Enlaces accesibilidad

El aeropuerto como "espacio de protección" para las personas sin hogar: la estrategia de Barcelona

  • La directora de Arrels, Beatriz Fernández, explica cómo han acuciado a las administraciones desde las ONG
  • En el aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona - El Prat pernoctan 156 personas sin hogar, según la Generalitat
Los aeropuertos son un espacio seguro durante las noches para las personas en situación de calle
Los aeropuertos son un espacio seguro durante las noches para las personas en situación de calle. EFE / CATI CLADERA
SANTIAGO R. PÉREZ

"El máximo de individuos detectados en este año ha sido 156, con 108 personas identificadas". Estos son los datos oficiales sobre las personas sin hogar que pernoctan en el aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona - El Prat hechos públicos este 14 de mayo por el Departamento de Servicios Sociales e Inclusión de la Generalitat de Cataluña.

Pese a que las competencias en sinhogarismo son principalmente de los ayuntamientos, la Generalitat se ha arrogado el "liderazgo" del acuerdo al que ha llegado con el Ayuntamiento de Barcelona, el de El Prat de Llobregat y Aena para abordar la situación de las personas sin hogar en el aeropuerto. Un acuerdo con el que se garantizará una "atención social de urgencia, acompañamiento y derivaciones" de estas personas.

Este miércoles, el ayuntamiento de Madrid, hacía públicos algunos datos sobre la atención a algunas personas sin hogar que pernoctan en el aeródromo madrileño tras el cruce de acusaciones entre Aena, la Delegación de Gobierno, la Comunidad de Madrid y el propio gobierno municipal.

La abogada Beatriz Fernández es la directora de Arrels, la entidad social de referencia en el trabajo con personas sin hogar cronificadas en el área de Barcelona. Lleva 22 años en el tercer sector gestionando equipos y proyectos para la defensa de los derechos y la mejora de las condiciones de vida de los más vulnerables.

Beatriz Fernández, directora de Arrels, durante una ponencia sobre la aporofobia

Beatriz Fernández, directora de Arrels, durante una ponencia sobre la aporofobia. ARRELS / JUAN LEMUS

P: Arrels ya reclamaba en 2011 que se atendiese a las 20 personas que dormían por aquel entonces en el aeropuerto de Barcelona.

R: El aeropuerto del Prat, por la situación en la que se encuentra y un poco por las características del mismo espacio, es un sitio donde las personas que no disponen de techo y que se encuentran en situaciones muy precarias, lo tienen como referencia de pernocta. El motivo es que está bastante bien comunicado con Barcelona y con las ciudades colindantes. Ofrece seguridad y, en tiempo de frío y de calor, es un espacio de protección para muchas estas personas. Es algo que se conoce desde antes de 2011.

P: ¿Por qué se ha convertido en noticia estos meses?

En el 2011 se firmó un convenio entre los diferentes actores que podían realizar algún tipo de intervención en El Prat

R: Es un tema que hemos hablado internamente y con las entidades que trabajamos en el sector del sinhogarismo porque tradicionalmente ha habido personas en El Prat. Posiblemente, ha habido algún interés comunicativo o político. Sí que es verdad que en el 2011 se firmó un convenio entre los diferentes actores que podían realizar algún tipo de intervención en El Prat, desde la Generalitat a los ayuntamientos del Prat y Barcelona y Aena. Y este convenio estuvo funcionando hasta el 2022. Y en el 2022 se hizo un llamamiento porque el pacto estaba parado. Pero eso pasó en el 2022 y ahora, de golpe, en el 2025, ha vuelto a ponerse encima de la mesa. Es verdad que es una realidad, pero no es una realidad nueva, con lo cual me imagino que algún tipo de interés debe haber.

P: ¿Qué papel ha jugado Arrels en las conversaciones y en el acuerdo de este 2025?

R: Vaya por delante que nosotros solo intervenimos en la ciudad de Barcelona. El aeropuerto de El Prat queda fuera de la ciudad, con lo cual nuestra intervención directa, es decir, educadores u otras personas que realizan trabajo de calle, en El Prat no lo hacemos directamente. Lo que sí que atendemos en nuestros espacios, en el centro abierto, es a algunas personas que desde hace tiempo pernoctan en el aeropuerto y son los que nos explicaban qué es lo que estaba pasando.

P: ¿Y qué es lo que os explicaban? ¿Qué estaba pasando?

R: Que por parte de Aena se les había comunicado que en breve cerrarían los accesos al aeropuerto por temas de limpieza, de salubridad, etcétera. Y que no podrían pernoctar allí. Esto es lo que nos llegó, que iban a echar a todas aquellas personas que no fueran los pasajeros en tránsito del aeropuerto de El Prat. De forma paralela salió en los medios de comunicación que, efectivamente, Aena estaba iniciando acciones en este sentido.

Estrategia autonómica para abordar el sinhogarismo

P: Es algo parecido a lo que está sucediendo en Madrid. ¿Cuál es la diferencia?

Las entidades lo que hicimos fue preguntar a la Generalitat si había alguna alguna intervención prevista

R: Aquí en Cataluña existe una estrategia, un marco regulador impulsado por la Generalitat de Cataluña, para abordar el fenómeno del sinhogarismo. Es un marco en el que están participando las administraciones y las entidades sociales. Fuimos varias entidades las que interpelamos a la Generalitat para preguntar por estas noticias que salían en los medios de comunicación. Preguntamos si ellos estaban informados de la decisión de Aena y si había alguna acción prevista dentro de esta estrategia de abordaje del sinhogarismo. Ahí se hizo evidente que el convenio del 2022 seguía sin estar renovado. La Generalitat nos dijo que estaba en conversaciones con Aena y con los ayuntamientos de Barcelona y El Prat para ver cómo se podía abordar la situación. Las entidades lo que hicimos fue preguntar a la Generalitat si había alguna intervención prevista.

