Israel intensifica su asedio sobre Gaza, con al menos 87 muertos en bombardeos y puntos de distribución humanitaria
- En Rafah, al menos 20 personas han muerto asfixiadas por una estampida en un centro de distribución
- Egipto y Catar intensifican sus contactos con Irán e Israel para consolidar el alto el fuego y para alcanzar una tregua en Gaza
Los centros de distribución de ayuda humanitaria en la Franja Gaza siguen consolidándose como la mayor trampa mortal dentro del enclave palestino, después de que al menos 21 personas perdieran la vida en una estampida ocurrida el miércoles en uno de estos centros. En total, al menos a 87 personas en todo el enclave en las últimas 24 horas, la mayoría, víctima de los bombardeos israelíes.
Al norte de la ciudad sureña de Rafah, al menos 20 personas han muerto asfixiadas en un centro de distribución de ayuda humanitaria gestionado por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés). El grupo, respaldado por Estados Unidos e Israel, ha descrito el suceso como un "incidente" causado por personas "armadas y afiliadas a Hamás", y han atribuido al "gas lacrimógeno disparado contra la gente hambrienta y la posterior estampida" la muerte de al menos 15 de los 21 palestinos, sin dar más información sobre el resto de fallecidos. Antes, la GHF había dicho que al menos 20 personas habían muerto en uno de sus centros de reparto en el sur de Gaza, de las que 19 fueron "pisoteadas" y una "apuñalada".
"Tenemos motivos creíbles para creer que elementos dentro de la multitud, armados y afiliados a Hamás, fomentaron deliberadamente los disturbios", ha declarado la fundación en un comunicado. El GHF, que comenzó a distribuir paquetes de alimentos a finales de mayo después de que Israel levantara un bloqueo de 11 semanas a los suministros humanitarios, ha recibido constantes críticas de la ONU por difundir desinformación. Naciones Unidas también ha calificado el modelo del GHF de "inherentemente inseguro" y de violar los estándares de imparcialidad humanitaria, un enfoque que, según Israel, reduce el riesgo de saqueo por parte de Hamás.
El martes, la oficina de derechos humanos de la ONU en Ginebra informó haber registrado al menos 875 muertes en las últimas seis semanas en las inmediaciones de los centros de ayuda y convoyes de alimentos en Gaza. La mayoría de esas muertes fueron causadas por disparos que los residentes locales atribuyeron al Ejército israelí.
Intensos bombardeos en el centro y norte del enclave
Respecto a los bombardeos israelíes, cuatro personas, entre ellas un niño de seis años y un bebé, han muerto en ataques contra el campamento de desplazados de Al Mawasi, cerca de Jan Yunis, también en el sur de la Franja. Otros seis gazatíes han perdido la vida en el centro del enclave tras registrarse impactos sobre una tienda de campaña, un edificio residencial y un café en las inmediaciones de la playa de Al Zuweida.
En la norteña Ciudad de Gaza, tres personas, incluido un bebé, han muerto en un ataque contra la vivienda familiar, mientras que otras dos han fallecido a causa de las heridas sufridas en bombardeos anteriores.
Además, se ha registrado un número incierto de víctimas en ataques israelíes contra diferentes puntos del centro y el norte del enclave. El Ejército israelí no se ha posicionado sobre estos casos específicos, pero ha informado que durante el último día ha atacado "más de 120 objetivos terroristas", incluyendo "células terroristas, estructuras militares, instalaciones de armas e infraestructura subterránea" en Gaza.
Desde el inicio de la ofensiva israelí, más de 58.479 personas han muerto, la mayoría mujeres y niños, y más de 139.355 han resultado heridos, muchos con mutilaciones y lesiones de por vida, según las autoridades sanitarias palestinas. Además, Israel ha provocado una crisis de hambre, ha desplazado internamente a toda la población de Gaza y ha dado lugar a acusaciones de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia y de crímenes de guerra ante la Corte Penal Internacional, acusaciones que Tel Aviv niega.
