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Bruselas multa a Google con 2.950 millones por abusos en el mercado de publicidad online

Bruselas multa a Google con 2.950 millones por abusar de su posición en el mercado de publicidad online
RTVE.es / AGENCIAS

La Comisión Europea (CE) ha informado este viernes de que ha multado a Google con 2.950 millones de euros (unos 3.465 millones de dólares, al cambio actual) por abuso de posición dominante en la publicidad para favorecer sus propios servicios en este sector y perjudicar a sus competidores.

La institución europea tenía previsto anunciar esta multa a comienzos de esta semana, pero el proceso fue frenado, tal y como adelantó el medio especializado MLex, tras la intervención del comisario de Comercio, Maros Sefcovic, que ha sido el negociador del bloque con las autoridades estadounidenses durante la guerra arancelaria.

La decisión publicada este viernes implica que Google debe poner fin de inmediato a estas prácticas contra la competencia y, además, tendrá que tomar medidas para evitar conflictos de intereses inherentes a lo largo de la cadena de suministro.

Google tiene ahora 60 días para informar al Ejecutivo comunitario sobre qué piensa hacer al respecto.

Esta sanción la segunda más alta jamás impuesta por el Ejecutivo comunitario por abusos monopolísticos, por detrás de la multa de más de 4.000 millones de euros también a Google por violar las normas comunitarias de competencia a través de Android.

Bruselas avisa a Google si se niega a corregir su comportamiento

"La decisión de este viernes muestra que Google abusó de su posición dominante en la publicidad digital, perjudicando a editores, anunciantes y consumidores. Es un comportamiento ilegal de acuerdo a las normas antimonopolio de la UE", ha señalado la vicepresidenta de la Comisión Europea responsable de Competencia, Teresa Ribera, en un comunicado remitido tras conocerse la multa.

La española avisó también a la tecnológica de que Bruselas "no dudará en imponer" correcciones "serias" a Google si la firma se niega a subsanar su comportamiento.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha calificado de "muy injusta" la sanción. "Esto se suma a las muchas otras multas e impuestos que se han impuesto contra Google y otras empresas tecnológicas estadounidenses, en particular. ¡Muy injusto, y el contribuyente estadounidense no lo tolerará! Como he dicho antes, ¡mi Administración NO permitirá que estas acciones discriminatorias continúen!", ha escrito Trump en su red social, Truth.

"No podemos permitir que esto le ocurra a la brillante e inédita innovación estadounidense y, si continúa, me veré obligado a iniciar un procedimiento bajo la Sección 301 para anular las sanciones injustas que se están cobrando a estas empresas estadounidenses que pagan impuestos", ha dicho el mandatario.

Esta disposición de la Ley de Comercio de 1974 permite a EE.UU. tomar represalias comerciales, entre ellas aranceles o restricciones, contra países extranjeros que a su juicio lleven a cabo políticas comerciales injustas o discriminatorias en perjuicio de compañías norteamericanas.

Una investigación que empezó hace cuatro años

Bruselas abrió en 2021 su investigación sobre el negocio publicitario en línea y confirmó dos años después que las prácticas de la multinacional en este sector eran contrarias al Derecho comunitario. Las autoridades europeas concluyeron entonces que la única salida pasaba por que Google vendiera parte de este negocio.

Google ofrece servicios en este sector con dos herramientas de compra para anunciantes (Google Ads y DV 360), otra para que los editores gestionen sus espacios publicitarios (DoubleClick for Publishers o DFP) y una plataforma que pone en contacto a ambas partes del negocio, AdX.

La investigación de Bruselas concluyó que Google ha abusado desde "al menos" 2014 de su posición dominante en estos mercados para favorecer a su plataforma AdX en las subastas de anuncios organizadas por DFP informándole, por ejemplo, del valor de la apuesta más elevada que había hecho un competidor y que tenía que superar para ganar el contrato.

AdX también gozaba de una ventaja competitiva en las herramientas de compra Google Ads y DV 360: la primera ofrecía principalmente ofertas hechas sobre la plataforma de Google, lo que hacía que AdX fuera la opción "más atractiva".

El objetivo "deliberado" de esta conducta era dar a AdX una "ventaja competitiva" que reforzara su "papel central" en el negocio de la tecnología publicitaria, así como "la capacidad de Google de cobrar altos precios por su servicio" publicitario.