León XIV preside la misa del Jubileo de los Jóvenes: "Aspiren a cosas grandes, no se conformen con menos"
- La ceremonia es el punto culminante de una semana de actividades juveniles en el marco del Jubileo 2025
- La víspera, el papa presidió una vigilia de oración en la que emplazó a los jóvenes a "construir un mundo más humano"
El papa León XIV ha oficiado este domingo desde Tor Vergata, a las afueras de Roma, la misa del Jubileo de los Jóvenes, su primer gran evento internacional tras su elección como sumo pontífice el pasado 8 de mayo.
León XIV ha animado a "aspirar a cosas grandes" y a no caer en el conformismo o el mero consumismo a todos los jóvenes congregados en la explanada de Tor Vergata para la misa final.
"Aspiren a cosas grandes, a la santidad, allí donde estén. No se conformen con menos. Así verán crecer cada día la luz del Evangelio, en ustedes mismos y a su alrededor", ha dicho el pontífice durante su homilía desde el gran escenario del campamento de Tor Vergata.
Durante la misa, que ha clausurado una semana de actos y celebraciones con miles de jóvenes llegados a todo el mundo por el Año Santo, el papa ha sostenido que "la plenitud de nuestra existencia no depende de lo que acumulamos ni de lo que poseemos", sino que "está unida a aquello que sabemos acoger y compartir con alegría".
"Comprar, acumular, consumir no es suficiente. Necesitamos alzar los ojos, mirar a lo alto, a las cosas celestiales", ha aseverado en su homilía, leída en italiano, inglés y en español ante la multitud y en la que animó a practicar la humildad, el perdón y la paz.
El papa ha llamado a los jóvenes a seguir "las huellas del Salvador"
Asimismo, León XIV ha hablado de la fragilidad humana, comparándola con la renovación constante de la naturaleza: "La fragilidad forma parte de la maravilla que somos", ha dicho.
"Así vive el campo, renovándose continuamente, e incluso durante los meses fríos del invierno, cuando todo parece callar, su energía vibra bajo tierra y se prepara para explotar en miles de colores durante la primavera", ha comparado el pontífice.
"También nosotros, queridos amigos, somos así; no hemos sido hechos para una vida donde todo es firme y seguro, sino para una existencia que se regenera constantemente en el don, en el amor", ha asegurado.
El pontífice ha concluido su mensaje confiando a los jóvenes a la Virgen: "Con su ayuda, al regresar a sus países en los próximos días, sigan caminando con alegría tras las huellas del Salvador y contagien con entusiasmo y fe a quienes encuentren", ha emplazado.
León XIV se acuerda de Ucrania y Gaza
El papa León XVI ha mostrado su solidaridad con los jóvenes que sufren la guerra en todo el mundo, en especial con los de Gaza y Ucrania. "¡Estamos con la gente joven de Gaza y con los jóvenes de Ucrania! Con todos aquellos países ensangrentados por la guerra", ha proclamado antes del rezo del Ángelus.
El pontífice ha defendido que la amplia participación en este evento juvenil demuestra que "otro mundo es posible". "En comunión con Cristo y en nuestra esperanza de paz por el mundo, estamos más cerca que nunca de los jóvenes que sufren los más serios males, causados por otros seres humanos", ha sostenido el papa, suscitando el aplauso de la multitud.
León XIV se ha dirigido a los jóvenes para decir que son "pruebas de que un mundo diferente, de fraternidad y amistad, es posible". Un mundo, ha asegurado, "en el que los conflictos no sean resueltos con las armas y con el diálogo".
Tor Vergata, donde Juan Pablo II clausuró la Jornada Mundial de la Juventud
Tras presidir el sábado una multitudinaria vigilia en ese mismo lugar, esta mañana el pontífice aterrizó de nuevo en helicóptero en torno a las 7.40 hora local. Después ha recorrido la zona en el papamóvil saludando a los que se encontraban en el lugar hasta llegar al gran escenario desplegado.
El pontífice ha dado "los buenos días" en italiano, inglés, español, francés y alemán y ha expresado su deseo a los asistentes de que "hayan descansado un poco" durmiendo al raso. En Tor Vergata han pasado la noche cientos de miles de jóvenes de 146 países del mundo llegados a Roma por este evento del Año Santo.
La elección del campus universitario de Tor Vergata como sede de la misa no es casual: fue también el lugar donde Juan Pablo II celebró la clausura de la Jornada Mundial de la Juventud en el año 2000. De este modo, León XIV recoge simbólicamente ese testigo, marcando una nueva etapa en el liderazgo espiritual de la Iglesia Católica.
El papa presidió la víspera la vigilia
La víspera, León XIV presidió una vigilia de oración con cientos de miles de personas a las que emplazó a "construir un mundo más humano" y justo.
"Reflexionen sobre su manera de vivir y busquen la justicia para construir un mundo más humano. Sirvan a los pobres, y así den testimonio del bien que siempre nos gustaría recibir de nuestros prójimos", dijo el pontífice.
Después, tomó la cruz del Jubileo en sus propias manos y encabezó a pie una procesión con decenas de muchachos hasta el escenario en el que presidió el acto. El papa dedicó también la tarde a responder a tres preguntas planteadas por tres jóvenes y lamentó la muerte de dos jóvenes, una española y una egipcia, antes de los actos.