Beatriz Fernández, directora de Arrels, atendiendo a los medios de comunicación

Beatriz Fernández, directora de Arrels, atendiendo a los medios de comunicación. ARRELS / JUAN LEMUS

P: Pasó muy poco tiempo desde que preguntasteis a la Generalitat y el principio de acuerdo con los ayuntamientos y con Aena.

P: Es que lo que regulaba un poco este convenio —que existía previamente hasta el 2022— era qué aportación hacía cada una de las partes. Y todos entendían que el equipamiento del aeropuerto es una competencia estatal, pero que está en Cataluña y que tiene dos ayuntamientos que colindan y que hasta el 2022 estaban realizando algún tipo de intervención. Yo creo que la noticia hizo acelerar las negociaciones. La respuesta fue relativamente rápida porque existía este convenio previo. Pero las entidades sociales no hemos tenido una respuesta directa de Servicios Sociales. Hemos visto que efectivamente este convenio se ha vuelto a firmar y que se ha incrementado un poco la dotación económica para que cada parte se haga cargo de lo que le corresponde en este tema.

P: ¿Las entidades sociales habéis participado en alguna reunión con Aena?

P: No.

P: ¿Y ha habido algún cambio en el aeropuerto?

P: Entre que salió en los medios la noticia y la firma del convenio fuimos una noche para ver un poco qué es lo que pasaba y, efectivamente, pasaba lo que nos decían las personas atendidas. Que sobre las 03:00 de la mañana los invitaban a salir fuera del recinto y se limpiaba. Luego, sobre las 05:00 o las 06:00, volvían a abrir el recinto y las personas que no tenían recursos volvían a entrar. Esto sí que lo pudimos ver en su momento. Lo que nos explican es que ahora a situación de limpiar, despertar, invitar a salir y volver a entrar, se está manteniendo y no ha dejado de hacerse desde que se empezó en febrero o marzo. Lo que pasa es que las personas acaban adaptándose a esta realidad. Y durante el día, cuando el aeropuerto se pone en marcha, ellos tienen que buscarse la vida para ducharse, buscar ropa, comida... y se marchan.

P: Aunque en El Prat hay un acuerdo, en los aeropuertos de Madrid y Málaga parece que las personas sin hogar siguen sin atención.

la respuesta que se tiene que dar a estas situaciones no puede pasar por una expulsión del espacio sino por una alternativa real y adecuada

R: El tema de los aeropuertos —aunque yo me remito al Prat, porque la situación de otros aeropuertos la conozco a través de los medios— es que son un refugio para muchas de las personas que se encuentran durmiendo en calle y que, además, tienen situaciones muy diversas. En los aeropuertos hay personas españolas, hay personas extranjeras, hay personas en situación regular e irregular, hay personas que durante el día trabajan y por la noche acuden al aeropuerto para descansar... Por lo tanto, la respuesta que se tiene que dar a estas situaciones no puede pasar por una expulsión del espacio sino por una alternativa real y adecuada a las necesidades de estas personas. Hay personas que necesitarán únicamente un alojamiento. Hay personas que necesitarán un alojamiento y un seguimiento social. Hay personas que necesitarán también un acompañamiento a nivel de salud física o salud orgánica. Son realidades que se tienen que abordar con una mirada muy transversal para adecuar los recursos y las respuestas a cada una de las necesidades.

P: ¿Hay gente sin hogar por voluntad?

P: Por desgracia, este es un argumento que habíamos dejado de oír y que ahora estamos volviendo a oír con fuerza. Esto es un discurso estupendo para quitarse la responsabilidad de encima. El hecho de acabar en situación de calle es fruto de muchas circunstancias. Algunas personales: temas de salud, de pérdida de trabajo, etcétera. Pero indiscutiblemente lo que tiene todo el mundo en común en situación de calle es que no tienen un techo. Y ahí hay un tema estructural. Decir que una persona está en calle porque quiere, aparte de echarle la culpa y criminalizarle para responsabilizarla únicamente a ella de su situación, permite que quien tiene la posibilidad de cambiar las cosas —que no, no es el ciudadano en particular, sino la administración y las instituciones públicas— se quiten la responsabilidad de encima. Y tiene otro peligro, y es que le estamos dando un poder que tampoco tiene. Le estamos diciendo que si tú quisieras no estarías en calle. Cuando estamos viendo cómo está el tema de la vivienda, el tema del trabajo, el tema de la salud, el tema de la de la regulación a nivel de extranjería... Son aspectos en los que las personas no pueden intervenir.

Acuerdo para abordar el sinhogarismo en El Prat

El proyecto de acuerdo entre el Departamento de Derechos Sociales e Inclusión de la Generalitat, los dos ayuntamientos implicados y Aena se sustancia en una trasferencia de 516.000 euros por parte del gobierno autonómico a los dos ayuntamientos. De este modo el consistorio de Barcelona dedicará dos profesionales de forma permanente para la atención y gestión de posibles conflictos, mientras que el municipio de El Prat dedicará un trabajador social a tareas de refuerzo alrededor del aeropuerto. En el acuerdo también se contempla la cesión de espacios por parte de Aena para facilitar la intervención de estos equipos.

El acuerdo a cuatro bandas responde a las continuadas reclamaciones de entidades del sector social por retomar la atención de servicios sociales especializados en sinhogarismo, una cobertura que los sin techo dejaron de recibir a finales de 2023. A ello se suman los dispositivos que Aena puso en marcha a finales de febrero para expulsarlos de las terminales 1 y 2 en plena madrugada. Unas actuaciones que causaron gran revuelo social y político.