAD, en París, y en la London School of Economics and Political Science, en el Reino Unido; mientras que el canadiense Peter Howitt es profesor en la Universidad de Brown, en Rhode Island (EE.UU.).
En el caso del primero, la Academia ha destacado la utilización de fuentes históricas como "un medio para descubrir las causas de que el crecimiento sostenido se convirtiera en la nueva normalidad". Así, demostró que "para que las innovaciones se sucedan en un proceso autogenerado, no solo necesitamos saber que algo funciona, sino también tener explicaciones científicas de por qué", algo que a su juicio solía faltar antes de la revolución industrial, lo que dificultaba el desarrollo a partir de nuevos descubrimientos e inventos.
De Aghion y Howitt, por su parte, la institución ha reconocido la construcción en 1992 de "un modelo matemático" para la llamada destrucción creativa: cuando un producto nuevo y mejor entra al mercado, las empresas que venden los productos más antiguos salen perdiendo. Su trabajo demuestra cómo la innovación representa algo nuevo y, por lo tanto, es creativa. Sin embargo, también es destructiva, ya que la empresa cuya tecnología se vuelve obsoleta se ve superada por la competencia.
"De diferentes maneras, los galardonados muestran cómo la destrucción creativa genera conflictos que deben gestionarse de manera constructiva. De lo contrario, la innovación se verá bloqueada por empresas consolidadas y grupos de interés que corren el riesgo de verse perjudicados", explica la Academia.
Precisamente, Aghion y Howitt ya recibieron en 2020 el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Economía, Finanzas y Gestión de Empresas por "sus investigaciones sobre el crecimiento económico basado en la destrucción creativa".
Críticas a los aranceles de Trump
En una conversación telefónica durante la rueda de presentación del premio en la sede de la Real Academia de las Ciencias sueca, que recoge Europa Press, el francés Aghion ha reconocido su sorpresa y ha anticipado su intención de destinar la parte del premio que le corresponde al laboratorio de investigación que impulsa actualmente en el Collège de France.
Al ser cuestionado sobre las actuales amenazas para el crecimiento sostenible, el economista se ha referido a los retos que plantea la inteligencia artificial o la necesidad de conciliar la expansión económica con el medio ambiente. Y no ha dudado en señalar los riesgos que representan las barreras arancelarias, pues a su juicio el crecimiento requiere de un gran mercado para intercambiar ideas, transferir tecnologías y mayor competencia.
"No aplaudo la ola proteccionista en EE.UU.", ha afirmado, aunque ha querido señalar un aspecto positivo en la llamada de atención que supone para los países europeos, que deben darse cuenta de que no deben asumir que Estados Unidos y China se conviertan en líderes tecnológicos.
Se entregará el próximo de 10 diciembre
El de Economía, junto al resto de galardones, será entregado en una doble ceremonia que tendrá lugar el próximo 10 de diciembre —fecha en la que se conmemora el fallecimiento de Alfred Nobel— en Oslo, para el Nobel de la Paz, y en Estocolmo, para el resto.
No obstante, cabe recordar que este galardón no fue creado en su día por el magnate sueco. Fue establecido en 1968 por el Riksbanken, el banco central sueco, coincidiendo con el 300 aniversario de la entidad, distinguiendo al noruego Ragnar Frisch y al holandés Jan Tinbergen.
Hasta la fecha, ningún español ha sido distinguido con este galardón, aunque economistas como Manuel Arellano o Andreu Mas-Colell han estado recurrentemente en las quinielas.