Contactos para evitar una nueva escalada
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunirá el miércoles con el primer ministro de Qatar, el jeque Mohammed bin Abdulrahman al-Thani, mientras el republicano presiona para avanzar en un acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes en Gaza.
Los negociadores israelíes y de Hamás han participado en la última ronda de conversaciones de alto el fuego en Doha desde el 6 de julio, debatiendo una propuesta respaldada por Estados Unidos para un alto el fuego de 60 días que contempla la liberación gradual de rehenes, la retirada de las tropas israelíes de partes de Gaza y conversaciones sobre la finalización del conflicto.
Egipto y Catar han intensificado sus contactos diplomáticos con Irán, Israel y otras partes internacionales para consolidar el alto el fuego entre Teherán y Tel Aviv, así como para allanar el camino hacia una tregua en la Franja de Gaza. Según el Ministerio de Exteriores egipcio, el titular de este departamento, Badr Abdelaty, ha hablado por teléfono en las últimas horas con su homólogo iraní, Abás Araqchí, así como con el enviado estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, y el secretario general del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi.
"Hablaron sobre las formas de mantener la desescalada y establecer plenamente un alto el fuego entre Irán e Israel, garantizar la no reanudación de las hostilidades, así como avanzar en el proceso político y pacífico", apunta en la nota.
Por otro lado, está previsto que el primer ministro y ministro de Exteriores catarí, Mohamed bin Abdulrahmán, se reúna este miércoles con el presidente estadounidense, Donald Trump, para abordar las negociaciones para la tregua en Gaza, según la cadena catarí Al Jazeera, que no ha ofrecido más detalles. Esos contactos se producen después de que una fuente de seguridad egipcia informara a la prensa de una reunión en El Cairo entre altos responsables de Egipto y Catar con una delegación israelí para acelerar el logro de un entendimiento para una tregua en Gaza.
En este sentido, el portavoz de Exteriores de Catar, Majed al Ansari, aseguró el martes, que las negociaciones indirectas entre Israel y Hamás, que se celebran en Doha desde hace una semana, "se encuentran en sus etapas iniciales". La actual propuesta sobre la mesa plantea una tregua de 60 días, durante la cual las partes deberán negociar su continuación en un alto el fuego permanente. El borrador de este plan plantea que, de no alcanzar las partes un acuerdo sobre el día después de la tregua, esta podía prolongarse hasta que lo alcanzaran.
El alto el fuego previo de dos meses finalizó cuando los ataques israelíes mataron a más de 400 palestinos el 18 de marzo. Este año, Trump propuso la toma de control de Gaza por parte de Estados Unidos, lo cual fue condenado internacionalmente por expertos en derechos humanos, la ONU y los palestinos, calificándolo de "limpieza étnica".
Israel expande la tensión a Siria
Israel sigue resistiéndose a la paz en la región. El martes, Tel Aviv volvió a bombardear territorio sirio y este miércoles, el ministro israelí de Defensa, Israel Katz, ha amenazado con mantener los ataques hasta que las nuevas autoridades no abandonen la región de Al Sueida, en el sur del país.
La víspera, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó atacar Al Sueida, una ciudad del sur de Siria de mayoría drusa que en los últimos días ha sido escenario de enfrentamientos entre beduinos y drusos, con el argumento de proteger a esa comunidad y garantizar la desmilitarización de la frontera común. En su mensaje de este miércoles, Katz ha señalado que Israel "no abandonará a los drusos en Siria y aplicará la política de desmilitarización que hemos decidido".
En este contexto, la audiencia de Netanyahu en su juicio por corrupción que debía celebrarse este miércoles ha sido aplazada por los ataques israelíes contra Siria, según recogen medios locales. El proceso, que se desarrolla ante el Tribunal del Distrito de Tel Aviv y que arrancó el pasado 10 de diciembre, ha quedado en numerosas ocasiones aplazado, a petición del propio primer ministro, acogiéndose a los diferentes acontecimientos ocurridos en la región en los últimos meses, entre ellos la ofensiva en Gaza y la guerra con Irán del pasado mes de junio que su Gobierno incentivó.