Red Eléctrica informó en 2023 a la CNMC de las "elevadas tensiones" en la red de transporte de electricidad
- Fue en una disposición publicada en el BOE, donde se fijaron condiciones de un proyecto para controlar la tensión de las redes
- El Ministerio para la Transición Ecológica señala que esta propuesta no es de su competencia, sino de la CNMC
El operador del sistema eléctrico, Red Eléctrica, trasladó en 2023 a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que el despliegue de "generación distribuida" (instalaciones pequeñas) estaba provocando "elevadas tensiones" en la red de transporte que, en ciertos momentos, superaban "los valores máximos admisibles", lo que podría provocar el "desacomplamiento intempestivo" de algunas centrales.
Así lo explicaba la CNMC en una disposición publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en noviembre de ese año, por la que se establecieron (a propuesta de Red Eléctrica) las condiciones y los requisitos para un proyecto de demostración regulatorio o 'sandbox' centrado en controlar la tensión de las redes eléctricas.
La resolución de la CNMC, basada en la descripción del operador del sistema, subrayaba la necesidad de "un uso más intensivo de las herramientas de control de tensión disponibles en el sistema", entre ellas "el acoplamiento de generación convencional por restricciones técnicas". Las restricciones técnicas permiten a Red Eléctrica ordenar la conexión de centrales adicionales si el reparto de la generación surgido de la oferta y la demanda en el mercado mayorista no garantiza por completo la seguridad del suministro.
El documento destaca que, "en momentos puntuales, aun activando la totalidad de las herramientas disponibles para el control de tensión, los recursos no han sido suficientes para asegurar que los valores de tensión se sitúen dentro de los márgenes admisibles".
El texto ha sido recuperado este miércoles por el diario El País a raíz del apagón que afectó a la España peninsular y Portugal el pasado 28 de abril, un incidente del que todavía no se conocen las causas, pero del que sí se sabe que comenzó tras pérdidas de generación en Granada, Badajoz y Sevilla. Así lo ha confirmado este miércoles la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen.
Transición Ecológica asegura que la propuesta no es de su competencia
Fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica señalan que esta propuesta no es de su competencia, ya que no es ni operador ni regulador, sino de la CNMC. En cualquier caso, insisten en que Red Eléctrica no avisó al ministerio, sino que se dirigió a la CNMC para pedir un cambio regulatorio. El organismo inició el procedimiento e incorporó, en el texto, una exposición de motivos (la que ahora trasciende) de por qué era necesario.
Este era el segundo proyecto relacionado con el control de la tensión en las redes eléctricas (también llamado segundo 'sandbox' regulatorio), ya que "mantener la tensión dentro de los umbrales de seguridad es una pieza fundamental para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico e involucra a todas las instalaciones que forma parte o están conectadas a la red".
La tensión superaba los "valores máximos admisibles" en ciertos momentos
En ese segundo 'sandbox', el organismo relataba que el proceso de transición energética ha supuesto que, en los últimos años, haya habido un aumento progresivo de la generación renovable distribuida. Además, indicaba que este crecimiento requiere desarrollar las infraestructuras de red y provoca un cambio relevante en la curva de precios horarios de la energía, al desplazarse la demanda hacia los periodos más baratos.
Estas explicaciones se detallan en la resolución, donde indica que, de acuerdo con la descripción facilitada por Red Eléctrica en su propuesta, el sistema eléctrico ha evolucionado convirtiéndose en uno "cada vez más capacitivo". Esto "está provocando un incremento generalizado del nivel de tensión en la red de transporte que, en determinados momentos, supera los valores máximos admisibles". Las elevadas tensiones en la red podrían provocar el desacoplamiento "intempestivo de instalaciones conectadas a la misma".
"Entre los motivos que han provocado esta situación, se encuentra (sic) la disminución de la demanda eléctrica y el despliegue de generación distribuida, lo que ha requerido el crecimiento de las redes para permitir su evacuación", añade. Esto hace que sea necesario "un uso más intensivo de las herramientas de control de tensión disponibles en el sistema, entre las que se encuentra el acoplamiento de generación convencional por restricciones técnicas".
Y es que, "en momentos puntuales", aun activando todas las herramientas disponibles para el control de tensión, los recursos "no han sido suficientes" para asegurar que sus valores se situaran dentro de los márgenes admisibles establecidos.
Objetivos de ese segundo 'sandbox'
Se trata de un proyecto abierto a grandes consumidores de energía, como fábricas o empresas. La iniciativa les compromete a consumir la energía reactiva que sobra en el sistema y que provoca sobretensiones. A cambio, perciben una retribución variable (por el volumen consumido) y la exención del término de reactiva en sus peajes.
Conforme a la CNMC, mantener esta tensión dentro de los umbrales de seguridad es clave para garantizar el suministro eléctrico. Tradicionalmente, la generación ha desarrollado esta tarea, mientras que los consumidores de electricidad eran un sujeto pasivo o solo participaban con incentivos estáticos a través de los peajes de la factura eléctrica. Sin embargo, la generación renovable tiene menos capacidad de gestionar la tensión de la red que la convencional. De ahí que se necesite la participación de nuevos agentes.
Con todo, el pasado enero la CNMC prorrogó doce meses este proyecto piloto, un plazo que "permitirá descubrir la capacidad de los grandes consumidores para contribuir a la transición energética".
En otro orden de cosas, y relacionado con el apagón del pasado 28 de abril, cabe recordar que Red Eléctrica emitió hace un año una propuesta para revisar los criterios generales de protección del sistema eléctrico español para adaptarlos a las nuevas necesidades y tecnologías disponibles, tras un cambio en el 'mix' de generación como consecuencia de la integración de las renovables.