Bolsonaro, inhabilitado y enjuiciado, clama por "justicia y amnistía" ante un apoyo cada vez más menguante
- Bolsonaro insiste en que no cometió ningún delito y que su actuación tras las elecciones era para "defender la democracia"
- Aunque empata con Lula en las encuestas, sus actos y apoyos han caído drásticamente
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro, inhabilitado políticamente y enjuiciado por un intento de golpe de Estado que podría costarle hasta 40 años de cárcel, ha pedido este domingo "justicia" y "amnistía" ante miles de simpatizantes en São Paulo, aunque con una convocatoria menor que en protestas anteriores de este año.
Bolsonaro ha negado haber planeado un golpe, ha atacado a la Corte Suprema por querer "no solo encarcelarlo, sino eliminarlo" y ha reclamado una amnistía para los condenados por los actos del 8 de enero de 2023, cuando miles de sus seguidores han asaltado las sedes de la Presidencia, el Congreso y el Supremo.
"Si hubiese sido un golpe, ustedes no estarían aquí. Queremos justicia, pacificación y el bien de nuestro país", ha dicho, insistiendo en que la pacificación pasa por esa amnistía.
También ha afirmado que los disturbios han sido organizados por la izquierda y ha acusado al Gobierno de Lula da Silva de ocultar imágenes clave de lo ocurrido.
"No han incautado ningún arma ese día. ¿Qué intentona es esa sin armas, con ancianos, mujeres y madres con banderas y biblias? Un golpe se da con Fuerzas Armadas y armas", ha declarado ante unos 12.400 asistentes, según mediciones de la Universidad de São Paulo (USP).
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro participa en una manifestación este domingo. SEBASTIAO MOREIRA / EFE
"Con el 50% del Congreso puedo cambiar el destino de Brasil"
El líder ultraderechista, de 69 años, ha defendido que la amnistía está prevista en la Constitución y puede ser aprobada por el Congreso, y ha afirmado que trabajará para que la ultraderecha obtenga mayoría en la Cámara de Diputados y en el Senado en las próximas elecciones.
"Con el 50% del Congreso puedo cambiar el destino de Brasil sin ser presidente", ha asegurado, dando a entender que el Legislativo podría aprobar amnistías, destituir jueces del Supremo y frenar al Ejecutivo.
Simpatizantes del expresidente brasileño Jair Bolsonaro participan en una movilización este domingo. SEBASTIAO MOREIRA / EFE
Bolsonaro ha insistido en que no ha cometido ningún delito y que su actuación tras las elecciones de 2022 ha buscado únicamente "defender la democracia".
Aun así, ha recordado que está inhabilitado hasta 2030, pero ha evitado señalar a un sucesor para las elecciones de 2026 y ha subrayado que su objetivo es garantizar una mayoría parlamentaria que le permita a la ultraderecha condicionar cualquier gobierno.
Sus convocatorias pierden fuerza
Durante la manifestación, marcada por banderas de Brasil, Israel y EE. UU., se han escuchado consignas en apoyo a Donald Trump y a la ofensiva israelí en Gaza e Irán.
Pese a su popularidad en las encuestas –que lo muestran empatado con Lula en una eventual segunda vuelta– sus actos han perdido fuerza: en febrero reunió a 185.000 personas, en abril a 44.900 y este domingo a 12.400.
El apoyo político también ha menguado, ya que en la protesta de abril estuvo acompañado por ocho gobernadores y este domingo solo han acudido cuatro.