Illa subraya que el diálogo es el "motor de la democracia" tras reunirse por primera vez como 'president' con Puigdemont
- Puigdemont agradece la "amabilidad y la conversación" aunque critica que la reunión haya tenido lugar en Bruselas
- El presidente catalán se reunió en 2024 con el resto de expresidentes de la Generalitat, pero no con Puigdemont
Un apretón de manos como gesto de la "normalización" en Cataluña de la que presume el PSOE. Es la imagen que ha puesto rostro al encuentro de este martes entre el president de la Generalitat, Salvador Illa, y el expresident Carles Puigdemont.
Ambos han conversado durante aproximadamente hora y media en la delegación del Govern en la UE, tras más de un año desde que el exministro de Sanidad asumiera la presidencia de Cataluña. Illa ha celebrado positivamente la reunión, que para él se traduce en un "buen ejemplo" de que el diálogo es "motor de la democracia", con el horizonte puesto en que "Cataluña siga avanzando", según ha apuntado en su cuenta de X poco después de concluir el encuentro.
Puigdemont por su parte rebaja el tono y aunque ha agradecido la "amabilidad y la conversación", critica que "en una situación de normalidad democrática" la reunión se tendría que haber llevado a cabo "hace muchos meses" en el Palau de la Generalitat, y no en Bruselas. "Hoy ha vuelto a quedar claro que no vivimos en situación de normalidad", ha manifestado en X.
Ha sido la cita del día y un punto clave en la política catalana y nacional, todo después de que el pasado mes de junio el Tribunal Constitucional avalara la ley de amnistía. Todo con la aprobación de los presupuestos de fondo y la necesidad que tiene el Gobierno de apuntalar sus apoyos parlamentarios.
Sin embargo, para Junts, el encuentro se ha producido "tarde" y cree que el movimiento del socialista es "en clave PSOE". Fue la Generalitat quien anunció este lunes en un comunicado el encuentro de Illa con el también expresidente catalán, que todavía reside en Waterloo ante la reticencia del Tribunal Supremo de aplicarle la amnistía, pese a los múltiples llamamientos que han hecho los partidos políticos que participaron en la elaboración de la ley.
El Gobierno central y el propio Illa han llamado en varias ocasiones al alto tribunal a aplicar "con diligencia" la ley para que Puigdemont y algunos exconsellers puedan pisar territorio nacional sin ser detenidos. Puigdemont, mientras, está esperando a que el Constitucional resuelva el recurso que presentó contra la decisión del Supremo y en el Tribunal de Justicia de la UE también se está dirimiendo si la ley puede contravenir el derecho europeo.
Tras ser investido 'president' en agosto de 2024, Illa se reunió ese año con todos los expresidentes catalanes (Jordi Pujol, José Montilla, Artur Mas, Quim Torra y Pere Aragonès) salvo con Puigdemont, alegando que se mantenía en activo como líder de Junts. Sin embargo, el aval del TC a la amnistía ha cambiado el escenario y el también líder de los socialistas catalanes ha optado por iniciar el curso político con este encuentro.
Junts reunirá este miércoles en Waterloo a su permanente, el órgano de dirección más restringido del partido, según han informado desde la formación a RTVE Noticias. "No tiene ninguna relación con hoy (...) Nos reunimos una vez por semana, sin excepción", manifiestan las mismas fuentes.
El Gobierno niega que vayan a negociar los presupuestos del Estado
El Gobierno central, por su parte, ha negado desde primera hora de la mañana que la cita tenga que ver con la negociación de los presupuestos generales del Estado de 2026. Preguntada por esta cuestión, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha respondido así: "Cuando hablemos de presupuestos con Junts, será el Ministerio de Hacienda el que hable. No está en el orden del día ni en el ánimo de Illa hablar de presupuestos".
Así, ha asegurado que el encuentro "va en la línea de seguir ganando confianza mutua" y cree que es "bueno para la convivencia y para el diálogo". "El ganar confianza entre formaciones políticas siempre repercute en un interés común", ha zanjado.
Los últimos presupuestos que aprobaron las Cortes, los de 2023, han sido prorrogados en dos ocasiones y el Ejecutivo necesita el apoyo de Junts para que los de 2026 puedan seguir adelante.
Respecto a la intención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de reunirse con Puigdemont, el Ejecutivo no pone fecha. La ministra portavoz, Pilar Alegría, se ha limitado a manifestar que cuando haya información sobre esa cita lo anunciará debidamente: "No voy a practicar futurología. El presidente dijo que esa reunión se producirá y cuando llegue ese momento todos ustedes lo conocerán y lo sabrán".
El PP habla de la "foto de la vergüenza"
Para los 'populares', la reunión es una símbolo de la "pleitesía" y la "sumisión" que a su juicio rinde Sánchez a Puigdemont. Un encuentro que ha sido orquestado por el propio presidente del Gobierno para ofrecer al expresident "lo que haga falta", en palabras del secretario general de la formación, Miguel Tellado. "Todo con tal de estirar el poder el tiempo suficiente para atravesar el calvario judicial que le espera parapetado en la Presidencia del Gobierno", ha indicado en su cuenta de X.
Muy crítico con el encuentro, Tellado ha aprovechado su publicación para cargar contra el jefe del Ejecutivo por "ejercer un férreo control" sobre las instituciones públicas, "despreciando a la oposición, sembrando cizaña entre españoles y desprestigiando a los jueces puede amortiguar su caída".
Por su parte, la cuenta oficial del Partido Popular en la misma red social ha recriminado al presidente del Gobierno por pasar de decir que "traería detenido a Puigdemont a mandarle a un telonero para rehabilitarle políticamente". "Una hora y media de tiempo y dinero de todos los ciudadanos para humillar a la democracia", recalcan.
Otras figuras del partido de Feijóo que se han pronunciado sobre la reunión han sido Nacho Martín Blanco, diputado catalán en el Congreso, y Juan Fernández, portavoz del partido en el Parlament. En la misma línea, ambos coinciden en que, la que quizás haya sido la imagen del día, ha sido más bien "la foto de la vergüenza", según ha señalado Martín Blanco en X, por ser el reflejo de "la humillación de los catalanes que nos sentimos españoles".