Trump afirma que el Ejército de EE.UU. hundió otro barco "de narcotraficantes" en el Caribe, dejando tres muertos
- El mandatario no ha especificado de dónde partió la embarcación ni el lugar exacto donde se produjo el ataque
- Venezuela todavía no se ha pronunciado sobre el presunto ataque
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha informado este viernes que el Ejército realizó un nuevo ataque cinético "letal" contra un "barco afiliado a una organización terrorista designada". Asimismo, ha confirmado la muerte de tres supuestos narcotraficantes.
En una publicación en Truth Social, el republicano ha señalado que el Pentágono había ordenado el ataque y que murieron "tres narcoterroristas masculinos a bordo del buque". "La inteligencia confirmó que la embarcación estaba traficando narcóticos ilícitos y transitaba por un pasaje de narcotráfico conocido en dirección a envenenar a los estadounidenses", ha agregado. Una información que también recogió la Casa Blanca en su cuenta de X junto con un vídeo del presunto ataque.
Trump no ha especificado de dónde partió la embarcación ni el lugar exacto donde se produjo el ataque.
Horas más tarde, el mandatario republicano ha amenazado a Venezuela de consecuencias "incalculables" si no acepta la devolución de los inmigrantes deportados, a los que ha calificado de "lo peor del mundo".
"Queremos que Venezuela acepte de inmediato a todos los presos y personas de instituciones mentales entre los que está lo peor del mundo de psiquiátricos a los que los 'dirigentes' de Venezuela han obligado a venir a Estados Unidos de América", ha planteado Trump en un mensaje publicado en su cuenta en su red social Truth Social. "Miles de personas han resultado heridas graves e incluso hay muertos debido a estos 'monstruos'. Fuera de una vez de nuestro país. Ya. ¡O el precio que pagaréis será incalculable!", ha amenazado.
Venezuela denuncia una "guerra no declarada"
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, ha afirmado este viernes que el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe constituye una "guerra no declarada" contra su país. Durante la presentación de un informe sobre maniobras militares frente a las costas venezolanas, Padrino ha criticado que Washington recurra a ataques letales contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico, en lugar de detenerlas e incautar la carga.
Según ha dicho, personas que podían ser o no narcotraficantes fueron "ajusticiadas en el mar Caribe, sin derecho a la defensa", lo que a su juicio demuestra un patrón de hostilidad.
Caracas sostiene que, en las últimas semanas, el país norteamericano ha bombardeado al menos tres embarcaciones venezolanas, con un saldo de unas 15 personas muertas. El ministro ha cuestionado que, pese a disponer de "tanta tecnología y tanto poder", el Pentágono no sea capaz de interceptar una nave en condiciones normales.
Ante esta situación, el Gobierno de Nicolás Maduro ordenó el despliegue de tropas y la realización de ejercicios militares en la isla de La Orchila. Maduro acusa a Washington de intentar forzar un "cambio de régimen" e imponer en Venezuela un "gobierno títere" alineado con sus intereses.
Respuesta institucional y judicial
La tensión también ha tenido una respuesta institucional. El presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, ha anunciado la instalación de divisiones regionales del Consejo Nacional por la Soberanía y la Paz, un organismo creado para coordinar acciones frente a lo que Caracas percibe como una amenaza militar externa. Rodríguez ha detallado que ya se han puesto en marcha consejos estatales en Portuguesa, La Guaira y Lara, adelantando que próximamente se extenderán a otros estados costeros.
En su declaración, ha recalcado que los pescadores son de los sectores "más afectados por la agresión de fuerzas imperiales", llamando a la población a unirse a este esfuerzo colectivo en defensa de la paz y la soberanía.
En paralelo, el fiscal general, Tarek William Saab, ha exigido a la ONU investigar los ataques estadounidenses. Según ha denunciado, pequeñas embarcaciones con tres o cuatro personas a bordo fueron "demolidas y tiroteadas por misiles" sin que existiera flagrancia ni procedimientos judiciales. A su juicio, se trata de una "coartada falsa" utilizada por Washington para justificar lo que ha descrito como "ejecuciones en serie" de venezolanos en aguas caribeñas. Caracas considera que la vía diplomática y jurídica es clave para frenar lo que presenta como una escalada militar encubierta bajo el discurso antidrogas.
Opiniones divididas en la región
El despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe continúa generando reacciones divididas en la región. Desde Costa Rica, el canciller, Arnoldo André, ha declarado que su país "no ve señales de alarma" por el aumento de la presencia estadounidense, aunque ha reconocido que el crimen organizado y el narcotráfico constituyen "el cáncer que está comiendo a nuestra sociedad". Además, ha recordado que pese a carecer de ejército, Costa Rica participa en patrullajes conjuntos con Washington en el marco de la cooperación antidrogas.
Por el contrario, Cuba ha anunciado una jornada de recolección de firmas en apoyo a Venezuela. El dirigente del Partido Comunista, Roberto Morales Ojeda, ha asegurado que el objetivo es reunir millones de adhesiones para denunciar las "agresiones" de EE. UU. y reafirmar la solidaridad con Caracas. Durante un encuentro en Miraflores, Morales ha subrayado que tanto Cuba como Venezuela enfrentan una "guerra multiforme", llamando a fortalecer la cooperación diplomática y política entre ambos países.
Estados Unidos, por su parte, mantiene que el despliegue —que incluye al menos ocho buques de guerra, un submarino de propulsión nuclear y cazas F-35 en Puerto Rico— responde exclusivamente a la lucha contra el narcotráfico proveniente de Venezuela. El presidente Trump negó públicamente que existan planes para promover un cambio de régimen, aunque confirmó que sus fuerzas han atacado embarcaciones utilizadas en actividades ilícitas en el Caribe.