Felipe VI advierte de que el refuerzo de la defensa europea es una "necesidad real y apremiante"
- Ha llamado a "considerar nuestras alianzas" para fortalecer nuestras capacidades" en particular dentro de la OTAN
- El monarca ha participado en el acto de clausura de la promoción Jacques Delors 2024/2025 del Colegio de Europa
El rey Felipe VI ha advertido de que el refuerzo de las capacidades de seguridad y defensa en Europa ha pasado de ser un ámbito de cooperación relevante pero limitado a una "necesidad real y apremiante" que cuenta con un "amplio margen de mejora y un enorme potencial".
Así se ha pronunciado este viernes el jefe del Estado español en el acto de clausura de la promoción Jacques Delors 2024/2025 del Colegio de Europa, en Bélgica, lugar de formación para los altos funcionaros en las instituciones de la Unión Europea. Precisamente a ellas se ha dirigido para recordarles que la seguridad ahora marca los debates en el seno de la UE porque "la erosión del orden mundial ha hecho saltar todas las alarmas".
Por ello, ha llamado a "considerar nuestras alianzas" para "fortalecer nuestras capacidades", en particular dentro del marco de la OTAN, de la que "depende en gran medida" la seguridad en Europa, ha señalado el monarca. "No debemos olvidar que Europa justifica su existencia respondiendo eficazmente a las necesidades que surgen en cada etapa. Nosotros, los ciudadanos europeos, debemos trabajar juntos para satisfacer esas necesidades y dar este paso adelante sin socavar otras políticas esenciales", ha indicado Felipe VI.
El siguiente paso del proyecto europeo: "Defensa y la seguridad"
Una alianza que pertenece a los Estados democráticos, ha recordado el rey, que ha asistido junto a la reina Letizia a esta clausura con motivo de su 75 aniversario. Un centro que ya visitó como príncipe en 1999 y a cuyos alumnos ha insistido a fomentar en sus carreras el diálogo transatlántico.
Europa, ha explicado el monarca, siempre ha tomado el rumbo necesario para responder a las necesidades acuciantes en tiempos de agitación, como fueron la bipolarización del mundo, la carrera armamentística, el proceso de descolonización, la crisis del petróleo, el colapso soviético, el surgimiento de un mundo multipolar, la crisis económica y financiera, la pandemia mundial o la aparición de las redes digitales y la inteligencia artificial.
Por ello ahora, ha incidido el rey, el siguiente paso del proyecto europeo es la defensa y la seguridad, un ámbito estrechamente vinculado a la idea de Europa y su supervivencia, ya que nació de la paz tras dos guerras mundiales, con la aspiración de evitar que la guerra volviera a suelo europeo, lo que, en opinión del monarca, también debería impregnar las políticas europeas.
Porque ese "vínculo transatlántico", que es también nuestro "marco estratégico estrella", no es solo una decisión política determinada por la casualidad sino que a su juicio es un modo de "comprender nuestro lugar en el mundo". "Una comunidad basada en valores forjada en los convulsos años del siglo XX, que cobra más importancia que nunca en el siglo XXI", ha resaltado.
Pide responder a las crisis "con más Europa"
En esa empresa, los recursos y las fuerzas armadas combinados de los Estados miembros tienen un enorme potencial y su prestigio es indiscutible, según ha afirmado Felipe VI, que ha considerado no obstante que es necesario avanzar "mucho" en la armonización de los recursos, la capacidad de planificación, las estructuras de mando y las industrias de defensa.
Todo ello cuando el mundo de los derechos humanos, de la Carta de Naciones Unidas, del multilateralismo y la resolución pacífica de controversias se ve cada vez "más socavado y cuestionado, incluso por algunos de sus mayores defensores y primeros promotores", sostuvo.
Tras referirse al conflicto de Oriente Medio y la preocupante escalada de hostilidades entre Israel e Irán o a la guerra de agresión e invasión que sufre Ucrania, el rey ha señalado cómo la guerra ha sembrado una nube de duda y una sensación de inseguridad sobre el derecho internacional.
Así, ha agregado, principios básicos como el respeto de la independencia soberana y la integridad territorial de los Estados "se están degradando ampliamente": "Las reglas del juego están amenazadas, los beneficios de la diplomacia y la cooperación honesta están en peligro y lo que está en juego es nuestro propio modo de vida", ha alertado.
No obstante, ha proseguido, en otras ocasiones el proyecto europeo ha superado crisis "existenciales", por ello confía en que pueda hacerse de nuevo "respondiendo con más Europa" y que los europeos lo demuestren "tantas veces como sea necesario": "Que nadie subestime nuestra capacidad, como europeos, para afrontar los retos que se nos presentan", ha advertido.
Para ello, ha esgrimido los valores que dan fuerza a los europeos, que no se encuentran en "eslóganes o pancartas" o en "la confusión entre liderazgo y radicalismo", sino en la razón, en el pensamiento ético: "Y Europa, la idea de Europa, es uno de los productos más grandes y sabios de la razón".
"Nunca antes en la historia una Europa unida, fuerte y cohesionada había sido tan vital para el mundo y, por supuesto, para nosotros los europeos", ha recalcado el rey.