Miles de personas participan en la marcha del Orgullo en Budapest desafiando la prohibición del Gobierno de Orbán
- La organización ha cifrado en 200.000 personas los participantes en la marcha, que ha transcurrido sin incidentes
- Los ministros Yolanda Díaz y Ernest Urtasun han acudido para apoyar al colectivo LGTBIQ+ de Hungría
Miles de personas, entre ellas numerosos políticos y eurodiputados, han participado en la marcha del Orgullo 2025 en Budapest desafiando la prohibición del primer ministro, Viktor Orbán.
A la cabeza de la manifestación, con el lema "La libertad y el amor no pueden ser prohibidos", se ha situado el alcalde de Budapest, Gergely Karácsony, del Partido Verde. "Budapest, debido a vuestra participación hoy se ha convertido en la capital de Europa", ha dicho ante la multitud.
"La fuerza y grandeza de Budapest está en su carácter multifacético", ha añadido el primer edil, afirmando que la ciudad "siempre defenderá a los que están bajo la amenaza de que les quiten algún derecho". "O somos libres todos o ninguno", ha afirmado Karácsony, y aludiendo claramente a las elecciones legislativas de primavera de 2026, ha señalado que el país "se enfrenta a un gran cambio".
Marcha del Orgullo LGTBIQ+ en Budapest. REUTERS/Lisa Leutner
Karácsony ha agradecido el apoyo de los alcaldes de ciudades como Barcelona, París, Atenas y Londres, entre otras, que han estado presentes en la marcha para mostrar su solidaridad.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha dicho que "las ciudades europeas son los auténticos bastiones de resistencia contra esta ola reaccionaria que está barriendo Europa y que tiene como máximo exponente al gobierno de Orbán".
Una reciente encuesta realizada por el instituto demoscópico Publicus indica que el 78% de la gente en Budapest está en contra de la prohibición emitida por la policía húngara, que alega una reciente ley aprobada por el Gobierno ultranacionalista.
Esa ley, impulsada por el Fidesz, el partido del primer ministro ultranacionalista Viktor Orbán, estipula que se pueden prohibir eventos públicos si éstos ponen en peligro el desarrollo considerado como "adecuado" de los menores de edad.
La organización ha cifrado en 200.000 personas los participantes en la marcha, que ha transcurrido sin incidentes en un ambiente festivo y familiar. A las 18.00 hora local, al menos 200.000 personas, según ha informado a Efe el portavoz del Budapest Pride, Máté Hegedűs, se han concentrado frente a la Universidad de Ingeniería, tras cruzar el puente Erzsébet sobre el Danubio.
Díaz: "La Comisión Europea no puede mirar a otro lado"
Varios miembros del Gobierno español, como la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, o el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, han acudido a Budapest para apoyar al colectivo LGTBIQ+ de Hungría.
"La Comisión Europea no puede mirar a otro lado, no puede quedarse callada. Está en juego el futuro de Europa", ha dicho Díaz, que ha apelado a Europa a unirse para evitar el avance de la ultraderecha, ya que "se están empezando a vulnerar derechos fundamentales". "Hoy Budapest es la capital de la democracia, de la esperanza, de la libertad, de la diversidad, del orgullo, de amar libremente y de ser lo que queramos ser", ha afirmado.
Por su parte, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha sostenido que "defender los derechos en Budapest, es defender los derechos en Madrid, en París o en otra parte de la Unión Europea".
También ha acudido unos 70 eurodiputados y decenas de otros cargos políticos, como diputados nacionales y regionales de diferentes países europeos.
El alcalde declaró la marcha como celebración municipal
Pese a la prohibición del Gobierno, la marcha se ha celebrado porque el alcalde de Budapest la declaró una celebración municipal y, por tanto, no requiere permisos de las autoridades nacionales.
La 30 edición del llamado Budapest Pride se ha convertido así en toda una prueba de fuerza entre Orbán y el alcalde de Budapest. Según la interpretación del Gobierno y una resolución policial, el desfile está prohibido, al verse los menores de edad expuestos al tema de orientaciones sexuales no heterosexuales.
El Gobierno advirtió a los participantes de que podrían ser multados con hasta 200.000 forintos (unos 500 euros).