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Francia aplaza a abril de 2026 el juicio al dirigente de ETA Josu Ternera por motivos de salud

  • El médico de la justicia francesa acredita que el etarra sufre problemas cardiovasculares y no se puede desplazar a París
  • La fiscal del caso explica que "tiene que comparecer en algún momento" y que toda causa judicial "genera ansiedad"
El histórico dirigente de ETA Josu Ternera
El histórico dirigente de ETA Josu Ternera JOEL SAGET / AFP

El juicio en Francia contra el histórico dirigente de ETA José Antonio Urrutikoetxea, apodado Josu Ternera, ha sido aplazado hasta el 9 y 10 de abril de 2026 por los riesgos cardiovasculares que padece el etarra, según ha certificado un médico designado por el Tribunal de Apelación de París.

El juicio debería haberse iniciado este miércoles en París, pero Ternera no se presentó en el tribunal alegando motivos de salud. En consecuencia, la justicia ordenó realizarle un examen médico para verificar si su ausencia estaba justifica y para valorar si se encontraba en condiciones de viajar a París para continuar el proceso. El facultativo ha concluido que "parece poco razonable" que Ternera se desplace hasta la capital francesa desde San Juan de Luz, la localidad del País Vasco francés en la que reside.

El médico, que ha realizado un informe independiente para el tribunal parisino, ha constatado que el terrorista tiene problemas de hipertensión y ha recopilado informaciones sobre las últimas consultas que ha tenido con profesionales sanitarios. En concreto, ha destacado su paso por las urgencias de San Juan de Luz el pasado 30 de septiembre ante la posibilidad de sufrir un accidente vascular cerebral.

La fiscal explica que Ternera "tiene que comparecer en algún momento"

La presidenta del tribunal, Isabelle Schoonwater, ha detallado que Ternera será examinado nuevamente antes de las nuevas fechas para evaluar si puede trasladarse a París para participar en el juicio. En caso de que no esté en condiciones de viajar, se contemplará la opción de que lo siga por videollamada. Junto a esto, Schoonwater ha reconocido que este "juicio ha acumulado mucho retraso".

La fiscal del caso, Naïma Rudolf, ha explicado que Ternera "tiene que comparecer en algún momento" y, en relación con el hecho de que el juicio puede provocarle estrés y aumentar su riesgo cardiovascular, ha detallado que "cualquier audiencia genera ansiedad".

Por su parte, el abogado del etarra, Laurent Pasquet-Marinacce, ha pedido que se descarte la posibilidad de seguir el juicio mediante videoconferencia porque, según ha sostenido, no es legal.

El abogado de Josu Ternera, Laurent Pasquet, en el tribunal parisino

El abogado de Josu Ternera, Laurent Pasquet, en el tribunal parisino EFE/EPA/YOAN VALAT

Los abogados de Ternera ya habían solicitado aplazar el juicio por el estado de salud de su cliente y para que pudieran participar como testigos tres personas, entre ellos el exdirigente socialista vasco Jesús Eguiguren.

Juicio por pertenencia a organización terrorista

El Tribunal de Apelación de París debía iniciar este miércoles el juicio a Ternera, por su pertenencia a la organización terrorista entre 2002 y 2005, años en los que operó en clandestinidad desde Francia tras huir de España.

Este proceso judicial lleva pendiente en Francia varios años y condiciona su entrega a España, donde tiene numerosas cuentas pendientes con la justicia. En principio, el etarra deberá comparecer hasta el miércoles de la próxima semana.

Ternera, que tiene 74 años y vive en San Juan de Luz, cerca de la frontera con España, quedó en libertad bajo control judicial en julio de 2020, poco más de un año después de haber sido arrestado en los Alpes. Pese a que España pidió su extradición, la justicia francesa lo rechazó y permitió su salida de prisión por motivos de salud.

Investigado por el atentado contra la Guardia Civil de Zaragoza

Ternera huyó de España cuando estaba siendo investigado por su implicación en el atentado de 1987 contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza. Once personas murieron en ese ataque, seis de ellas menores de edad. En el momento de su fuga, Ternera era diputado en el Parlamento Vasco por Euskal Herritarrok, la formación de Arnaldo Otegi.

La Fiscalía argumentó que "necesariamente" Ternera fue quien tomó la decisión de cometer ese atentado y fue llamado a declarar en dos ocasiones, aunque no acudió en ninguna de ellas. Ante su ausencia, el Supremo dictó una orden de búsqueda y captura internacional contra él.

Finalmente, el etarra fue condenado en rebeldía a siete años de cárcel en 2010, pero como estaba en paradero desconocido, no cumplió la sentencia. Cuando fue capturado nuevamente en 2019, después de 17 años fugado, se acogió a su derecho de repetir el proceso judicial, esta vez en su presencia.

Inicialmente, el nuevo juicio se tendría que haber producido en septiembre de 2021, pero sus abogados consiguieron que la causa volviese a la fase de instrucción, argumentando que el procedimiento no había cumplido con las reglas por razones formales. Desde entonces, el juicio se ha ido posponiendo sucesivamente.

Josu Ternera y Arnaldo Otegi, actual dirigente de EH Bildu, en una manifestación de Euskal Herritarrok

Josu Ternera y Arnaldo Otegi, actual dirigente de EH Bildu, en una manifestación de Herri Batasuna EFE/ALFREDO ALDAI

Francia absolvió a Ternera de una segunda causa por pertenencia a ETA

Además, durante sus años escondido en Francia, la justicia del país le abrió una segunda causa, pero esa ya se resolvió el 1 de septiembre de 2021, cuando el Tribunal Correccional de París le absolvió de la acusación de pertenencia a organización terrorista entre los años 2011 y 2013.

Esta decisión se dio porque los jueces franceses consideraron que en ese período de tiempo y durante los años posteriores, Ternera no tuvo un papel terrorista en el seno de ETA. Esto es, dieron credibilidad a las alegaciones de Urrutikoetxea de que había salido de la banda en 2006 porque dejó de estar de acuerdo con la acción armada.

Ternera justificó que sus relaciones con otros miembros de la organización tenían por objetivo el abandono de la violencia. Cabe señalar que, pese a argumentar su salida de ETA en 2006, fue él quien leyó el comunicado de disolución de la organización terrorista en 2018.