Sanidad y Consumo buscan mejorar la alimentación en residencias y hospitales: "La salud empieza por el plato"
- La nueva regulación garantizará una alimentación saludable, sostenible y de calidad
- Mónica García: "Un paciente bien alimentado se recupera antes"
La dirección de esta página ha sido copiada en su portapapeles
"Un paciente bien alimentado se recupera antes" y "la salud empieza por el plato" son las dos afirmaciones de la ministra Mónica García que resumen y explican por qué desde los ministerios de Sanidad —del que García es titular— y Consumo van a desarrollar una nueva regulación que garantice una nutrición sostenible, saludable y de calidad tanto en hospitales como en residencias.
La propuesta busca poner la alimentación en el centro de la salud como medida de prevención, porque una persona con una nutrición adecuada mejora su calidad de vida y desarrolla menos enfermedades.
La evidencia científica señala que un paciente desnutrido retrasa el alta hospitalaria, tiene más complicaciones e incluso tarda más en ver cicatrizadas sus heridas, ha subrayado García.
Sostenibilidad económica
Esta regulación obedece también a un propósito de sostenibilidad. "El 28% de las personas que están institucionalizadas en la residencia incluyen el riesgo de desnutrición, es algo que no nos podemos permitir directamente" ha declarado la ministra y ha añadido que "es ineficaz económicamente", ya que no permite distribuir bien los recursos.
Los datos ofrecidos señalan que el problema de la malnutrición, en general, supone unos 1.143 millones de euros a la sanidad. De hecho, un paciente que ingresa ya con desnutrición cuesta aproximadamente 1.500 euros más de media respecto a otro en situación similar, bien alimentado.
García ha concluido que poner la alimentación en el centro "supone a la larga una mayor efectividad o mayor eficacia de nuestro sistema sanitario y un mayor ahorro presupuestario."
La alimentación saludable es un derecho
Durante la rueda de prensa, García ha recordado que una alimentación saludable incluye proteínas de calidad, frutas y verduras al mismo tiempo que evita los azúcares, frituras y ultraprocesados. La ministra ha señalado que aunque hay centros hospitalarios y residencias que lo están haciendo bien, en otros no es así. "Sabemos que hay pacientes mayores que reciben cenas a base de galletas o de bebidas azucaradas y sabemos que la comida en muchos estos lugares no se adapta a las necesidades".
Para revertir esta situación han convocado una consulta pública que busca recoger diagnósticos, opiniones y propuestas, así como escuchar a todas las partes afectadas.
Hasta el 21 de junio estará abierto el plazo para que ciudadanos, entidades sociales, organizaciones de consumidores, profesionales, así como personas en hospitales y residencias participen con aportaciones y comentarios en la elaboración del decreto.
Pablo Bustinduy, ministro de Derechos Sociales, ha recordado que "una alimentación saludable y nutritiva es un derecho social , y tiene que ser un derecho universal". El ministro ha denunciado que ha recibido quejas de instituciones donde han servido incluso comida en mal estado.
También ha reflexionado sobre los intereses económicos y el consumo de comida preparada y ha hecho hincapié en que la "comida no es un trámite" y en la importancia de cómo organizarse para garantizar el derecho a una alimentación saludable y nutritiva especialmente en aquellos lugares donde las personas son más vulnerables.
Bustinduy ha deseado "un consenso lo más amplio y transversal posible" y que su tramitación sea más breve que el real decreto de comedores escolares.
